16.- Erick

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Joel despertó junto a Abraham, el chico lo abrazaba con fuerza, su respiración era calmada y su rostro sereno. El olor a manzana fresca salía de su cabello claro.

Se quedó por unos largos minutos viéndolo, se preguntaba cómo se habrían conocido, cuándo le pidió para ser su pareja, cuántas veces habían dormido en aquella cama en la misma posición.

Pero no encontraba nada en su mente, todo estaba en blanco y al parecer los recuerdos no querían regresar.

Entrecerró los ojos y un destello se reflejó en sus pensamientos. Su corazón comenzó a latir con fuerza queriendo escapar, ¿ze dónde había salido aquella imagen? Abrió los ojos viendo a su alrededor, ¿qué demonios? ¿De quiénes eran aquellas piedras verdes que habían aparecido en su mente? Se estaba volviendo loco, esa era su respuesta más realista.

Suspiró rodeando el cuerpo del más bajo con sus brazos, sintiendo como este, entre sueños, se aferraba al tacto.

Su mandíbula se tensó al ver la hora, 03:20 am. Él debería estar durmiendo en ese mismo instante, no enloqueciendo.

Trató de conciliar el sueño otra vez, cerró los ojos pero lo único que consiguió fue asustarse más. Esta vez no era una imagen, sino un sonido.

Una risa, aquella risa escandalosa que sonaba como una exquisita melodía. No pudo negar que fue como deleitar sus oídos al presenciarla, pero no sabía de dónde venía, o por qué.

•••

Erick.

El chico recién llegaba a su casa, los guarda espaldas estaban detrás de él, Dylan y Richard se tambaleaban de los borrachos que estaban. Al tener acceso al interior, sin pensarlo los dos chicos ebrios se lanzaron a los sofás durmiéndose rápidamente. Nikolas abrió el sofá cama y junto a unos almohadones y mantas se durmió.

Erick caminó hacia su habitación y se tiró en su cama totalmente agotado.

Su cabeza le dolía demasiado, pero pudo dormirse sin ningún problema.

Al otro día.

–¡Demonios Richard deja de hacer ruido con esa licuadora! –gritó Dylan mientras se cubría los oídos con sus manos.

–¿Quieres el licuado lleno de grumos acaso? –preguntó subiéndole el nivel de potencia al artefacto.

–¡Te voy a .... –justo cuando se iba a levantar Nik pasó a su lado y lo empujó nuevamente al sofá logrando que se siente.

–Quédate quieto y toma esto –le alcanzó una aspirina más un vaso de agua.

Erick salió del baño recién duchado, usaba unos jeans negros y un sweater gris más pantuflas.

–¿Quisieran dejar de gritar? –preguntó con fastidio, caminando hacia la heladera y tomando la jarra de jugo de naranjas.

–Guarda eso, estoy haciendo un licuado nutritivo –le dijo Richard, Erick lo miró mal.

–No gracias, no quiero beber pescado con huevo crudo –hizo una mueca mientras se servía en un vaso un poco de jugo.

–Solo tiene algo de frutas y leche en polvo –le informó en el momento que apagaba la licuadora y comenzaba a servir en tres vasos.

–Sí claro, se lo terminan todo y luego lavas la licuadora, no quiero que huela a atún podrido –caminó hacia uno de los sofás y se sentó.

–¿No has intentado hablar con tu familia Eri? –preguntó Dylan mientras recibía el vaso que le ofrecía Richard.

BAD DADDY | JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora