Minutos después, camino de regreso al departamento, la mente de Ava bullía con pensamientos de todo tipo.
Parecía aún no poder salir de su estupefacción.
Después de organizar su mente y pensarlo mucho, se dijo que olvidaría el asunto del vampiro. No había nada que ella pudiera hacer al respecto. Y no habían muchas posibilidades de que algún día llegara a encontrárselo.
Tomó la decisión de centrarse en intentar ayudar a Poppy. No tenía idea de que hacer, pero ya pensaría en algo.
Justo cuando estaba por traspasar las puertas de la entrada del complejo, algo la sacó de sus pensamientos e hizo que notara la figura apenas visible parada a su derecha en la esquina del edificio.
El alma de una mujer muerta estaba mirándola fijamente.
Aunque estaba parcialmente escondida, Ava pudo notar que llevaba un vestido de época, un elaborado peinado adornado con plumas y un abanico. Ella alejó la vista al notar su mirada vacía. Ava no quería que el alma notara que había reparado en ella. Por nada del mundo quería a un espíritu persigiendola.
Ava podía verlos mientras estuviera fuera de su cuerpo.
En el mundo habían muchos de ellos. Sabia como distinguirlos. Como ella, ellos también eran corpóreos, la diferencia era que ellos no tenías un cuerpo al cual volver. No uno en condiciones, de todas formas.
Simplemente los ignoraba. Era mejor de esa forma. Podía notar como algunos de ellos realmente irradiaban maldad, otros dolor y algunos mucha desesperación. La mitad de ellos aún se aferraban a ese mundo.
«Como los vivos».
• • •
A la mañana siguiente, se despertó muy temprano y estuvo varios minutos mirando el hecho mientras recordaba las escenas de la noche anterior. Después de escuchar a su estómago gruñir furiosamente, se levantó y salió de su habitación. Cuando pasó por delante de la puerta del cuarto de Poppy, un ruido bajo la hizo detenerse. No podía identificar que era, así que se acerco y tocó la puerta suavemente.
—¿Poppy? ¿Estás bien? —Al no obtener respuesta, su cejas se fruncieron e impulsiva decidió entrar sin espera su permiso.
Su compañera estaba cruzada en medio la cama. Tenia puestos los zapatos y la misma ropa que llevaba en su salida nocturna.
Ava suspiró angustiada y su estómago se revolvió al ver un rastro blanco en la pequeña mesita de noche. Notó que el ruido que escuchó antes procedía del teléfono de la chica inconsciente. El aparato estaba tirado a los pies de la cama.
Sin saber como proceder o si su compañera estaba bien, Ava se acerco y meneo su cuerpo. Suspiró aliviada cuando de él salió un ronquido.
—Poppy. —Llamó para despertarla. Si bien recordaba, hoy tenia un examen importante y por su aspecto no parecía que lo recordara.
—Despierta. —Dijo mientras jalaba su brazo.
Poppy por fin reaccionó pero sólo para manotear la mano de Ava y alejarla de su cuerpo.
—Dejame, joder. —Respondió con voz ronca.
Sin hacerle caso ella siguió moviéndola.
—Jesús Ava, ¿puedes dejarme en paz, por favor? —Gruñó la pelirroja abriendo sus ojos para fulminarla. Después se volteó y le dio la espalda.
—No, recuerda que tienes un examen, lo vi en el tablero de la nevera. —Recordó Ava. —Además, creo que tenemos que hablar. —Yendo contra la regla "Vive y deja vivir" no escrita entre ambas, Ava prosiguió. —Yo se a donde has ido anoche. —Espero la reacción que no se hizo esperar. Observó como todo el cuerpo de la chica se tensó antes de voltearse para mirarla.
—No se de que estás hablando. —Respondió mirando de reojo hacia la mesita de noche. —Es mejor que salgas de la habitación.
La mirada de Poppy hizo que se sintiera como una entrometida. Espiándola y ahora invadiendo su cuarto. Pero Ava sólo intentaba ayudar, aún si no estaba segura de como hacerlo.
—Te vi anoche. —Murmuro en voz baja. —Al sujeto.
Y al vampiro.
Su compañera la miró asustada por un segundo antes de enderezarse completamente en la cama.
—Lo que yo hago con mi vida es asunto mío, Ava. No tenias por que seguirme. Aparte de estúpido fue peligroso.
Poppy no sabia de la habilidad de Ava, por supuesto. Y ella tampoco pensaba decírselo.
—Lo se. —Estuvo de acuerdo. Miró sus ojos enrojecidos. —Pero tenia curiosidad y me alegro de haberlo hecho. —Ella avanzo y se sentó a los pies de la cama. —Cualquiera que sea la circunstancia, no creo que las drogas...
—Espera, espera, espera... —Poppy la detuvo bruscamente y se levantó. —No me estás dando, ni yo estoy escuchando la estúpida charla, por Dios. Tengo veintiún años y se lo que hago. Yo no necesito que una santurrona que no sabe nada venga a decirme que hacer.
Ava se encogió ante sus palabras. Aún así vio el dolor en los ojos de ella y eso hizo que se levantara y la enfrentara.
—Si, quizás yo no sepa mucho pero... —Dudó. —Sea lo que sea por lo que estés pasando, esta no es una buena salida. Las drogas nunca lo son. Puedes buscar ayuda, hay gente que puede ayudarte. Yo puedo...
—Ya basta.—La cortó con voz dura. —Sal de mi habitación y deja de husmear en mi vida. Yo no te digo una sola cosa por lo que haces o no, así que es mejor que me dejes en paz. —Su respiración se había entrecortado y señaló la puerta indicando claramente que quería que saliera.
Ava decidió que era mejor hacerlo. También lo hizo al darse cuenta de lo mal que había salido eso.
Ella no estaba preparada para una situación como esa, su vida siempre había sido tranquila y algo protegida. Su familia era cariñosa y protectora, siempre la habían hecho sentir que podía hablar con ellos de cualquier cosa y la escucharían.
No sabía en que términos estaba la vida de Poppy, ella nunca había hablado de su familia. Así que no tenia idea de como ayudarla.
Aún así sentía que debía intentarlo.
ESTÁS LEYENDO
En Cuerpo y Alma
VampireDespués de descubrir que su compañera es adicta, ver a un vampiro matar al vendedor de drogas y descubrir que el chico que le gusta no es lo que pensaba, Ava Evans solo quiere un respiro. Bueno, el respiro no llega, en cambio Ava descubre que su cue...