11 ✝ MALE AGLI ALTRI

92 14 12
                                    

Me levanto de golpe confundida al oír a la chica que acababa de conocer estar en la entrada de mi casa, dijo qué vendría en la tarde, no ha pasado más de una hora, debió de pasar algo así que me dirijo a la puerta y la abro lo suficiente como para vernos Adam y yo. En cuanto me ve rueda los ojos confundida entre ambos y solo lo empujo lentamente para darle espacio a ella para que entre.

—¿Cómo estás? ¿Sucedió algo? —le pregunto y asiente mientras pasa en silencio hacia la pared de cuadros.

—No tenía como avisarte que me surgió una actividad más tarde, no intercambiamos contactos y pues me da mucha vergüenza inte—

—No te preocupes, soy una distraída, igual no estaba haciendo nada —aclaro en un tono comprensivo.

Ella asiente regalándome una media sonrisa, de golpe sus ojos se ensanchan viéndome fijamente y frunzo el ceño llevando mis ojos al tipo detrás de nosotros y mis cejas se enarcan al notarle la boca, me paso los dedos por los labios y maldigo haciéndole caras. Él se percata de ello y me copia haciendo una mirada de complicidad casi desesperada y solo le hago señas para que desaparezca y entre gestos desaparece de manera discreta, me limpio rápido la boca y me paro junto a ella, permanece con una sonrisa que casi no puede disimular y toda esta escena me hace transpirar mucho más.

—Roy, tienes un poco de labial en... —susurra y cierro los ojos suspirando, me dirijo a la cocina dispuesta a buscar con que limpiarme.

—Estaba probando el labial, es...

—Claro, entiendo —aclara apoyada en el mesón con la vista en el patio.

Mientras le doy algunos mordiscos a mi pollo me fijo en que ella mira fijamente a Adam, quien no desapareció tan discretamente ya que estaba parado en el patio viendo la piscina fumando, formo una sonrisa al ver lo expresivo que es cuando nota que ella lo mira y se altera sobándose los labios pensando que todavía tiene labial corrido. Desearía burlarme un poco más, pero me perjudicaría también entonces solo decido llamar su atención.

—Lariss, ¿Tienes la tarea de cálculo? No entendí un punto y—

—Si, creo que la traje, déjame revisar —inclina su cabeza hacia su mochila y guío mis ojos a Adam quien parece limpiarse la boca con el dorso de su mano ahora como un ámbito ansioso— Sip, aquí está.

Me la muestra explicándome y término entendiendo fácilmente, el tiempo pasa y Adam avisa que estará trabajando en su oficina así que transporto nuestras cosas a mi habitación y terminamos los deberes ahí. Le ofrezco comida y mientras vemos un capítulo de una serie que casualmente compartimos las dos me hace una pregunta, claramente no se iba a quedar con la duda, estuve fingiendo demencia todo el rato, pero la intranquilidad me poseía continuamente.

—Roy, sé que es inoportuno —, comienza a decir y solo me concentro en la pantalla plana del fondo mordiendo una galleta, la volteo a ver frenética esperando a que no pregunte... eso.

—¿Qué cosa? —interrogo dejando mi galleta sobre el tazón, nuevamente fingiendo demencia.

—El esposo de tu madre y tú... ya sabes... —lanza la pregunta y me aturde haber anticipado todo esto.

—No. No, no, no ¿Piensas qué...? —Trato de negarlo, pero mi mente me traiciona y termino por reírme a carcajadas ansiosa mientras ella me mira incrédula— Dios que vergüenza, ¿Me iré al infierno por esto, cierto?

—¿O sea que sí? Dios mío... —Se carcajea formando un gesto de sorpresa.

—No es exactamente lo que parece, es más bien... —Se cruza de brazos y miro al suelo tratando de explicarlo, esto no puede arreglarse por ningún lado si soy honesta— Bueno, es exactamente lo que parece solo que...

Sangre De Cenizas © [Resubiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora