Astrid
Estoy nerviosa.
Ya es viernes y hoy voy a ir a casa de Hipo a comer con sus papás. No es como que nunca haya tenido una comida antes con mis suegros.
Pero en este momento me siento muy nerviosa por qué la mamá de Hipo es muy amable conmigo y según lo que estuve hablando con él estos días dice que está muy emocionada de recibirme en su casa, no quiero darle una mala impresión.
—¿Por qué estás tan nerviosa?—me pregunto Lu del otro lado de la pantalla, le pedí que me asesorará con un vestuario bonito pero simple, apenas son las 2:00 pm y el pasará por mi a las 4:00 pero me quiero apurar—Aun me cuesta trabajo creer que tú qué eres tan directa, que creaste un discurso muy bueno en menos de dos minutos y que tienes una actitud bastante fría aveces, estés así de nerviosa por una comida con tus suegros.
—Es qué, su mamá es muy amable y me hace sentir especial el hecho de que haya querido invitarme personalmente—Asintio con una sonrisa.
—Bien, pues te tienes que ver más preciosa de lo normal pero sencilla—se quedó pensativa—¿Aun tienes tu vestido vino?
—Sip—fui a mi clóset y lo saque es un vestido color vino, sencillo de manga corta que llega un poco arriba de mis rodillas.
—Bien, eso con tu chamarra de mezclilla se verá bien—tambien la saqué del clóset—Con tus botines negros—Debo admitirlo, me gusta por qué es sencillo pero bonito—Perfecto—sonrio y yo le pedí que me esperara un momento mientras me cambiaba de ropa—Te ves hermosa—me dijo en cuanto me vio.
—¿Debería maquillarme?—le pregunté mientras me sentaba en frente a mi tocador y acomodaba mi teléfono contra el espejo para ver a Lu.
—Si, pero algo natural—me puse unas sombras café con dorado y no se veía mal, mis labios no los pinte, me puse rubor e iluminador como siempre y listo.
—¿Mi cabello?—pregunte.
—Solo deja tu cabello lacio—cepille un poco mi cabello.
Me gusta como me veo.
Y no es algo que diga muy a menudo.
—Bueno, ya estás lista—sonrio—Te ves hermosa.
—Gracias Lu—sonrei.
Nos quedamos platicando un rato mientras esperaba a que llegará Hipo hasta que sonó el timbre.
—Tu príncipe llegó—me sonrió pícara y yo rodé los ojos. Colgamos y yo bajé a ver a Hipo.
Se ve muy guapo, trae puesto un pantalón negro con camisa negra de botones y sus mangas dobladas hasta los codos.
—Hola—salude llegando a él y el tomo mi mano y la besó.
—Hola My lady—sonrio—¿Lista?.
—Si—asenti y nos dirigimos a su carro, estoy más nerviosa que antes aunque por fuera intento estar calmada.
—Estas hermosa—sonrio.
—Gracias—sonrei.
—¿Estás nerviosa?—me pregunto confundido.
—Poquito.
—Tranquila, mi mamá te adora y eso que solo te ha visto dos veces—me sonrió y yo imite su acción.
Llegamos a su casa después de unos 30 minutos. El me abrió la puerta y entrelazó su mano con la mía.
—Hola cariño—me saludo la señora Haddock cuando entramos a su casa, se acercó y me dio un beso en la mejilla.
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La chica millonaria.
Fiksi PenggemarElla es la hija de los diseñadores más famosos del mundo Tenía una buena vida, buenos amigos y un buen novio que la querían y apoyaban O eso creía ella. Ahora deberá mudarse a otra parte y empezar de cero, ella y su hermano Jack tendrán que escond...