Capítulo 16: Vampiros, caníbales y fantasmas

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- Eso huele bien.- Admitió la rubia.
- Y sabe mejor.- Sonrió Jughead.
- No hablaba de la comida, hablaba de tu cuello. Aunque tienes razón, sabe mejor.- Mordió el cuello de Jughead.
- ¿Eres vampiro ahora?.- Se rió.
- No y no me molestaría serlo.-
- Ya siento.- Se rió mientras la rubia lo besaba y mordía.
- ¡Auch!.- Se quejó
- Lo siento, creo que me entusiasmé demasiado.- Se encogió de hombros.
- Así parece.- dijo mientras seguía cocinando.

Luego de almorzar, limpiaron todo, salieron un poco a la piscina y, dos horas después, Betty hizo que Jughead la acompañara a lo que sería una sesión de meditación.

- ¿Y esto de que me servirá?.-
- Te ayudará con la ansiedad, el estrés y a relajarte un poco.- Dijo la rubia mientras se sentaba en el césped.
- ¿Qué tal si yo voy a la piscina mientras tú haces esto?.- Dijo intentando irse.
- Jughead, me pediste que te ayudara y que te mostrara lo que me gusta hacer aquí, así que mueve tu trasero y siéntate junto a mi.- Pidió ella.
- Bien. ¿Qué se supone que tengo que hacer?.-
- Debes sentarte, cruzar tus piernas de esta forma.- Ella lo ayudó.
- Ahora pon tus manos así.- Volvió a ayudarlo.
- Cierra tus ojos y comienza a controlar tu respiración, no pienses en nada, solo controla la forma en que respiras.-

Luego de eso la rubia puso un poco de música para ambientar y comenzó a hacerlo ella también.

- Betty, no puedo, no puedo evitar pensar en algo.-
- Jug, solo concéntrate en tu respiración y cuando te des cuenta que estás pensando en otra cosa vuelve a concentrarte en tu respiración.- pidió para rubia sin abrir sus ojos.

Ambos abrieron sus ojos lo que pareció ser unos minutos más tarde por el sonido de una alarma.

- Listo, ya meditamos una hora.- Dijo ella mientras abría sus ojos.
- No ha pasado una hora, fueron solo cinco minutos.- Dijo Jughead.
- Mira por ti mismo la hora.- Le mostró su celular.
- Es imposible.- Negó con la cabeza
- ¿Y pudiste hacerlo bien?.- Preguntó ella.
- Me costó un poco, pero sí.- Asintió con la cabeza.
- Tengo hambre. ¿Vamos a preparar la cena?.- Dijo ella mientras se levantaba del suelo.
- Cocinas tú, yo ya hice el almuerzo.- Dijo Jughead.
- Pensé que tú cocinarías todo el día.- Lo abrazó.
- ¿Quieres que yo cocine?.- Dijo mientras la abrazaba.
- Sí.-

Luego de cenar estaban ambos limpiando lo que habían ocupado hasta que Betty se le acercó a Jughead y lo besó. El chico la tomó y sentó en un mueble mientras la besaba. Betty le quitó la camiseta a Jughead y volvió a besarlo. Por su parte, él como pudo quitó también la camiseta y comenzó a besar el cuello de Betty.

- ¿Dónde tienes los condones, Jug?.- Preguntó mientras él le besaba el cuello.
- En la habitación.-
- Entonces será mejor que vayamos hacia allá.- Lo empujó levemente y se bajó de la encimera.

Cuando Betty estaba en medio del pasillo que la llevaba hacia el segundo piso, Jughead la tomó de una mano e hizo que ella se volteara, la tomó en sus brazos y pegó la espalda de la rubia a la pared para seguirla besando.

-Si sigues así terminaremos antes de lo usual.- Dijo Betty en un jadeo.
- No planeo hacerlo, de hecho quiero que dure más.- Volvió a besarla.
- Entonces no me sigas haciendo esto porque te juro que me voy a correr aquí y ahora mismo.- Lo empujó y se bajó de las piernas del chico.
- Pero si no he hecho nada.- La miró riéndose.
-Por lo mismo.- Corrió por las escaleras mientras se quitaba el poco de ropa que le quedaba.

Jughead la observó correr y se quedó riendo a carcajadas mientras la veía correr, quitarse la ropa y soltarse el cabello.

-¡Si no te apuras y llegas aquí en veinte segundos cerraré con llave la puerta de la habitación y te quedarás sin sexo!.- Gritó la rubia.
- ¡Mierda, no!.- Jughead se puso a correr mientras subía las escaleras y se quitaba la ropa.

Al entrar a la habitación Betty lo estaba esperando atrás de la puerta de forma que Jughead no la viera, esperaba el momento exacto en que él le diera la espalda y ella pudiera empujarlo a la cama y subirse a sus piernas para besarlo.
Tal y como ella lo había pensado, Jughead la estaba buscando y le daba la espalda así lo empujó para subirse sobre él con intensidad.

🔜🔜🔜

Jughead había quitado su boca de la entrepierna de Betty y también la haía sacado de encima de él, haciendo que la chica despegara su boca de su miembro.

- ¿¡Qué te pasa!?.- Gritó ella frustrada.
- Te dije que haría que durara más y si ambos seguíamos así nos íbamos a correr - Se rió.
- Idiota.- Lo miró molesta.
-No lo creo.- La volteó haciendo que quedará recostada de estómago.

Jughead comenzó a besar y morder todo el cuerpo de Betty de manera muy suave y lenta, provocando que más gemidos salieran de la boca de la rubia.

-Jughead, si no quieres hacer que me corra así por favor toma el maldito condón y póntelo ahora. No sigas jugando.-
-Eso era lo que estaba esperando.- se separó de ella y tomó un preservativo de la mesita junto a la cama.

Jughead se puso el preservativo y miró con una ceja alzada a Betty que lo esperaba para subirse sobre él.


-Oh, no me mires así, sabes que al principio me gusta ir arriba.- Dijo ella para empujarlo y subirse sobre él.
- Si lo sé.- Dijo mientras tomaba su miembro con una mano para ayudar a Betty.
- Hoy tienes permitido ser animal.- Dijo ella para comenzar a moverse.

🔜🔜🔜

- Jughead me dejaste marcas en todas partes.- Dijo mirándose en el espejo
- ¿Ups?.- Se rió.
-  Me marcaste el cuello, los senos, el abdomen, las piernas y la entrepierna.- Continuó observándose.
- Y eso que tu no te ves la parte trasera del cuerpo...- Riéndose.
- ¡Jughead, tengo marcas rojas y de tus  dientes en mi trasero!.- Gritó.
- Yo también podía ser vampiro.- Despegó la vista de su libro.
- Es que tú eres vampiro y caníbal. Esta vez te pasaste.- Caminó hasta la cama
- ¿Tengo que disculparme?.- Alzó una ceja .
- Deberías.- Se cruzó de brazos.
- Además, de maquillaje solo traje una máscara de pestañas, un labial y un corrector de baja cobertura. ¿Cómo se supone que me tape todo esto?.- Se recostó.
- Betty, estamos solos, nadie te va a ver. Hasta el viernes.- Se rió.
- Esta casa era de mi abuelos, Jughead. ¿Qué pasa si sus fantasmas andan por aquí?. - Se llevó las manos a la boca.
- ¿Estás hablando enserio?.-
- Sí.-
- Bueno, eso no te importó mientras andabas desnuda por todas partes, no te preocupó anoche y tampoco te importó hace un rato, en esta misma cama.
Si realmente eso sucediera, creo que los fantasmas de tus abuelos se hubiesen espantado y largado a la primera que vieron a su nieta desnuda o a la primera que la escucharon gemir.-
- Te odio.- Le golpeó el hombro.
- Sabes que tengo razón, pero no me odias a mí, odias que tenga razón.-
- Sí.- Se mordió el labio.
-Te juro que si lo hiciste por Fangs...- Él la interrumpió.
-No lo hice por él, no soy idiota ni tóxico, Betts.- La miró serio.
-Lo sé.- Besó la mejilla de él.
- Iré a lavar los trastos que dejamos sin limpiar hace un rato.- Dijo mientras se levantaba de la cama.

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