"VIII". Paz

79 29 32
                                    

  Cuando Jon avisó que ya habíamos llegado, de inmediato me lance sobre el hombro de Steve para poder ver a través del parabrisas delantero.

  Frente a nosotros había una cabaña de madera color caoba oscuro; se notaba que era una construcción algo antigua, lo supe al ver sus cimientos. A pesar de que estaban llenos de moo y de vegetación muerta, no habían indicios de que ese lugar estuviera  deteriorado, es más, el jardín parecía haber sido limpiado hace poco; pero, ¿quien podría haberlo hecho?, ¿quien sería capaz de vivir en un lugar tan distante, tan adentrado en un bosque?

  Era un lugar muy alejado como para poder ser una casa de campo donde sólo pasarían las vacaciones de alguna festividad, realmente no tenía esa apariencia; Además, al no verse abandonada, quiere decir que alguien vivía allí.

  No sabía dónde estaba, o que lugar era ese, ni siquiera sabía por qué estábamos allí. Lo único que podía dar por sentado es que era un lugar "seguro", o ese quería creer.

  Luego de que nos estacionamos, Jon nos pidió que lleváramos las cosas del maletero dentro de la cabaña, él se apresuró y abrió la puerta para luego volver por Sam y llevarla hasta una banca acojinada que estaba justo en el porche de ese lugar al que acabábamos de llegar.

  Por algún motivo, me volví muy desconfiada. Pudo haber sido por todas esas veces que me han hecho daño. Pero ninguno de los que me acompañaban en ese momento lo habian hecho, sabía que eran capaces de arriesgar su pellejo e incluso su vida por mí, ya me lo habían demostrado; Sin embargo... No podía parar de dudar de ellos.

  Al bajarme me quedé viendo los alrededores, era un lugar bastante calmó, podía escuchar las aves cantar. El bajar el equipaje fue cuestión de minutos así que me puse a caminar por allí para inspeccionar el lugar.

  Mientras caminaba por el sendero pude ver en la lejanía por el mismo camino por donde llegamos, una silueta, que por algún extraño motivo me hizo sentir pánico extremo así que corrí para esconderme detrás de Steve.

  Éste inmediatamente se arrodilló frente a mí para intentar calmarme, estaba atemorizada, veía una figura oscura caminando hacia nosotros, tuve un colapso nervioso sin tener un motivo, empecé a llorar y me deje caer en el suelo lleno de hojas para terminar en posición fetal.

  Steve intentaba calmarme pero no podía, así que llamó a Jon quien acudió en seguida a donde me encontraba.

  La voz de Jon me calmaba, esa voz gruesa pero a su vez suave que te proporcionaba seguridad sin importar que te estuviera ocurriendo, la voz de un hombre de verdad.

  Entre mis quejidos descubrí mi rostro para poder verlo a la cara... Pero allí estaba aquella silueta que se acercaba a nosotros, que ahora se encontraba parada justo detrás de Jon.

  Mi ser estaba impregnado de terror, mi cobardía había vuelto, mis impulsos me dominaron en ese momento. Empecé a gritar, patalear y lanzar golpes en todas direcciones como si intentará defenderme de algo.

  Sin previo aviso recibí una bofetada con suma intensidad que me hizo girar el rostro a un costado en menos de un segundo; pero gracias a eso pude volver a la cordura. Empecé a mirar al suelo antes de poder escuchar con claridad lo que me decían nuevamente.

—¡Scarlet!, ¡Scarlet!, ¿¡Estas bien!?, ¡Responde!

  Observe a Jon por el rabillo del ojo para poder responder.

—Si, ya estoy mejor, no se preocupen, sólo estoy un poco aturdida por la bofetada.

—¿¡Ves mamá!?, La golpeaste muy fuerte.—Dijo Jon con tono de reclamo.

ScarletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora