Ser honesto es quizás de las virtudes más destructivas y constructivas que existen; si eres honesto tus relaciones mejoran, pero si también eres muy honesto a no todo el mundo le gustará lo que dices y eso lo entendí justo cuando él me veía con una expresión de lástima y no entendía porqué, como si lamentara que me hubiera enterado de todo de este modo.
Y me refiero a todo porque ya no puede mentirme, ya no puede decir 'es un problema del trabajo', literalmente involucra drogas y tráfico de personas en las cosas 'del trabajo' que maneja ¿piensa esperar que crea algo parecido?
El ascensor se abre y él es el primero en salir, como si huyese y solo lo sigo con la intención de escuchar explicaciones, de entender porqué me mandó inicialmente a un club a 'averiguar sobre un ejecutivo que necesitaba hundir' y terminé enterándome que se relaciona con criminales. Abre la puerta y espera que yo entre para hacerlo él, deja sus cosas sobre una mesa de cristal y se comienza a desvestir como si estuviese ahogado y yo solo lo miro esperando alguna palabra de su parte.
—¿Te duele la cara? —Debe ser una broma, es imposible que cambie de tema.
—No cambies—
—Rochelle, déjame procesar las cosas, déjame ducharme y acostarme y hablamos luego de eso ¿bien? —Suena decidido así que solo ruedo los ojos aceptando lo que dice.
Camina en boxers hasta el baño y se encierra en el mientras yo recorro este departamento; tiene tres habitaciones, un balcón, dos baños y una amplia cocina. Este parece ser otro barrio lujoso así que decido comenzar a cambiarme en la habitación principal, quitarme cada cosa se vuelve un poco complicado pero lo logro y solo me quedo en corset y bragas.
Me miro en el espejo tratando de atinar con las manos el nudo que el imbécil le hizo pero no lo encuentro, trato de zafarlo jalando de algunas tiras pero me desespero y de la nada lo veo entrar en la habitación en toalla.
—¿Cómo me quito esto exactamente? —Me quejo y él solo sonríe bajando la cabeza.
—La idea era que me buscaras para quitarlo —Lo odio tanto que solo le hago una cara de enojo mientras está detrás de mi desatando el nudo.
me corre el cabello hacia un hombro y siento su piel fría con olor a jabón.
—¿Qué me voy a poner? —pregunto cayendo en cuenta que este lugar parece vacío.
—¿Quién dijo qué nos pondremos algo? —Me habla con humor y solo pienso que lo hace para bajar la tensión.
—Adam. —Le hablo en un tono de advertencia.
Suspira —Tengo algunas camisetas en un cajón —Responde a mi tono amenazante y solo me quedo tranquila porque siento como cada vez puedo respirar de mejor manera.
Al quitármelo solo lo hice a un lado en busca de esas camisetas ya que no puede pretender que con su verga se solucionan todos los problemas y menos estos problemas.
Las encuentro y me pongo la que considero más cómoda y al llegar a la habitación todo estaba oscuro y solo me senté de un lado de la cama mientras él permanece acostado con el torso desnudo y con unos shorts playeros en la parte baja que jamás le he visto antes.
—¿Vas a contarme lo que sucede o tengo que adivinar? —le pregunto.
—¿Qué podrías adivinar? —Me reta a hacerlo.
—Me mentiste, los problemas que te involucran no están relacionados con el trabajo y en realidad es algo más grande y complejo, muy ilegal de lo cuál quieres que esté fuera —explico rápida y tranquilamente.
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Sangre De Cenizas © [Resubiendo]
Misterio / SuspensoRochelle Rei es mi nombre, nací en Lisboa, Portugal y toda mi vida viví allí hasta mi adolescencia en donde algunas circunstancias ocasionaron que tuviera que emigrar al extranjero. Sin perseguir ningún sueño, en búsqueda de ninguna oportunidad, sol...