Venus y la orden del fénix [5]

Capitulo 2

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LA ORDEN DEL FÉNIX

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—Y si quieren la cena antes de la medianoche necesitaré una mano —dijo la señora Weasley.

Venus se levanto para ayudar a la comida aunque a veces se enojaba ya que los hombres solo se sentaban y conversaban.

—¿Qué quieres que haga, Molly? —preguntó Tonks con entusiasmo dando un salto. 

La señora Weasley vaciló, un tanto preocupada.

—Pues..., no, Tonks, gracias, tú descansa también, ya has hecho bastante por hoy. 

—¡Nada de eso! ¡Quiero ayudarte! —insistió la bruja de muy buen humor, y derribó una silla cuando corría hacia el aparador, de donde Ginny estaba sacando los cubiertos.

Pronto, una serie de cuchillos pesados cortaba la carne y las verduras por su propia voluntad, supervisados por el señor Weasley, mientras la señora Weasley revolvía una caldera que pendía sobre el fuego y los demás sacaban platos, más copas y alimento de la despensa.

—Fred....George...¡NO! ¡SÓLO LLÉVENLOS! —chilló la Señora Weasley en ese momento.

Fred y George habían encantado un gran caldero de guisado, un botellón de hierro con cerveza de mantequilla y una pesada tabla de madera para cortar el pan que, junto con su respectivo cuchillo, se precipitaban por el aire hacia ellos. El guisado patinó a lo largo de la mesa, deteniéndose justo antes del final y dejando una larga marca de tizne sobre la superficie de madera; el botellón de cerveza de mantequilla cayó con estrépito, derramando su contenido por todas partes, el cuchillo de pan seguía volando, Venus noto que iba directo a la mano de Sirius y lo detuvo con su telekinesis

—Gracias cariño- dijo Sirius y Venus le sonrió, a Harry no le gusto mucho eso, porque su padrino llamaba cariño a su amiga, a la persona que el siente algo. El resto de la orden ya estaban acostumbrados a sus raros tipos de afecto, a varios le parecía raro y malo al principio, pero se fueron acostumbrando de apoco.

—¡POR EL AMOR DE DIOS! —gritó la señora Weasley— ¡NO HABÍA NINGUNA NECESIDAD, YA HE TENIDO BASTANTE, NO NECESITABA ESTO, NO PORQUE PUEDAN USAR LA MAGIA AHORA, TIENEN QUE SACAR DE REPENTE SUS VARITAS MÁGICAS PARA CADA PEQUEÑA COSA DIMINUTA!

—¡Nosotros solamente intentábamos ahorrar un poco de tiempo! —explicó Fred, sacando el cuchillo de pan de la mesa.

Después de aquél espectáculo todos fueron llamados a comer. Las comidas de la señora Weasley siempre eran deliciosas y sus postres ni se digan.

Habían conversaciones diferentes a lo largo de la mesa, pero Venus sólo se dedicaba a escuchar de vez en cuando y agradecer por la comida, hace algunos días que no comía bien y esto parecía el paraíso.

Después del postre, Venus recién estaba bien, habia comido de casi todo.

 —Se acerca la hora de irse a la cama, pienso —dijo la señora Weasley con un bostezo.

—No todavía, Molly —dijo Sirius, apartando su plato vacío y girando para mirar a Harry— sabes, estoy sorprendido contigo. Pensé que la primera cosa que harías cuando llegaras sería preguntar sobre Voldemort.

Todos en la habitación guardaron sepulcral silencio para escuchar.

—¡Lo he hecho! —repuso Harry indignado—. Les he preguntado por él a Ron, Venus y a Hermione, pero me han dicho que como ellos no pertenecían a la Orden no...