⨟༘🌻𖡄 ❝If I fell❞

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Morty cayó del portal directo en el medio del pasillo de su escuela, apenas logró aterrizar de pie. Y acto seguido, otro portal tiró su mochila sobre él. Todos se le quedaron viendo por semejante entrada, mas él estaba desconcertado por eso, sino por lo que acababa de pasarle.
Miró a todos lados, insultando la terquedad de su abuelo.

Salió de la mira de sus compañeros y corrió hasta la entrada mientras intentaba colgarse la mochila amarilla sobre los hombros. No se daba cuenta, que de sus codos, empezaban a creer y florecer las protagonistas de esta historia. Algunas cayeron, formando un camino detrás de sus pasos, pero otras se fijaron a su piel sin que él lo supiera.

Por supuesto que el resto lo notó. No se atrevieron a pisarlas luego de que quedó el rastro.

Estaba pensando en Rick, estaba preocupado. Necesitaba regresar a casa para saber que estaría bien, y que el estado que presenció fue una mala broma para echarlo del garage. Sentía las ganas de llorar atragantadas en el medio de su garganta. Temía por su abuelo.

Porque lo vio vomitar, y no fue el clásico vómito borracho que siempre se encargaba de asquearlo, fue un vómito plagado de colores como la primavera, pero fue tan hermoso como doloroso.

Se cayó de la silla en la que estaba y se apoyó con las manos en el suelo. La garganta le ardía, la lengua le quemaba, el estómago rugía por la bestialidad que ahí dentro sucedía. Y su corazón... Golpeteaba con un ritmo alocado que podría ser indicio de un infarto, pero Rick sabía que no era eso. Hubiera deseado que sí.
Su pecho subía y bajaba con intensidad, intentando estabilizar su propia respiración.

Todo su cuerpo conspiró en contra.

Morty se agachó de inmediato para atenderlo, pues veía que ese gran escupitajo no se frenaba con nada. Notó que estaba luchando para no dejar escapar uno más.
Le preguntó con temor qué carajos estaba pasando, y le tocó la espalda. Aunque Rick no quiso que le pusiera las manos encima, sabía que eso empeoraría el Hanahaki.

Enamorado de Morty. Así estaba, y un sólo roce de su piel le dilataría las pupilas, pero caería brutalmente y sin retrasos en la realidad, al recordar que su corazón, por desgracia, no le pertenecía. Esa montaña rusa de emociones le avisaba que debía alejarlo, o confesarle todo y arriesgarse a forzar su amor. Cualquier opción lo espantaba, porque la mirada triste del muchacho por el que tocó fondo, le lastimaba.

—¡Ve-vete! —gritó con un volumen que hizo retroceder al castaño.
Odiaba hacer eso.

—¡Rick! —Se volteó a ver la pila de flores que de él habían emergido: Vio manchas de sangre—. ¡Esto es grave, dime qué hacer para ayudarte!

Volvió a acortar distancia entre ellos sin titubear y puso sus manos alrededor de su cara. Hizo que le viera, los dos presentaban inseguridad reflejada en sus ojos y ambos lo notaron. Se miraron tres segundos sin decirse algo, sólo sintiendo pena por el otro.

Rick ladeó la cabeza para quitarse los dedos de Mortt de encima, y se limpió la boca con la manga de su bata. Trató de ponerse de pie pero estaba sobre esforzándose, y prefirió fingir que estaba de acuerdo con permanecer en el piso.

Morty sabía que no era así.

—¡Te dije que te largaras! —volvió a reclamar, siendo capaz de sentir la pila de flores advirtiéndole que darían un paseo fuera de su cuerpo. Se aguantó para seguir firme.

—¡Basta de eso! ¡Me quedaré aquí!

Rick no evitó sentir una punzada en cada nervio.

Amaba ese tono...

—¡Ma-maldita zorra! —gritó con frustración, arrinconándose.

Metió una mano al interior de su bata y de ella sacó la pistola de portales. Pateó a su nieto tan despacio como pudo, necesitaba alejarlo de él.
Morty adivinó de inmediato lo que iba a hacer. Se recuperó de la patada y corrió hacia su abuelo.

—¡No te atrevas! —Pero Rick fue más rápido y disparó antes de que acabara su monólogo—: ¡Me precupo por t...!

Abrió otro portal en la sala y consiguió tomar su mochila para enviarla con su dueño. Así le estaría diciendo que mejor se quede en la escuela.

—Adiós, Smith —entonó con una sonrisa.

Miró con repulsión la pila que sacó. Tal vez no le quedaba tanto tiempo ya. Empezó a reírse de la idea de morir, divertido por la causa.

Tocó su estómago y dijo en voz alta—: Ojalá me amaras, imbécil.

Y soltó una carcajada.

🥀ꦿ ۫։ຼ ❝Hanahaki Disease❞ RickortyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora