𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐈𝐄𝐒 • Kio Cyr

39.

Narrador omnisciente

Las miradas vagaban entre el moreno y la castaña, que estaban como 10 centímetros de distancia entre ellos, ambos con la mirada posada en sus celulares haciendo como si nada pasara.

—bueno, tengo que irme— murmuró Bryce levantándose del sillón, todos lo miraron y sin disimular, les hizo algunas señas sus otros amigos, para que dejaran a Kio y Meredith a solas, ellos lo captaron al instante y salieron de la casa corriendo.

Kio vio la oportunidad para irse de la sala a su habitación, así como lo había estado haciendo las última semanas.

—¡Kio! Espera, tenemos que hablar— habló Meredith desde abajo de las escaleras, él la miró sin ninguna expresión y bajó lentamente las escaleras, sin ganas.

—¿qué quieres hablar, Meredith?— dijo el moreno bufando, algo dentro del pecho de Meredith se aceleró, un nudo en su garganta se formó, él no solía llamarla por su nombre, y menos en ese tono.

—¿qué está pasando? Con nosotros, cada día te vuelves más distante, solo me hablas para pedirme la mermelada en la mesa, y luego subes a tu habitación, te encierras y ni siquiera me abres cuando estoy tocando tu puerta. Te dejé de insistir porque creí que talvez tienes problemas que no quieres contarme, y está bien, lo comprendo, pero soy tu novia, quiero saber si estás bien.

—estoy bien Meredith, no tienes porque preocuparte, estas sobreactuando— la castaña se había quedado sin palabras, ¿acaso dijo, sobreactuando?

—¿sobreactuando? ¿Crees que estoy paranoica? Solo quiero saber si estás bien, que puedes confiar en mi, te estoy dando mí apoyo y dices que estoy sobreactuando, genial— murmuró lo último mientras caminaba hacia él, Kio al ver sus intenciones dio media vuelta y siguió caminando, Meredith caminaba detrás de él, no iba a permetir que comenzara a tratarla así, no iba a permitir que Kio la botara sin decirle oficialmente la palabra dolorosa "terminamos". —¿quieres terminar? ¡solo dilo! ¡no tienes porque ignorarme! Sé valiente y sueltalo— el moreno al escuchar a su novia diciendo eso, se paró, frunció el ceño, había sonado tan firme, así que no iba a lucir intimidado por ella, se giró sobre sus talones y la miró.

—quiero terminar Meredith— susurró con un nudo en la garganta, ella quedó estupefacta, no creía que él de verdad iba a dejarla, por su mente pasaron millones de preguntas, ¿había hecho algo mal? ¿no había sido lo suficientemente buena para él? ¿aún no había superado a Olivia?

—bien— respondió fríamente, secó una de las lágrimas rebeldes que se le escaparon y cuando se dio vuelta, él volvió a hablar.

—no lo hago porque quiera a otra chica, mer, ni porque no me hayas hecho feliz, me hiciste el chico más feliz del mundo, pero estoy roto, estoy tan roto y no me había dado cuenta hasta ahora, ahora que me la paso llorando en las noches porque me siento insuficiente, ahora que cada vez me sienro abrumado, quiero estar solo, quiero pensar, y si la vida nos quiere juntos, entonces, voy a buscarte, pero mientras, hay que dejarlo, hay que terminar— Meredith giró de nuevo a verlo y asintió, sin ninguna expresión, solo con sus ojos cristalizados y un pequeño puchero que se formó en sus labios porque estaba llorando, Kio asintió también y caminó hasta su habitación.

Meredith seguía parada, en el mismo lugar en donde Kio había terminado con ella, estaba completamente segura que Kio era feliz, feliz con ella y con todos, pero ahora sabía que no era así, y él no quería ayuda, y eso le hacía pensar que era egoísta de su parte, pero no podía culparlo, a veces queremos estar solos, para pensar, para dejar de tener preocupaciones y ella iba a dejarlo, para que volviera a ser el feliz Kio que sus fans ven en sus vídeos.