CAPÍTULO 3

2.2K 132 24
                                    

- vamos All!!! Esta es mi favorita. - arrastro del brazo a Alessia para llevarla a la pista de baile.

Después del desagradable momento con ese energúmeno en el ascensor y de la intensa conversación con mi hermano, me dediqué a relajarme en el increíble spa del hotel y a devorar toda la comida del buffet.

- Que bueno que ya estás aquí. - habla Nina mientras bailamos.

Nos divertimos bailando en el club de Alessia, nos movemos contoneando nuestras cinturas a la espera de que llegue la hora que desde hace rato he estado esperando.

Cuando la música cesa y el escenario se enciende Alessia ya está en él dando su gran discurso para presentar lo que todas ansiamos.

- Definitivamente All se gana la lotería con esos sexys strippers. - le digo a Nina babeado por lo que mis ojos aprecian pues estos Dioses se mueven de maravilla dejando a más de una con las bragas mojadas.

-y como sé que te encantan les he dicho que te hagan un show exclusivamente para ti. - a lo que Nina dice eso me empuja al escenario y uno de los stripers me agarra y me ayuda a subir.

Con la respiración agitada y mis mejillas sonrojadas dejo que me hagan todo lo que quieran, es una lástima que solo me estén calentando la entrepierna para después botarme como si nada. Eso debe ser pura maldad.

Me divierto toqueteando a esos Dos hombres que me están haciendo partícipe de semejante juego de seducción, meto un billete en la pretina de sus bóxers y en un ágil movimiento uno de los chicos me pone en el piso y sube encima de mí de modo tal que sus partes están cerca de mi caravana haciéndome morder el labio inferior para reprimir cualquier gemido, el chico mueve sus caderas como si estuviera bailando twerking. En ese mismo instante siento que mi cuerpo es pura gelatina.

Mientras estoy en el escenario alcanzo a ver a un hombre de traje elegante parecido al protagonista de mi sueño pesadillas y malos momentos en el segundo piso en la zona VIP. Tal vez sea la cantidad de alcohol que he consumido que me está haciendo alucinar.

Bajo las escaleras del escenario sintiendo cómo me quema el fuego interior de mi cuerpo haciendo así que empiece a sudar.

"Creo que necesito un trago." Con ese pensamiento me voy a la barra más cercana para poder beber algo. Con la mirada recorro el lugar buscando a mis amigas, logro ver a Nina bailando con un chico, pero Alessia no logro verla.

- me das por favor un...

- se lo ha mandado el hombre de aquella mesa. - el mesero no me deja terminar de hablar ya que me extiende y me señala al chico rubio con un tatuaje en el brazo izquierdo sentado cerca de la barra, cuando nota mi mirada me guiña el ojo y levanta su copa en señal de brindis.

Sonrío lascivamente y mientras me tomo la bebida camino sensualmente de é. Si quiero tener una aventura de una sola noche tengo que poner de mi parte y este chico se ve que podría complacerme.

Cuando estoy a punto de llegar a su mesa me empiezo a marear lo cual me hace detenerme, los mareos que siento no se sienten los normales de la borrachera se siente como si...

-No pensé que te fuera a coger tan rápido, creo que me pasé un poco. - el chico que me había mandado la bebida ahora se encuentra a mi lado sosteniéndome de la cintura y colocándose mi brazo en su cuello.

Es ahí en donde entiendo todo lo que está pasando, aquel imbécil me ha drogado, intento zafarme de su agarre, pero he perdido mis fuerzas y mis párpados se comienzan a cerrar, lucho con todas mis fuerzas para seguir despierta y alejarme de este tipo.

- ¡suel...tame! - pronunció esas palabras casi inentendibles, pues mi lengua se siente dormida. - ¿qué pretendes hacer con todo esto? - está vez logro hablar más claro y al ver que el tipo me sigue arrastrando a la salida vuelvo hablar. - te juro que si levanto ha...ces algo te buscaré por todas partes y...

- Es divertido que en una situación así tengas el coraje de amenazarme Anna - mi cuerpo se tensa al escucharlo pronunciar mi nombre. - ahora sé por qué insistio tanto en qué te encuentres encontraramos. - eso último lo dice más para él que para mí. - El pánico que sentía anteriormente se intensifica más al percatarme de lo que está pasando. - no me mires así, ¿de verdad pretendías escapar y pensaste que el jefe no te encontraría, tú hermano te vendió, ahora le perteneces y no hay nada que puedas hacer para cambiar eso. - veo cómo sonríe de lado, en su expresión solo veo maldad.

De repente me siento perdida, no solo es el hecho de que la gente con la que se metió mi hermano me haya encontrado, sino que también me aterra que los hayan encontrado a ellos, me aterra que le haya más hecho algo a mi hermano por no cumplir con su deuda y por ende a mi mamá, a este punto ya no me importa ser vendida y tratada como un objeto sexual y ser la diversión de esos asquerosos hombres, en este punto lo único que me importa es mi familia, no quiero que les hagan daño.

Ese último pensamiento me da las fuerzas suficientes para poder moverme y no dejarme caer en la inconsciencia, no puedo rendirme tan fácil y dejar que me atrape., tengo que luchar por ellos, por mi familia.

- ¡suéltame idiota! - sigo peleando con aquel hombre algo quien me dirige hacia su auto en donde otros Dos hombres están.

Como puedo me zafo y corro, lastimosamente solo logro dar unos pocos pasos pues mi mareo no me deja correr con todas mis fuerzas y así poder escapar del mis agresores, los hombres me agarran y me empujan del pecho haciendo que caiga en el capó del carro.

- ¡Así es como me gustan joder! - esta vez habla un hombre robusto que estaba antes dentro del carro cogiendome del cuello y acercando su caravana a mi rostro, intento moverme o golpearle, pero lamentablemente mis intentos de zafarme hacen que le guste más. - con tus movimientos lo único que estás haciendo es que me excite más. - pasa su lengua por mi mejilla mientras su mano toquetea mi pierna, ese momento dejo de resistirme dejando que la drogas me arrastre con más rapidez a la inconsciencia.

- ¡Ey! Quítate de ahí imbécil. - siento como el cuerpo del hombre es arrastrado lejos de mí. - ella es para el jefe y lo sabes - distingo algunas siluetas frente a mí, pero ya no me puedo mover ni hablar.

- súbanla al carro, debemos irnos. - esta vez habla una tercera persona.

El tipo robusto que antes estaba encima de mí me coge de los brazos y me carga en su hombro depositándome en la cajuela del auto, una vez en dicho lugar estrecho lo último que veo es su rostro observándome de arriba abajo con ganas de devorarme por completo lo cual me genera solo asco, cierra la cajuela y todo queda oscuro...

- ¿Quién coño eres? - escucho más voces y disparos.

- Baja la maldita arma si no quieres terminar como tú amigo. - esta voz me suena conocida, pero en mi estado hasta un poni me parecería real.

- No sabes con quién te estás metiendo amigo, ella es del...

- Tú no sabes con quién te estás metiendo. - luego de eso escucho más disparos, después un silencio aterrador se hace presente.

El miedo recorre por todo mi cuerpo, las lagrimas no se hacen esperar e inundan mis mejillas, la oscuridad en la que estoy más el horrible silencio de afuera solo hace que me dé más pánico.

Escucho pasos que se acercan cada vez más a mí, mi corazón late cada vez más rápido haciéndome saber que en cualquier momento caeré en la inconsciencia, los pasos se escuchan cada vez más cercanos deteniéndose justo frente a la cajuela del carro, la persona abre la cajuela lentamente como si tuviera miedo de lo que fuera a encontrar en ella.

Poco a poco la luz inunda aquel estrecho rincón haciéndome entrecerrar los ojos por el exceso repentino de luz, veo una figura borrosa y oscura de un hombre alto.

- Anna... - eso es lo último que escucho, pues me dejé llevar por la pesadez que mis párpados estaban sintiendo. 

En las garras del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora