🥀ꦿ ۫։ຼ ❝Hanahaki Disease❞ Rickorty

⨟༘🌻𖡄 ❝What are you doing?❞

Jessica entró a clases y vio la cara de Morty metida en el libro de matemáticas. Eso le pareció extraño, además, era viernes.

—Hola —saludó dulcemente, parada frente a su pupitre.

Los demás alumnos hacían bullicio en el resto del salón pero fue su voz la que despertó al bello durmiente, bajó el libro, desgasnado. Estaba despeinado y los párpados se le caían.

—Buenas noches —dijo torpemente, moviendo su mano.

Alejó el libro de su cara y se rascó los ojos para aclarar su visión. Tenía un aspecto chistoso, según la pelirroja.

—Veo que no dormiste bien —dedujo lo obvio.

—Fue culpa de Rick. No me dejó dormir —bostezó a continuación.

—¿Pues qué anduvieron haciendo? —Ladeó la cabeza, y apoyó la mano en su mesa.

Morty se despertó con esa sola pregunta.

—¡Na-nada! —respondió con prisa y vergüenza. Movió los brazos con desesperación sin saber porqué.

—Okey... —no sonaba convencida pero no quería lucir como una intrusa en la vida del castaño.

Antes de ir a su asiento puso la palma en la cabeza del chico y la acarició con ternura. Tal vez para quitarle algo del sueño que le quedaba.

Smith no le clavó la mirada mientras se alejaba. Prefirió volver a hundir su nariz en el grueso libro de matemáticas pero no para volver a dormir, sino para enfriar su mente.

Rick. Idiota, pensó de él. ¿En serio fue necesario organizar una cena romántica en plena madrugada?

Había ido a su habitación a buscarlo y se lo llevó a otra dimensión, colorida, de aspecto limpio. No era una acción nueva ser arrastrado de repente a un sitio que no conocía, pero de verdad que no se esperó eso. Apenas pudo ponerse los pantalones. Y Rick apurándolo entre bromas no lo ayudó.

Tenía sueño pero él estaba más que atento y de ojos bien abiertos, a pesar de ser el mayor de la relación. Tampoco quiso decepcionarlo con quedarse dormido en plena comida. El esfuerzo de Rick se veía en su sonrisa nerviosa. Lo llevó a un bar en el que su edad no fue impedimento para que pasara. El servicio fue excelente, debía admitirlo.

Cuando Rick se subió al escenario con una guitarra que le arrebató a un tipo de la banda local, Morty le aplaudió desde su asiento, con cansancio y todo. Tocó una canción para él. Ni cursi ni ruda. Fue ridículamente tierna.

Fue su segunda cita. La primera había sido realmente bochornosa para ambos, no querían ni hablar de los tantos fallos, titubeos, y temblores que sufrieron por igual.

El precio fue su tiempo de sueño. Y también algo de integridad...

Morty se arriesgó a tomar su mano varias veces en la cita, sólo para saber qué se sentiría. Para averiguar sus emociones al envolver la mano adulta de Sánchez. Estaba seguro de que le hizo sentir varios espasmos al rozar sus dedos.

Cuando regresaron, el sol ya estaba saliendo.

Rick lo dejó en su cama, porque se quedó dormido a último momento. Lo encontró roncando con la cara sobre su plato después de volver del baño. Tuvo que darle una paliza al tipo que estuvo a punto de ponerle las manos encima.
Se retiró antes de que una pelea se desatara en el bar. Dejó propina, por supuesto. Pero esta última parte no la conoce Morty, claro.

El profesor llegó al salón e hizo que todos corrieran a sus asientos. El castaño seguía con el libro ocultando su rostro. Empezaba a cerrar los ojos, realmente cansado. Tenía las esperanzas de que Rick lo saque de ahí y lo lleve a un mundo de camas; cómo se lo agradecería.

Y con ese suave pensamiento, volvió a dormirse con una sonrisa adornando su expresión.

La clase era tan idiota que a nadie le interesó su nula participación. Todos estaban igual de muertos.

...

—¡C-137! —exclamó un tipo con gafas de sol. Abría los brazos para recibir a quien se había cruzado.

Se arrepentía de haber ido a Blits and Chitz para planear su tercera cita.

Chistó la lengua y prefirió huir rápidamente. Era Miami Rick, acompañado de otro con flequillo grueso. Éste iba a acompañado de su Morty.

—¿Es el C-137 de verdad? —preguntó emocionado el castaño, queriendo correr hacia él.

—El terrorista, no te acerques. —Lo tomó del brazo y lo pegó a su abdomen. El menor chilló en voz baja.

—Siguen tan idiotas como antes. —¡Rayos, ese Morty era adorable!

—¿Qué hay de tu Hanahaki? Parece que pudiste controlarlo. —Esas palabras no le permitieron ignorarlo.

—¿Conoces la enfermedad?

Se giró hacia ellos.

—Te vi escupiendo tu primer pétalo aquí mismo. Es emocionante verte de nuevo y curado. —¿En serio estaba curado?—. Además, le pasó al pequeño que está detrás mío. Su Rick es tan bobo que cedió y se enamoró.

—Sabes que te oigo —gruñó.

—¡Tu voz es hermosa, Zero!

Los tres hombres se llevaron una mano a la boca y tosieron, sonrojados. Tenían la misma voz.

La charla se pausó un momento. Y mientras tanto, Morty Súper fanático vio a los reunidos con brillo en los ojos. No sabía a quién querer abrazar. ¡Todos se veían bellos!

Perdón pero Zero y este Morty son mi droga 😔👊💕

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