Luke sujetó mis muñecas contra el suelo y se echó sobre mí. Con su cuerpo pegado contra el mío, no dejaba que me moviera. Notaba su respiración cerca de mi boca. Bajé la mirada hacia sus labios, demasiado atractivos por un momento. ¡No, qué estaba pensando! Mi respiración se había vuelto errática y el calor se extendía por todo mi cuerpo. No podía controlarme.
Nuestras miradas se encontraron. La suya me atravesó como una lanza. Sus ojos castaños se habían oscurecido con algo que no podía distinguir. Parecían más cálidos que de costumbre, más serios, incluso empapados de rabia.
—Hay algo en ti que no me gusta —gruñó desde el fondo de la garganta, encima de mí—. No lo entiendo. Me pone nervioso tenerte cerca, tu voz..., todo. Eres muy irritante.
Aparté la cabeza, de pronto demasiado tímido. No entendía por qué me hacía eso, o se acercaba tanto a mí.
—Luke...
—¡No, cállate! Solo dime qué es lo que me desagrada tanto de ti.
—No... —Negué con la cabeza—. Yo... no, no sé.
Se levantó de golpe, tal vez consciente de la posición en la que me había tenido. Aprovechando que ya podía moverme otra vez, me aparté de él.
Hundió su dedo índice en mi pecho.
—Hasta entonces déjame en paz. No quiero oír nada de ti. Te voy a hacer la vida imposible. Cada minuto, cada segundo. Te vas a preguntar qué has hecho mal.
Tragué saliva. Su voz sonaba mucho más grave y agresiva de lo normal. A cada paso hacia atrás que yo daba, él daba uno hacia mí. Pronto, me tuvo acorralado contra la pared, y me agarró la barbilla.
—Voy a jugar contigo, marica. Y en cuanto te ilusiones... Ah, ahí has perdido.
Nuestros labios estaban a tan solo centímetros. Si se acercara un poco más, en cuanto quisiera, él podría... Jadeé. El aire a nuestro alrededor se había tensado como una cuerda.
La voz del entrenador, desde fuera, nos interrumpió.
—¡Luke, Sam! ¿Dónde están esos conos?
Él agarró un montón de conos y volvió a sacar las llaves de su bolsillo. Tintinearon, en su mano.
—Así que ya sabes, gatito. No te ilusiones.
ESTÁS LEYENDO
Noches de luna llena (Yaoi Hard +18)
Hombres Lobo-¡Cállate! -gritó el chico lobo. -¿O qué? ¿Qué me harás? -dijo Sam, con las mejillas sonrojadas como un tomate. -Muchas cosas -gruñó, mordiéndose el labio-, muchas...