Falling for U (JEONGHAN SEVENTEEN)

Capítulo 23

—¡Jeonghan!—Joshua volvió a llamarme desde afuera de mi habitación.—¡Sal ahora!

Coloqué la almohada en mi cabeza para cubrir mis oídos. No quería hablar con nadie, no tenía ánimos para nada.

—Hyung, si no sales romperé la puerta.—advirtió Mingyu.—Contaré hasta tres.

—¿En serio lo harás?—preguntó Minghao.

—Creo que es capaz.—respondió Hoshi.

—Tres... Dos... Hyung, en serio lo haré.—volvió a advertir.

Antes de que hiciese una locura, decidí que sería mejor obedecerlo.

Abrí la puerta y todos se quedaron observándome en silencio, no esperaban que lo hiciera.

—Mierda, te ves muy mal.—dijo Jun, quien al instante recibió un codazo de mi otro amigo chino.

—Ven, hyung, será mejor que comas algo.—habló Mingyu e hizo una señal para que lo siguiera.

Ya había salido, no tenía caso negarme.
Seguí a Mingyu, tal y como dijo, mis amigos hicieron lo mismo. Cuando llegamos a la sala pude ver que todos habían venido, incluyendo a Wonwoo.

Me senté en el sofá y tallé mis ojos, había estado mucho tiempo en la oscuridad y era difícil ver con claridad.

Mi departamento no era tan grande, por lo que estar con todos en el lugar hacia parecer que fuese poco espacioso.

—Hyung, es bueno verte.—dijo Seokmin colcando su mano en mi espalda para darme unas palmadas.

—¿Cómo entraron?—interrogué. Me preocupaba la idea de que hubiesen roto la entrada.

—Recuerda que tengo una copia de la llave por seguridad.—contestó Shua y recordé que era cierto.

—Mingyu hizo algo de sopa.—Seungkwan colocó el plato frente a mí.— Come hyung, está muy bueno.

—No tengo hambre.

—Hazlo o te daremos de comer a la fuerza.—amenazó Woozi.—Amarrarte a la silla no será problema para nosotros.

Sí, ellos serían capaces de hacerlo.

Solté un pequeño quejido al saber que no tenía otra salida más que obedecer. Sujeté la cuchara al lado del plato y cuando probé el primer bocado, mis amigos suspiraron con fuerza, mostrándose aliviados.

—Qué alivio, no has estado comiendo bien durante días.—comentó el menor del grupo.

Él estaba en lo cierto.

Todo estaba yendo bien hace un tiempo. Traté de no pensar mucho en _____ para no extrañarla, sabía o creí, que volvería pronto. Me pasaba los días sin saber qué hacer, así que conseguí trabajo en una cafetería gracias a Joshua, claro que lo más probable era que me hubiesen despedido por faltar tantos días, aun así fue divertido tener algo qué hacer.
Algunas veces salía con los chicos y cuando regresaba hablaba con ______ por el teléfono durante horas y reíamos mucho mientras lo hacíamos, lo triste era cuando nos despedíamos, cada vez que eso sucedía quería volver a tenerla en mi brazos lo más antes posible. No importa cuánto tratara de no extrañarla, al final siempre estaba en mis pensamientos.

Extrañamente no volvió a llamarme desde la última vez que hablamos, cuando la llamada se cortó después de que la luz se fue del lugar en donde estaba. Aunque volví a intentar comunicarme con ella, su teléfono no estaba disponible, así que creí que tal vez se había apagado.

Los próximos días no hubo señal alguna de ella, lo primero que pensé fue que realmente estaba disfrutando su tiempo allá y no quise molestarla, pero le enviaba mensajes cada día, creí que tal vez estaba siendo algo pegajoso así que esperé a que ella me respondiera antes de enviar otro mensaje.
Para mi sorpresa, no contestaba, hasta que entendí que no lo haría.