Terapia I

73 6 2
                                    


Flashback

-Mamá...

-Hijo, Diego. –Ambos nos abrazamos, después de tanto tiempo de no vernos ni abrazarnos, hoy por fin, era posible. Estábamos llorando de la emoción, besé sus mejillas y su frente. Tenía a mi hijo en frente de mí. –Diego, hijo... ¿cómo has estado? No sabes lo mucho que te extrañe todo este tiempo, soñaba todas las noches con este momento y... cuando Mateo me hablo para...

-Mamá... yo también te extrañe mucho. –Ambos nos sentamos en el sillón-. Desde que me recuperé sólo preguntaba por ti. Me sentía mal por no tenerte a mi lado, sin embargo, mi Maty me explicó las razones de nuestra separación.

-Mateo –él se acerco a lado de Diego- muchas gracias por esto... no sabes lo alegre y feliz que me hace tener a mi hijo nuevamente a mi lado. Gracias por cuidarlo todo este tiempo y por cuidarme a mí también.

-No tiene nada qué agradecer señora, Diego siempre ha sido una persona muy importante para mí, al igual que usted. Además, Diego y yo...

-Ya somos novios mamá. –Los tres sonreíamos y yo, los abracé de la emoción. No sólo estaba recuperando a mi hijo, sino que, ahora él estaba construyendo un nuevo capítulo en su vida y me alegraba que la vida me permitiera forma parte de esto.

-Muchas felicidades hijo. Mateo, sé que cuidarás a mi hijo como hasta lo has hecho. Gracias por todo, y, por cierto, si ya son novios no debes volver a llamarme señora, Mateo. Dime suegra, ¿de acuerdo?

-De acuerdo, suegra. –Sonreímos-. Bueno, sé que tienen mucho de qué platicar, así que... iré a dejar nuestras cosas a la habitación y a preparar algo de cenar. Ustedes, hablen.

-Gracias, amor. –Los dos se dieron un beso en la boca y mi yerno se fue.

-Me alegra que ustedes dos por fin estén juntos.

-Gracias, mamá. Maty ha sido un gran apoyo para mí, desde que lo conocí. Y, ahora que tenemos la oportunidad de construir una vida juntos como pareja, me hace muy feliz.

-Me alegra hijo.

-Dime mamá, dónde has estado todo este tiempo. Mateo sólo me dijo que también tuviste que esconderte para que mi papá no te encontrara.

-Sí, así es hijo. Después de lo que pasó contigo hace tiempo, una vez que ustedes se fueron yo hice lo mismo. No podía seguir a lado de un hombre que lo única que le interesa es el poder y no su familia. Un hombre que sólo le hace daño a su propio hijo no es alguien en quien se pueda confiar.

-¿A dónde fuiste?

-Con tu tía, Nora. Ambas nos fuimos a vivir a Baja california. Claro, para despistar a tu padre, tuvimos que comprar unos boletos de avión rumbo al continente Europeo, sin embargo, tu novio, es decir, mi actual yerno, ya nos había comprado los boletos para Baja California.

-¿Por qué, quedarse en la República Mexicana cuando tenían la oportunidad de viajar a otro continente?

-Porque si nos íbamos del país, había más posibilidad de que tu padre nos pudiera hacer daño. No lo conoces del todo, hijo. Por ello, decidimos quedarnos aquí.

-Lo bueno es que ya nadie volverá a separarnos nunca. –Ambos nos abrazamos.

-Te amo, hijo.

-Yo también te amo, mamá.

Fin del Flashback.

-Sabes Ubaldo, nunca entendí tu odio hacia nuestro hijo. No te imaginas el dolor que sentí cuando lo vi irse de la ciudad para poder salvarse. Separarnos, ha sido una experiencia horrible.

Óyeme...PlanganomanganoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora