CAPÍTULO 11

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- De verdad lo siento mucho, yo no quería hacer lo que hice, ellos me obligaron y...

- Shhh, cálmate no fue tu culpa - me habla All intentando calmarme. - yo soy la que te tiene que pedir disculpas por lo que mi padre te obligó a hacer y por todo el susto que le hizo pasar a tu mamá, está demente - termina diciendo poniendo su mano en mi hombro reconfortandome, pero aun no puedo con la culpa, el saber que si no hubiese atinado bien la pude haber matado es algo que no me puedo perdonar.

Cuando voy a responder lo que me dice escuchamos un estruendo proviniente del interior de la casa en donde estábamos, la casa que Burak tiene en Zaragoza.

- Creo que mejor me voy, tengo cosas que hacer. - mentira, en realidad lo único que queria hacer era irme de esa casa lo más rápido posible para no encontrarme a Burak.

Ni siquiera dejo que All intente detenerme, pues me incorporo del sillón y camino por la gran casa campestre llena de seguridad por todas partes dirigiéndome hacia la puerta, cuando la localizo apresuro mi paso, una vez que ya estoy frente a ella la abro y de repente una mano varonil la cierra impidiéndome salir, intento volverla abrir pero la fuerza de la persona me lo impide.

- ¿Estás huyendo de mí? - siento cómo su cuerpo Se aprieta más al mío haciendo que su deliciosa loción inunde mis fosas nasales y qué mi autocontrol flaquee.

- Tengo cosas que hacer - maldigo interiormente porque mi voz sonó muy débil, lo único que me faltaba para completar el acto era que de mis labios saliera un suspiro cuando sentí su respiración en mi nuca. Intentando arreglar las cosas acomodo mi postura para encararlo, cuando lo miro a los ojos recuerdo lo enojada que estaba con él. - sabes, quería decirte que eres un cabron hijo de puta, cómo se te ocurre quererme usar a mí para dañar a mi mejor amiga porque ya sé todo lo que te traías con Can ¡qué no te importa que otra persona sufra! ¡qué no te importa pasar por encima de alguien y lastimarlo con tal de obtener lo que quieres! - le grito todo lo que había guardado, pero al ver que se queda callado sigo. - ¿si quiera te importa alguien en este mundo que no seas tú y tus intereses?...sabes que...mejor me largo. - me doy la vuelta y él me detiene jalándome el brazo y atrayéndome a él para no poder escapar.

- Lorenzo destruyó mi vida matando y haciendo pedazos la única familia que me quedaba, no me culpes por querer vengarme por lo que hizo, y no, no me importa pasar por encima de nadie ni lastimar a quien sea con tal de conseguir lo que quiero. Tú qué vas a saber lo que es sufrir y perder a personas si eres solo una niñita inmadura con lindas piernas.

Mi mano no sé hace esperar e impacta contra su cara depositando toda mi rabia e indignación. Me doy la vuelta con la poca dignidad que aún me queda y por tercera vez hago el intento de largarme de una vez por todas de ese lugar.

- Ah no tú no te vas a ir de acá hasta que a mi me dé la puta gana y lo permita - habla Burak impidiéndome salir. - y en tu puta vida vuelvas a golpearme. - dicho eso me echa sobre su hombro.

- ¡Qué estas haciendo idiota! ¡bájame! - le grito y golpeó con todas mis fuerzas. - lo que estás haciendo es secuestro, ¡¡¡no puedes secuestrarme así como si nada!!! - sigo gritando como loca, es casi imposible que con todos mis gritos nadie más se de cuenta de lo qué pasa y venga en mi auxilio. 

En las garras del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora