ÉL NO ERES TÚ

CAPÍTULO 16

Eran alrededor de las 3 de la madrugada, la casa solo estaba iluminada por una lámpara de la sala y el foco de la cocina,hacía un poco de calor,el ambiente dentro era calmado.

-¿Quién es?.-Preguntó Kaleb.

Sabía que no le debía decir que aquel auto es de James,era probable que se hiciera una pelea entre ellos.

-Ahora vuelvo,solo espera aquí por favor.-Sé que fue arriesgado decirle eso,solo esperaba que me obedeciera.

Abrí la puerta,justo cuando salí la cerré por precaución a que Kaleb no escuchara nada.

-¿Qué quieres James?-No sentía las suficientes fuerzas para reclamarle y él no sabía que yo estaba enterada de su romance con Karla,así que la discusión la podía dejar para luego.

-Te pido que me escuches,confía en mí, Karla no significa nada y te lo demostraré.-Habló James muy seguro en sus palabras.

Con esa respuesta mis planes ya no aplicaban 100%,mis ganas por discutir no eran muchas pues estaba cansada,con sueño y en mi cabeza solo rondaba la conversación con Kaleb.Solo tenía algo muy claro:Terminar con James.

Escuché el ruido de la puerta.

Por los espíritus del mundo que sea un fantasma y no Kaleb.Cuando giré mi cabeza solo quería que me tragara la tierra y me escupiera en otro país.

-¿Qué haces aquí?.-La expresión de James cambió totalmente cuando vio a Kaleb.

-¿Lo recuerdas?.-Me dirigí hacia James.

-Dania, por favor tengo que hablar contigo,confía en mí.

-No soy tan imbécil para tan siquiera escucharte,por favor vete y por si aún no te queda claro, terminamos,aléjate de mí.-Dí unos pasos atrás y me metí a la casa.

La voz de James se escuchó llorosa y quebrada:

-Dania,si me quisiste aunque sea un poco déjame hablar contigo.

Por supuesto que lo quise y lo quiero, pero no iba a caer en un chantaje,me dí cuenta en ese momento que no tuve que haber aguantado nada, pero ya es tarde para él hubiera,para lo que no es tarde es para aprender a valorarme, no iba a salir, no lo iba a escuchar mi orgullo era mucho más grande que ese sentimiento de obsesión hacia James.Ahora no sé si lo quise o solo era un capricho.

-Vete de aquí,ya la has oído.-Escuché decir a kaleb.

Se hizo un silencio, James no reclamó,gritó ni siquiera habló.Los observaba por la ventana y lo único que hizo fue subirse a su carro e irse.

-¿Cómo estás?.-Me miró Kaleb.

-Bien,pero no debiste salir.

-Y yo no te iba a obedecer.En fin ¿En que estábamos?

-Es verdad ¿Por qué dijiste que fue una simple broma y ahora me sales con esto?-Nos dirigimos nuevamente al sillón,él se sentó junto a mí y me miró directo a los ojos.

-James me amenazó y me prohibió acercarme a ti.

-Y ¿Por eso te tuviste que cambiar de escuela?-Había algo en su historia que no me convencía del todo, no se lo quise decir para no generar desconfianza, pero todo era muy raro.

-Los sueños me atormentaban y saber que te vería al día siguiente era como una tortura, te lo pretendía decir para encontrar una solución y saber si solo era cosa mía, pero se interpuso James.

-¿Cómo te amenazó?

-De muerte.

James podría hacer muchas cosas, pero llegar a ser un asesino no le creía. Además sentía que Kaleb me ocultaba algo pues su historia no era muy coherente, en primer lugar James no es celoso y en aquel tiempo no éramos cercanos.

-Por todo lo que me pasaba en aquel momento me puse muy mal y les pedí a mis padres que me cambiaran de escuela, les dije que ya no quería volver, claro que ellos se opusieron pero me vieron muy mal y aceptaron.-Replicó Kaleb.-Unos meses después mi padre consiguió trabajo en otra ciudad y fue perfecto para alejarme de esta ciudad.

-¿Por qué y cómo sabías que iba hacer la fiesta de graduación?-Pregunté

-Por Martha, pues nos hicimos grandes amigos, regresé hace un año solo que tú no lo sabías.

-¿Por qué me cuentas esto? se supone que una de las razones por las que te fuiste fue por los sueños ¿No es así? ¿Por qué revivirlo otra vez?

-Demasiadas preguntas ¿No crees?

-Pero tú querías hablar de esto.-Dije confundida.

-Y ya lo hicimos, faltan 15 minutos para las 4 es mejor que durmamos.

-¿Te vas a quedar aquí?

-Bueno no pienso salir a la calle semi desnudo con un pijama de unicornios.

-Oh es verdad, sí, quédate en el sofá. Yo ya me voy a dormir, que descanses, buenas noches.

-Igual buenas noches.

Subí a mi habitación con miedo a soñar de nuevo, pero estaba rendida, llegué a mi cama y en seguida se me cerraron los ojos.