"XII". La llamada

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  Cada día que pasa es un misterio, así como lo es, el motivo incierto del por qué suceden las cosas que nos llevan hasta donde estamos.

  Muchas veces me pregunté a mi misma que fue lo que hice para merecer todo esto, o simplemente... Por qué las cosas son tan injustas.

  Es cierto, existen mas momentos deprimentes y de rabia, que los momentos felices que lleguemos a experimentar. Pero son esos 5 o 10 minutos los cuales le dan sentido a lo miserable que seamos.

  En mi caso, mi vida está repleta de tragedias, los pocos que han llegado a escuchar la historia, me ignoran o simplemente se ríen por hacerme la "víctima". Quizás por eso son contadas las personas que realmente conocen la verdad de los hechos.

  Incluso siendo una niña solía ser desconfiada; pero fueron pocos los que se ganaron dicho privilegio de confiar en ellos, como lo fueron Sam y toda su familia.

  Por ese motivo es que me sentía cómoda estando con ellos, y me daba miedo que eso se acabará en cualquier momento.

  La llamada entre Jon y Steve parecía interminable aunque no tenía ni la menor idea de cuánto duró, las tres sólo esperamos que la conversación terminara para que nos dieran una respuesta, que por lo menos nos tranquilizara.

  Jon aparentemente necesitaba más privacidad, por lo que salió de la cabaña y siguió con aquella charla con Steve. Yo caminé detrás de él y me quedé parada en la puerta mientras lo veía moverse de un lado al otro, sus movimientos lo hacían ver agitado o incluso disgustado, sostenía con una mano el teléfono y con la otra hacía señas imperceptibles para Steve; pero para mí que lo observaba a la distancia, podía darme cuenta que no le gustaba en lo absoluto lo que escuchaba.

  Después de unos cuantos minutos Jon regresó. Quise preguntarle si estaba "bien", pero era obvio que no, es más, en ese momento sólo pasó a mi lado sin decir ni una sola palabra, ignoró todo a su alrededor y procedió a sentarse y seguir con el análisis de aquellos extenuantes documentos.

  Me acerqué nuevamente a Sam y Karla, quienes no tenían ni mera idea de que decir. Samantha intento sacarle las palabras, pero Jon no accedía a hacerlo, ni siquiera se molestó en voltear a verla.

  Al ver que el intento de su hija había fracasado Karla siguió insistiendo.

—Hijo, ¿Que fue lo que dijo Steve? —Esperó un par de segundos— ¡Con un demonio Jon, habla de una vez!, ¡Tú mismo dijiste que todos teníamos parte en esto!

  El misticismo de Jon era algo frustrante, llevando a los demas a su alrededor a un estado de inseguridad.

—¡Por favor, hermano!, Nos tienes preocupadas. —manifestó Samantha.

  Ya en este punto se sentía un muro en medio de nosotros, es como si nosotras no existieramos, no quería quedarme sin hacer nada, por eso yo también hice el intento.

—Jon... —esta vez al menos se dignó a ver en nuestra dirección— ¿Tan malo fue lo que dijo? —nuevamente se enfocó en su misterio.

—¡MALDITA SEA! —Karla camino hasta donde estaba Jon y lo sujeto por el cuello de su camisa, sin cuartel le da un puñetazo en su mejilla derecha dejándolo desorientado— ¡Deja de ser estúpido y empieza a hablar, lo que sea que te haya dicho no va a cambiar. Y tarde o temprano nos vamos a enterar! —palabras sin efecto— ¡DEMONIOS!, ya entiendo porqué Scarlet estaba tan enojada contigo, si no nos dices lo que te dijeron en esa llamada, yo misma le preguntaré. Así que procede.

  Sam ni se inmutó a diferencia de mí que no esperaba una reacción tan... agresiva de parte de Karla.

  Le dieron unos momentos para que quisiera contarnos, pero ni aún así lo hizo.

ScarletDonde viven las historias. Descúbrelo ahora