🥀ꦿ ۫։ຼ ❝Hanahaki Disease❞ Rickorty

⨟༘🌻𖡄 ❝Throwing up flowers❞

Ni siquiera experimentó ese terrible padecimiento cuando Unidad le rompió el corazón. El dolor de la ruptura no se podía comparar al ardor y presión que sus pulmones y garganta sentían cada vez que empezaba a escupir pétalos.

Tampoco las cientos de exes y conquistas fallidas alguna vez le provocaron un estado igual de doloroso.

Llevaba así un mes.

Le daban ganas de abrirse el pecho con un bisturí para desnudar al núcleo de esas flores. Quería sacarlas, aunque fuera con las manos. Su objetivo se volvió el deshacerse de ese fastidio físico que aún no comprendía del todo. Le impedía salir de aventuras con Morty, arruinaba los mejores momentos abuelo-nieto.

Pero mientras pensaba en eso, su estómago se revolvió y supo que venía otra vez. Arrugó la expresión y se llevó las manos a la garganta, luego a la boca, creyendo inútilmente que podría frenarlo así. No dejaba de fracasar.
Odiaba ser capaz de identificar que sucedería. Parecía que estaba acostumbrándose, pero sus pizcas masoquistas no tocaban esos extremos.

Lo estaba desgarrando por dentro, algo así sentía.

Cada día dolía más.
Cada día se hacía más frecuente.
Cada día salían más flores.

Estaba en su habitación, acostado boca arriba en la cama, así que no escondió el vómito en su bata o detrás de una roca, sus confiables aliados de la discreción.

Abrió la boca y el manojo de coloridos pétalos empezaron a salir de su tráquea. Algunas pocas eran flores completas, son su estambre y todo, listas para ser polinizadas por una abeja.
Pero parecieron atorarse ahí, haciendo que tosiera violentamente para no ahogarse. Se golpeó el pecho con un puño para reanimar a su sistema. No iba a dejarse morir así.

-Hanahaki... -pronunció apenas recuperada la respiración.

Al detener su festival de tortura, observó a las malnacidas con desprecio.

Se limpió la boca y escupió sobre ellas. Lo estaban condenando a un desenlace que detestaba conocer. Habría preferido morir en la ignorancia.

Nunca escuchó de la existencia de su "patología", así que temió ser un caso único sin respuesta. Como hombre de ciencia, tenía los nervios de punta. Claro, eso hasta que indagó y encontró que su desdichado trasero no fue, ni era, la única víctima.

Lo que no le gustó fueron las causas de los síntomas. Pero lo que le picó más, fueron las curas que encontró.

Cuando leyó que todo se debía a un enamoramiento no correspondido, se sacó de onda. ¿De quién podría estar enamorado? Se rió, hasta que vio que esa era la única condición para caer en las garras de "Hanahaki". Nombre de su dolor.

Buscó y buscó. Preguntó, consultó, exploró, y todos le dieron la misma respuesta. Se negaba a creerlo.

La única persona con una importancia superior en su corazón era...

Él... ¡No, no podía tratarse de él!

"Deberás confesar tus sentimientos a tu enamorado, pero debes ser amor correspondido, si no quieres morir ahogado en flores..." Eso fue lo que dijo una anciana a la que fue a consultar, como último recurso.

No creía en esas mierdas pero esto se le hacía peor.

El responsable de alterar sus emociones, de estar llevándolo a los límites de muerte que no podía combatir a su estilo, era Morty. Su compañero, su amigo, su nieto.

No quería ni pensarlo. Era demasiado... incestuoso.

Hasta se dio miedo de sí mismo, preguntándose a qué extremos estaban llegando sus gustos tan abiertos.

Dio una orden de voz y un compartimento en el suelo, debajo de las flores, se abrió. Cayeron por un tubo y desaparecieron de su alfombra.

Limpieza hecha.

Creo que haré capítulos cortos 👺🤘