05 ✝ INVITO INASPETTATO

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Rochelle

Si, esa era yo, una chica cobarde que huía del lugar más incómodo al que podría haber llegado huyendo, recae en lo irónico incluso si me dedico a analizarlo correctamente, cosa que se ve perturbada ya que bajo los escalones chirriantes con rapidez con la fe casi religiosa en que no va a seguirme a indagar nada, solo me dejara ir e ignoraremos toda búsqueda de respuestas. Si lo pienso, debe esconder mucho para haberme seguido la cuerda casi automáticamente, para haber tenido el coraje de enfrentar a la familia que tanto rencor le guardaba por su ausencia y encima, quedarse a esperar mi próximo movimiento.

Se que dicha fe funciona igual que cualquier otra fe, me convence de ilusiones que me benefician. Se que me va a forzar a darle detalles de lo que vi, de cómo conozco a Cesar o incluso, sería lo suficientemente perverso como para hacer un negocio. Me callo y me dice la verdad, no me involucro nunca más y me da su confianza.

Claro que en esta situación solo considero los extremos de sus capacidades, se me hace imposible si quiera pensar que me explicara algo porque si y ya, lo vi y ni modo, ahora debe revelarme todos sus oscuros secretos, no funciona así.

Camino por la banqueta lo más rápido que puedo sin llegar a correr y cuando llego a la parada de autobuses no espero mucho para subirme a uno, aunque pase o no por mi conjunto, estoy bastante acelerada para tener miedo en este momento. En el camino solo pienso en mi madre, trabaja todo el día porque le da pánico estar encerrada en la casa y me parece tan injusto como se acostumbró a ello, aunque no lo necesite, es decir, ya no tiene que hacerlo, ya no está endeudada. Solo lidia con todo y siempre tiene una sonrisa a pesar de que no siempre todo sea bueno o esté bien. Conozco a mi madre, ni siquiera este matrimonio puede desenfocarla de querer darme un futuro por sí misma, o poder tener algo suyo, completamente suyo, que obtuvo gracias a ella. Por eso la valoro, pero no la entiendo. No debería sonreír y ya o ignorar al mundo y ya. A veces quisiera tener la misma habilidad. Quiero sonreír, aunque el mundo sea una completa basura, aunque todo se me venga encima, aunque todos se pongan en mi contra. Quiero tener esa maldita resistencia, es un rasgo que logre percibir de muchos integrantes de mi familia en su tiempo, que por alguna razón siento ausente en mí misma.

De todas formas, solo pienso en todo esto porque no me siento fuerte justo ahora.

El pensamiento me abandona lentamente cuando camino algunas cuadras, efectivamente el bus no pasa tan cerca, camino hasta llegar al conjunto y al hacerlo cierro todas las ventanas, reviso todas las habitaciones. Busco algo que pueda usar para golpear o en su contra, sea información o utensilio. Luego de un rato encuentro una navaja pequeña, es lo suficientemente grande como para causar una herida grande o al menos filosa para amenazar. No sé cómo vaya a reaccionar, no sé qué tan molesto esté cuando piense que hice todo esto a propósito. Si, lo de seguirlo y ver cosas que lo ponían en evidencia, lo de César también es bastante a propósito, no me sorprende que sean hermanos. Ciertamente llegué a considerarlo en algún punto, tienen un parecido enfermizo, lo notas en su esplendor teniendo a los dos en el mismo cuarto, además tienen el mismo apellido y hacen caras parecidas, no se me hizo difícil llegar a una conclusión anticipada.

Ver fotos de Adam colgadas en la casa de César me impactó, y no por verlo a él sino porque había algo de registro sobre su pasado, no estaba tan en blanco como yo pensaba. Sé que tiene familia. Tuvo una infancia familiar sana si quiero sonar muy positiva, el divorcio de sus padres pudo haberle afectado, que sé yo. Debo averiguar por qué dice que su adolescencia fue horrible, debo averiguar más sobre su vida. Sé que estoy desarrollando un tipo de trastorno obsesivo extraño no diagnosticado con su vida, pero no pienso parar hasta entender cómo conecta todo esto.

'Empresario rico con buena vida y con un pasado oscuro por ser descubierto'. Ese podría ser el titular de mi periódico mental mientras averiguo muchas cosas. Me quedo sentada en el sofá con las piernas cruzadas y la espalda recta, cierro los ojos analizando todo, hallando fallas, conductas extrañas, algo de lo que pueda agarrarme, ya sé. César puede decirme algo, debe saber algo sobre todo esto... No, es ridículo fiarme de la información de alguien que tenía años sin verlo, esa conducta doble de Adam debe ser reciente, al menos hace los últimos cinco años.

Sangre De Cenizas © [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora