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Capítulo II
Cuando Steve despertó, ya no estaba en aquel sitio de mala muerte en el que se había dormido. Se encontró entre sábanas blancas en cuarto lleno de luz que entraba por los tres enormes ventanales frente a la cama que le daban una vista privilegiada de la ciudad. Confundido, pero ya no sorprendido, se sentó en la cama y se restregó los ojos, antes de recorrer el lugar con la mirada. Ese piso se le hacía conocido, estaba seguro de que lo había visto antes. En ese momento, entró Natasha con dos tazas humeantes de café, vestida sólo con la camisa que llevaba él el día anterior. La chica le sonrió y él le correspondió el gesto, cogiendo la taza que le extendían.
⸺ ¿Dónde estamos? ⸺ preguntó, luego de dar un sorbo a su bebida. El cuarto seguía siendo extrañamente familiar, aunque, aun no lograba ubicarlo en su memoria.
⸺ Tú deberías decírmelo, tú ibas a vivir aquí...⸺ respondió ella y entonces, la realidad cayó sobre él, recordando de golpe porqué conocía ese piso. Recorrió los ventanales prístinos, el piso de madera albina, las alfombras mullidas, la cama enorme. Era verdad. Ese lugar estuvo a un paso de ser suyo.
⸺ Mis padres me dieron el depósito para comprar este piso cuando me gradué de la universidad...⸺ recordó, sosteniendo la taza cálida entre sus manos, visualizando la sonrisa orgullosa de sus padres, sus ojos brillantes. Como los extrañaba...
⸺ ¿Por qué no lo compraste? ⸺ preguntó ella, ladeando el rostro antes de beber otro sorbo de su taza.
⸺ Usé el dinero que tenía ahorrado y el que me dieron para comprar el anillo de compromiso de Sharon...ella no quería una argolla cualquiera. Siempre dijo que se merecía algo mejor, lo mejor de lo mejor... ⸺ recordó con nostalgia y entonces cayó en la cuenta. Ella había dicho que volverían al momento en el que tomó la decisión que había marcado su vida⸺ Ella fue. Sharon. Comprometerme con ella fue el evento que torció mi destino, ¿no? ⸺ Natasha le guiñó un ojo y él continuó, sonriendo suavemente⸺ Eso quiere decir que en esta realidad no estoy con ella, ¿verdad?
⸺ ¡Bingo! Eres un chico listo, Steve...⸺ felicitó ella, revolviéndole el cabello como si fuera un niño.
Steve bajó la mirada, ponderando todo aquello. Sharon había marcado un antes y un después en su vida. Se había enamorado de ella como un poseso, dispuesto a darlo todo por ella, a dejarlo todo por ella y la mujer supo sacar ventaja de su devoción. Lo alejó de todos sus conocidos y amigos, aislándolo poco a poco hasta que sólo la tuvo a ella. Sus padres la acusaban de manipuladora, de haberse aprovechado del amor sincero que él le profesaba, de haber arruinado su futuro... la odiaban y ella correspondía el sentimiento de tal forma que lo había obligado a dejar de visitarlos por años. Hacía al menos siete años que no visitaba a sus padres por las fiestas, que no recibía una llamada por su cumpleaños, que no probaba el estofado de carne de su madre.
