🥀ꦿ ۫։ຼ ❝Hanahaki Disease❞ Rickorty

⨟༘🌻𖡄 ❝You're going to lose that girl❞

Un portal se abrió en el medio del baño de varones y de él salieron Rick y Morty riéndose de la aventura que acababan de tener. Cada uno tenía las manos apoyada en el hombro del otro.

El timbre que anunciaba la salida acababa de sonar. Todos los alumnos salían de sus salones.

Rick era un hombre puntual cuando tenía ganas; le prometió a Morty llegar a tiempo. Él se iba a quedar en la escuela porque Jerry pasaría a buscarlo esa tarde. Fingiría que se la pasó ahí dentro todo el día. También iría por Summer, pues el hombre Smith quería tener un momento familiar del que Sánchez no podría rescatar a sus nietos.
El castaño no deseaba meter a su abuelo en problemas así que debía ir.

—Oh, espera. Tienes una mancha ahí —le señaló el mayor. La sangre del estafador que estrangularon juntos se había quedado impregnada en su piel.

La limpió con su dedo y luego el dedo en su bata.

—¿Salió? —preguntó a pesar de tener espejos al lado.

Asintió, con una sonrisa.

—¿Me das un beso? Uno de despedida —Se inclinó a su altura y alzó la ceja.

Morty no tuvo otra. Se quiso reír de lo estúpido que se estaba volviendo pero no dejaba de darle ternura.
Era todo un contraste del hombre que lo llevó a rastras a su primer aventura. Le gustaba cuando veía que esa pizca tosca no desapareció por completo. Le atraía el ataque de adrenalina que de repente le hacía sentir, no podía negarlo.

Empezaba a enamorarse finalmente del enfermo de Hanahaki.

Le dio un corto beso en los labios.

—Te veo en la noche —saludó, guiñando un ojo antes de desaparecer por otro portal.

—¡Bye! —le respondió él, moviendo el brazo.

Soltó un suspiro de alivio. Era obvio para ambos que lo habían logrado. Rick se veía bien, sonriente y fuerte. Morty se ponía colorado a su lado, en especial cuando despeinaba los cabellos o se le quedaba viendo la cara de tonto.

Rick Sánchez escupió sus últimas flores dos días después de su primera cita. No le importó, recién estaban empezando la dinámica aquella. Se tragó la sangre con orgullo y se volvió a parar del suelo para buscar algo entre las cosas del garaje.
Quemó los pétalos de esas margaritas, odiando cada centímetro de ellas, insultando y agradeciendo al mismo tiempo el día que decidieron ponerse a nacer en su interior. Cuando quedaron tres flores, empezó a reírse. Podía calcular que su encanto tarde o temprano terminaría atrapando a Morty. Las desapareció con la flama que les disparó.

Era gracioso reírse de los Ricks o Mortys que miraban su relación con envidia. Provocaban peleas estúpidas entre ellos mientras los C-137 se mofaban.

La puerta de uno de los cubículos en frente del castaño se abrió y de ella salió un joven que lo miró confundido. Sus lentes se le cayeron de la nariz y ni quiso que lo mirara. Salió corriendo antes de que le pudiera explicar la conversación que recién había pasado.

Entre lo que ese chico rubio huía, otro volvía a abrir la puerta del baño. Era Brad. Morty lo reconoció de inmediato y Brad a él.

—¡Pero mira! Es el enano que se quiere robar a mi chica. Orinar puede esperar —dijo con el tono sobreexagerado. Empuñó sus manos de deportista contra Smith.

—¡E-espera! ¡Yo no me quiero robar a Jessica! —Fue retrocediendo mientras el otro daba pasos hacia adelante. Alzó las palmas, como si lo fueran a defender de un golpe.

—No deja de hablar de ti. Es obvio lo que haces, Morty.

—Ya n-no estoy interesado en ella...

Brad no le creyó, se acercó con furia y le tiró de la camiseta amarilla.

—¡Imposible! Es la chica más ardiente de la escuela. A menos que hables de Tricia... ¡No mientas! —Su puño estaba preparado.

—¡E-es en serio! ¡Es alguien más a-ardiente que ellas! —Se sonrojó al decirlo.

—Pero... —le soltó—. Parece que de verdad le gustas a Jessica —se oyó desanimado.

Morty abrió los ojos al escucharlo. Sin embargo, no se dejó engatusar con la misma chica. Juntó los labios y pasó saliva. Él quería a Rick. Debía estar seguro de eso.

Aprovechó su distracción y se escabulló para salir del baño.

—Vas a perder a esa chica —soltó Brad de repente, volteando a verlo.

—... Lo sé —contestó—. No me importa.

Se retiró de ahí antes que Brad echara carrera y le rompiera la cara por esas palabras.

¿Estaba seguro de lo que dijo?

Dio una mirada atrás, viendo el logo que estaba pegado sobre la puerta. "Varones", decía.

Luego volteó a la entrada, de la que empezaban a salir otros estudiantes con sus mochilas en la espalda y con sus grupos de amigos.

Buscó a su hermana con la mirada y recordó que su padre debería estar afuera, esperándolos.

Volvió a suspirar. Pero no como un joven enamorado o aliviado. Sino como alguien decepcionado de sí mismo. Se había hecho esa pregunta conociendo la respuesta de antemano.

«¡Claro que sí!», afirmó.

THE END.

posta, gracias a todos los que apoyaron la historia!

Los amo, espero que el final les gusteee 💕

Más rickorty próximamente uwu