Capítulo 22

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Quiero que sepas que has sido el último sueño de mi alma.
(Charles Dickens)




«Voy a estar bien. Siempre estoy bien. Es sólo un día más.»

Alejandro no dejaba de recordar esas, sus últimas palabras. Quizá debería haberle dicho la verdad a Michael; porque, si algo le pasaba hoy tratando de capturar el alma de Susan, ni siquiera habrían tenido una despedida. La despedida que dos seres cuyas almas están entrelazadas se merecen. Además de que Michael, con todas las lagunas sin recuerdos que todavía tenía, iba a sentirse perdido.

Desde niño él creció escuchando que “No debes tener pensamientos negativos, porque atraes lo malo”, que tú mismo te provocas –al pensarlas o imaginarlas– las tragedias de tu vida. Pero él no creía en esa idea, para él no era verdad. Porque, oye, no es como que de niño él pensaba “¿Y si un día un brujo malvado toma las vidas de mis padres y después el hermano de dicho brujo resulta ser mi alma gemela?” y aun así sucedió.

Eran simples posibilidades. Quizá a veces nos pasamos de negativos, pero todo sigue siendo posible. Y hoy en el espectro de posibilidades había dos extremos: uno era que lo lograra, que atrapara el alma de Susan y pudieran ayudar a Wolf y la segunda que algo saliera mal y la harpía los atacara a ellos. Claro que dentro de estos dos extremos había infinitos resultados posibles.

Alejandro suspiró y luego tomó una respiración profunda antes de subir las cortas escaleras que los dirigían a la Central. Aquellas que sólo unos meses atrás Michael subiera para encontrarse con él y así cambiar su vida. Cerró los ojos con un pensamiento en mente, «Todo va a estar bien», entonces empujó la puerta y entró. «Aquí vamos».



* * * * *



Alejandro intentó no prestarle mucha atención a  Cris, que estaba sentado en una mesa solitaria, para no llamar la atención sobre él. Aunque en realidad nadie parecía notarlo. Y Alex sabía que no es porque fuera invisible, simplemente Cris los estaba bloqueando: cuando alguien estaba por acercarse a él o preguntar qué hacía ahí, él los hacía centrarse en algo más. Era simplemente magia. Y Alejandro tenía que ser rápido haciendo su parte, porque Cris seguía siendo un aprendiz y todavía no tenía control total de su magia, podía acabarse en cualquier momento y arruinar todo esto.

Alejandro fue hasta su propio lugar de trabajo y, después de hacerle una seña discreta a Cris para que supiera que ya iba a comenzar, sacó su bloc.

El papel de Alejandro aquí era retratar a Susan, que no era tan simple como parecía. Y el de Cris era un poco más complicado: tenía que congelarla durante algunos momentos cuando Alex tuviera el ángulo perfecto para capturar su imagen, todo esto sin que se diera cuenta ella de lo que estaban haciendo.

Cris asintió levemente. Cerró los ojos durante unos segundos y algo brilló entre sus dedos que se movieron un poco.


* * * * *


Michael frunció el ceño. ¿Qué era eso en su pecho?

Cerró los ojos para concentrarse. Era como si algo se alojara dentro de él, justo en su pecho, y alguien lo removiera, llevándolo hacia su estómago. Se sentía con fuerza y le erizaba la piel, sus vellos estaban de punta y tenía escalofríos.

Con Alejandro a veces sentía algo así. Cómo si algo en su interior se agitara. Pero era diferente, ese "algo" con Alex lo hacía sentirse seguro, con la necesidad de estar cerca de él y, finalmente, completo.

Almas entrelazadas (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora