Después de haber llamado al chico del supermercado, que me he enterado de que se llama Bob Morgan , por cierto, me voy al salón, dónde está el resto de mi familia viendo la televisión. Yo me siento en el sillón rojo (mi sitio) a leer.
Cuándo se pone muy interesante la historia que estoy leyendo, alguien llama a la puerta, y como los cinco están muy enganchados, mirando el partido (soy la única que no le gusta ver deportes en el televisor), me piden que abra yo.
Antes me pongo una sudadera que está colgada en el perchero de la entrada, que es de mi padre, aunque siempre me la uso yo. En ella pone New York. Una ciudad según mucha gente, impresionante, aunque prefiero la tranquilidad de las afueras.
Abro la puerta y veo que está diluviando. En el porche, está Noah empapado y tiritando. Le cuesta mantenerse en pie, supongo que habrá bebido.
Salgo fuera y cierro, no del todo, la puerta de casa.
-¿Pero se puede saber qué te pasa? ¿Estás loco? ¡Así conseguirás resfriarte!-le digo histérica. ¿Qué concepto no ha pillado de "déjame en paz"?
-Yop... Yop queruia decirtue quee lo siento puor todo-responde él, cómo si fuese algo obvio. Además, habla cómo un borracho.
Tengo dos opciones, cerrarle la puerta en las narices o invitarle a entrar. Si le dejo fuera, dudo que consiguiese llegar a casa sano y salvo, incluso dudo que no cogiese una neumonía, y si le pasase algo grave, no podría perdonármelo, por más que no le aguante. Así que, a pesar de lo que le odio, le arrastro hasta mi habitación sin que mi familia se de cuenta. Antes de que suba las escaleras, mi padre, sin despegar la mirada del televisión, me pregunta quién era. Yo le digo que era un repartidor de pizzas que se había equivocado de casa.
Le consigo tumbar en mi cama, al mismo tiempo exhausta de cargarle por las escaleras. Luego voy al cuarto de mis padres y cojo prestado del cajón de la cómoda una camiseta blanca de manga corta y un chandal gris de mi padre que casi no usa.
Vuelvo a mi cuarto y levanto a Noah. Le guío hasta mi cuarto de baño y le doy la ropa seca. Le digo que se cambie y que salga cuándo se lo haya puesto. Pero antes me veo obligada a desabrocharle las deportivas y las pongo encima del radiador.
Tarda unos cinco minutos y sale, aún desorientado. Se ha puesto al menos la camiseta y el pantalón bien, pero la sudadera se la ha puesto al revés.
Se la quito y decido que mejor dejarlo cómo está.
La verdad es que le viene grande el pantalón, parece que lleva campanas en los tobillos.
Le arrastro hasta la cama y lo arropo con una manta.
Voy al baño y pongo su ropa en el radiador de las toallas.
Él me observa, medio dormido, cómo doy vueltas alrededor de la habitación pensando en que voy hacer con él. No les diría a mis padres que el hijo del alcalde Chapman estaba aquí, en su casa, me matarían. Tampoco podía llamar a los padres de él, ya que desconocía su número de teléfono.
Me siento en los pies de la cama desesperada.
Noah, ya menos afectado por el alcohol, me empieza hablar, esta vez pronunciando bien, pero con una lentitud no muy normal.
-Gracias Maisie, por todo.
-Noah, ¿a qué has venido exactamente? Tus padres tienen que estar muy preocupados por ti-le pregunto, con un tono adormecido.
Él mira al infinito.
-Me sentía mal por lo que te hice y no podía soportar que no me perdonases, así que me arme de valor, bebí cerveza para estar menos nervioso y vine a tu casa, que no tiene pérdida, y decirte que... Decirte que...-trata de explicar, un poco atropelladamente el joven Chapman, pero aún no consigue organizar sus ideas.
-¿El qué?-pregunto yo, intrigada y a la vez cansada de sus jueguecitos.
-Te quiero Foster-dice al fin después de tantos segundos de duda. Lo que faltaba ya. Si que estaba pedo.
-Vale, estás borracho. Descansa y ya me contarás el por qué cuando estés cuerdo-le digo y le empujo para que se tumbe. Él insiste que es ese motivo por el que ha venido, hasta que de tanto insistirme se queda dormido. Y yo voy y me lo creo, ¡ja!Continuará...
No se si os habrá gustado este final de capítulo, se me ha ocurrido dar más intriga al por qué del comportamiento obsesivo de Noah con Maisie. Comentad si os ha gustado el giro.
En el próximo narraré la cita con Bob.
¡Gracias y comentad si tenéis alguna sugerencia!😋
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Lone wolf (loba solitaria)
Teen FictionMaisie es una adolescente que vive en una pequeña localidad perdida en el bosque de el estado de Virginia. Todo el mundo se conoce en Dark Forest y ella de repente empieza a interesarse por el "chico de mala reputación", que se ve obligado a volver...