23| Descubrimientos después de los celos

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           — ¿QUIÉN SE CREE ESE PARA VENIR y besarte la mano como todo un Don Juan? —le preguntó Draco a su hija, sonando histérico por lo acontecido treinta minutos atrás

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           — ¿QUIÉN SE CREE ESE PARA VENIR y besarte la mano como todo un Don Juan? —le preguntó Draco a su hija, sonando histérico por lo acontecido treinta minutos atrás.

Blaise y Theo, quienes estaban presentes siendo espectadores del drama de su amigo, trataban de reprimir la carcajada que bailaba en sus labios, luchando por salir. Les resultaba realmente gracioso que Draco estuviera realmente cabreado, casi al punto de quedarse calvo, solo porque un chico besó la mano de su «princesa», como la llamó él.

— Ay, por Merlín. No es para tanto —refutó Agatha, resoplando por lo bajo y cruzó sus brazos para expresar su disconformidad ante el asunto.

Realmente no era para tanto. Décadas atrás era un verdadero honor para un padre que un chico besara el dorso de la mano de su hija. Era una muestra de respeto y apreciación. Pero no para Draco, quien estaba a punto de estallar de cólera por ese pequeñísimo acto que había presenciado.

Era un padre sobreprotector y celoso de su hija. Incluso estaba maquinando enviarla a un colegio solo para señoritas, olvidando el hecho de que ya la habían expulsado de ahí meses atrás.

— ¿Que no es para tanto? —soltó una risotada histérica que lo hizo sonar como un maniaco—. ¿Escucharon eso? —le preguntó a sus amigos, los cuales apretaron sus labios para no quebrarse en estruendosas carcajadas que solo lo pondrían peor—. Que no es para tanto dice.

Pasó su mano izquierda por su cabello en un acto dramático.

— Draco, ella tiene razón, no es para tanto —alegó Theodore Nott, haciendo un gran esfuerzo por no sonreír. Eso solo aumentaría el ataque de Draco.

El Malfoy lo miró como si le hubiese salido un tercer ojo en medio de la frente. ¿Acaso estaban locos? ¿No veían lo que él veía? Porque para él, Marcus estaba coqueteando con su hija, con su princesa. ¡Su niña pequeñita e inocente! Agatha era prácticamente una bebé ante sus ojos.

— Tú estarías de la misma forma si Alex estuviera coqueteando con un idiota —contraatacó Draco.

— Yo no estaba coqueteando con él —replicó Agatha, indignada—. Ya estás viendo cosas donde no las hay.

Theo elevó su dedo índice con superioridad, una sonrisa abriéndose paso en su rostro.

— Alex no coquetea con ningún chico, ella no va a tener novio hasta los cuarenta —aseguró. En ningún momento mostró precariedad en sus palabras.

Esta vez fue el turno de Agatha de hacer el esfuerzo para no reír. Si tan solo Nott supiera que su niñita había estado teniendo una fogosa sesión de besos con el primogénito de Blaise Zabini.

— Eso dices, Nott, eso dices —murmuró Draco entre dientes y volvió a enfocar su atención en su hija—. Agatha, no me vengas a decir que no estabas coqueteando con él. ¡Estabas que babeabas por él!

La hija de Draco Malfoy y Hermione Granger. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora