Una pequeña historia

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Nota del autor: Se viene un episodio más largo y algo distinto del resto.
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Hace un tiempo en Michigan, cuya fecha no me quiero acordar, por la ruta 66 en la entrada de Royal Woods, se veía un pequeño auto color café entrando en la ciudad.
Dentro del mismo se encontraban un padre y su hija, quienes planeaban empezar una nueva vida en esa ciudad, lejos del pasado.
El padre era un hombre de 35 años que parecía 5 años más viejo, esperanzado de poder empezar de nuevo en esa pequeña ciudad lejos de las grandes megapolis y pensando al mismo tiempo en el pasado y futuro.
La niña, de tan solo 6 años estaba confundida y asustada, ella no quería irse de su antigua escuela en Detroit, en ese lugar estaban todas sus amigas y conocidos, a la vez que ahí vendían las mejores pizzas del país, ella quería quedarse en su antigua casa, vivir su vida normal antes de que eso pasara, antes de lo de su mamá...
Y ahora de la nada ella tenía que volver a empezar de cero, y esta vez sin ella, sin su madre, que ya no volvería a estar a su lado en las noches cuando ella no podía dormir, cantándole canciones de cuna, eso ya no volvería a pasar.
Todavía recordaba ese trágico día, ella estaba en su salón de clase haciendo un dibujo de lo que quería ser de grande, cuando su maestra le llamó, y le dijo que se tenía que retirar por asuntos familiares, al llegar a su casa, se encontró a su papá hablando con un policía.
Era la primera vez que lo veía llorando, y eso la alarmó, no tardó mucho en enterarse que su madre se había accidentado, y que ya no la volvería a ver, eso hacía ya tres meses, y ahora estaba junto con su padre entrando a una nueva ciudad.
Su nuevo hogar no era tan bonito como él anterior, este no tenia un patio, ni tampoco un árbol con un columpio, este nuevo hogar era más pequeño y era un apartamento con dos habitaciones, un baño y una cocina/sala, su escuela también era diferente, habían diferentes compañeros y maestros, además de que la pizza no era tan buena en esa escuela, la niña tardó un tiempo en acostumbrarse al cambio, sin embargo, lo que más recordaba de esos días era a su papá llorando en altas horas de la noche, pensando que su hija estaba dormida,en ese momento, la niña creía que lloraba por su madre y por las cuentas que él no podía pagar debido a su nuevo trabajo (su padre siempre fue malo escondiendo cosas), pero luego de un tiempo ella llegó a la conclusión de que él lloraba por ella y su futuro.
Entonces un día todo cambio, cuando el autobús escolar la dejó en su casa su padre ya estaba ahí, mirándola con una alegría que no había visto en mucho tiempo, cuando él la vio, la abrazó fraternalmente mientras decía que ahora todo iba a mejorar para ellos dos y le contó todo.
Luego de que su esposa falleciera, el ya no podía seguir viviendo en Detroit, ya que, con solo su salario no alcanzaba para seguir viviendo su vida normal, además de en su casa, donde sea que mirase, el recordaba a su esposa, por lo que, al llegar a Royal Woods espero empezar de nuevo, y conseguir un trabajo que le gustase, siguiendo el sueño que tenía de adolescente: trabajar en Robótica.
Sin embargo, las cosas no fueron como él esperaba, en Royal Woods el trabajo de ingeniero en robótica no era muy solicitado y luego de varios días de búsqueda sin resultado se resignó a tomar un empleo provisional de mesero en un restaurante cerca de su casa.
El trabajo era un poco mal pagado, aunque la principal razón por la que lo había tomado era por la cercanía a su apartamento y por que él tenía libres las tardes y podía pasarlas con su hija, esa fue la única razón por la cual él siguió ahí.
Los días, semanas y meses pasaron y el hombre lograba pagar siempre la renta, sombrándole muy poco dinero para él y su hija, cuando un día algo cambió su vida.
El día había sido normal, había atendido a varias personas y estaba aburrido esperando las órdenes para entregarlas, cuando vio a lo lejos que en la mesa 7 un niño estaba haciendo algo mientras su padre le intentaba ayudar.
Al momento de darle sus comidas al padre y su hijo, vio que lo que hacían era un pequeño robot, que para él era fácil armar.
Curioso, les pregunto que hacían.
El padre le explicó que su hijo tenía una feria de ciencias y que quería llevar ese robot como su proyecto, pero ni con la ayuda de su padre, él lograba que funcionara.
El hombre viendo que podía ayudar les pregunto si podía echarles una mano, a lo que tanto padre e hijo dijeron que si.
El hombre no tardó ni diez minutos en hacer funcionar el robot, asombrando a padre e hijo.

Protector LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora