Obsesión

Epílogo

- Repíteme por favor cuál fue la razón por las que los dejamos salir. ¿Por qué dejamos salir a Forsythe?.- Jughead se quejaba mientras se vestía.
- No lo sé, son adolescentes. Querían salir. ¿No te acuerdas cómo eras tú?.- Betty se rió.
- Sí. ¿Pero tenían que heredar esto de ambos?. ¿No podía ser algo que pasaran por alto?. Además, yo era un adolescente traumado y el alcohol era mi vía de escape, lo fue hasta el tercer año en la escuela cuando me llevaste a una reunión de alcohólicos anónimos. ¡Yo no era alcohólico!.- La miró mal.
- No lo eras, pero ibas en ese camino.-
- Pero admite que lo pasamos bien.- Pidió él riéndose.
- No me puedo quejar.- Se rió.

Lo cierto es que eran las cuatro de la mañana y Kimberly, la novia de Forsythe, los había llamado porque Gigi y FP estaban ebrios y mal en una fiesta.

- ¿Crees que nos encontremos a V y Arch allí?.- Preguntó la rubia mientras se subía al auto.
- Puede ser. Algo me dice que Meg y Jake también lo están. ¿Crees que esta cara los convenza de que estoy enojado?.- Dijo lo último mirando a Betty.
- Estarán ebrios, da igual, mañana tendremos que decirles algo, hoy solo nos reiremos de ellos.-
- Pondré mi celular a grabar en la parte de atrás.- Dijo Betty pasándose a los asientos de atrás.
- ¿Qué?. Es buen material para chantajearlos.- Se rió.
- ¿Trajiste bolsas?. No creo poder soportar el olor a vomito en el auto.- Preguntó Betty.
- Traje ocho.-
- Hombre precavido vale el doble.- Betty le guiñó un ojo.
- Me hubieses dicho eso hace años atrás.- Se rió.
- Cállate y conduce.- Devolviéndose al asiento del copiloto.

Mientras iban de camino Archie les envío una foto por mensaje de texto a Betty y Jughead.

- No te preocupes, es Archie. Te envió la misma fotografía que a mi.- Dijo la rubia mientras se ahogaba de la risa.
- ¿Qué te pasa?.- Frenando el auto mirando la pantalla de su celular.
- ¡Dios!.- Dijo comenzando a reírse.

Lo cierto es que la foto era muy graciosa. Gigi se encontraba cubierta con una manta desde la cabeza, mientras Meg intentaba darle de beber un café con una cuchara, pero fracasaba porque apuntaba a la frente de la chica.

- ¿Se supone que debemos enojarnos?.- Preguntó riéndose.
- Voy a tener que sacar mis dotes actorales ocultos.- Betty se rió.
- No seas así, señora escondí mis sentimientos por años.-Jughead se rió.
- No es gracioso.- Lo miró mal.

- Hola.- Jughead saludó a Archie y Verónica.
- Hola.- Saludaron ellos.
- ¿Cómo están?.- Dijo Betty cubriéndose abrazándose a ella misma por el frío.
- Ven.- Jughead la acercó para abrazarla por la espalda.
- Bien, pero Jake no.- Verónica se rió.
- ¿Bebió demasiado?.- Preguntó Betty.
- Demasiado. ¿Tienen bolsas?. No quiero que me vomite el carro.- Habló Archie.
- Ten.- Betty le extendió una.
- Vamos por los niños.- Habló Jughead.
- Yo voy por Gigi y tu por FP.- Sugirió Betty.
- Bien, nos vemos aquí.- Jughead la besó para tomar caminos separados.
- ¡Forsythe está en el patio de afuera y Gladys en la sala!.- Gritó Verónica.

- Jughead, recuerda que debes parecer enojado, recuérdalo por favor.- Se repetía.

- Mierda... se supone que no debo reírme, es mi hijo y podría estar con un coma etílico.- Dijo al ver a FP llorando recostado en el pasto, mientras Kimberly lo consolaba.

- Forsythe.- Habló Jughead.
- ¡Ay no, me van a matar!. ¡Bésame por última vez y después prométeme que serás como Julieta y te suicidarás por mi!.- Se aferraba a Kimberly.
- Hola, Señor Jones.-
- Hola, Kim.-
- Papá, por favor no le digas a mamá. Hago lo que quieras. Esto no es mi culpa me pusieron ebrio yo no quería.- Mientras seguía llorando.
- Le advierto que luego del llanto viene la risa.- Kimberly se paró junto a FP.
- ¿Qué bebió?.- Le preguntó a Kimberly.
- Partió con vodka, luego él, Gigi y sus primos se tomar un shot de tequila, luego se tomó unas cervezas, otro shot, pisco, otro shot y al final estaba con vodka.-
- ¿Entonces pasó de algo con muchos grados de alcohol a otro con pocos en cosa de minutos?.- Preguntó y ella asintió con la cabeza.
- Debo enseñarle a beber.- Negó con la cabeza.
- Vamos a casa y hablaremos bien.- Jughead lo ayudó a que caminara.
- ¡No, Dios!. ¿¡Por qué!?.- Gritó Jug cuando su hijo se volteó a vomitarlo el césped.
- Ahora debo sobarte la espalda.- Comenzó a pasar su mano por la espalda de su hijo.