Susan
Por fin, Alice se acostó en su cama. Lograba ponerme nerviosa y roja con sus comentarios.
—¿Alice? —dije en voz baja, pero no respondió.
Quería comentarle sobre la comida que habíamos traído para ella del restaurante, pero al parecer se encontraba muy cansada, porque en cuanto se recostó quedó completamente rendida. En ocasiones pienso en cómo le hace mi hermana con esta nueva vida que tenemos, no suele alimentarse bien pero, aun así es fuerte y siempre está pendiente de nosotros, nos cuida y protege de cualquier cosa, hasta de nosotros mismos. Alice tiene un autocontrol que me impresiona. No deja que su sed y su ansiedad sean más grandes que su fuerza de voluntad. La admiro. Decidió dejar sus estudios, su vida, hasta a sus amigos, los cuales ella quería demasiado, por nosotros. La he estado observando y puedo notar que los extraña, pero ella ha decidido quedarse y aunque hacemos cosas malas, ella no nos juzga sino que trata de apoyarnos.
Aprovechando que Alice se encontraba profundamente dormida y conversé con Max hasta las doce de la noche. Es un chico muy lindo y divertido. Creo que me está comenzando a gustar. Pienso esto y siento cómo mis mejillas arden. Apago la luz, me acuesto y me quedo dormida, mientras sigo pensando en Max.
Alice
Desperté y busqué mi celular, aún era temprano (las cinco am). Intenté dormir de nuevo, pero no lo logré. Busqué ropa para tomar un baño. Me miré en el espejo. La herida no había sanado por completo, pero ya casi estaba cerrada. Algo bueno de ser vampiro era que si nos alimentábamos adecuadamente, cualquier herida sanaba casi al instante.
Antes de meterme bajo la regadera, grité:
—¡Susan, levántate!
Pero cuando salí, luego de una larga ducha, observé que Susan seguía durmiendo. Levantarla era un verdadero problema, sin contar que era de esas chicas que tardan horas en arreglarse y más cuando se trataba de hacerlo cuando iba a ver a un chico.
—¡SUSAN, LEVÁNTATE! —Grité por segunda vez, pero ahora muy cerca de su oído. De un salto se reincorporó sumamente asustada y antes de que se volviera a acostar le quité las cobijas.
—Déjame—exclamó, haciendo una especie de berrinche como si fuera una niña.
—Bien, si quieres, hazlo, pero mis padres me acaban de decir que en quince minutos se van.
Sonreí al verla ponerse de pie y correr en dirección al sanitario, era la única manera de hacer que se levantara. Después de unos minutos mi hermana salió con el cabello mojado y con un vestido en color azul, un poco corto a mi parecer.
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Alma De Un Demonio
VampireSINOPSIS Las criaturas sobrenaturales están en peligro, cazadores entrenados y modificados físicamente serán los encargados de exterminar a cada raza en su totalidad. Poseen armas sofisticadas y de gran poder, elaboradas únicamente con la intención...