Larga vida al ¿Impostor? | 𝐌.𝐘

일곱

—Gracias. —Le dijo Yoongi a Hyukan sin levantar la mirada.

—¿Ya nos dirás para que quieres todo esto? —Beomja preguntó lo mismo que Hyukan se preguntaba mientras pasaba por toda la capital en busca de comprar toda la medicina que está puesta sobre la mesa.

Yoongi ladeó su cabeza un poco en busca de respuestas: —Este lugar no tiene suficiente medicina. —Habló deseando ya no ser más cuestionado.

Ambos hombres mayores se vieron con el ceño fruncido, ninguno de los dos creía en lo que el pelinegro decía. Debía haber algo más, lo sentían.

—El abuelo de Yangmi se encuentra muy grave. —Las palabras de Beomja hicieron que Yoongi por fin mirara a quien con los brazos cruzados le miran atentos. —¿Lo sabías?

Yoongi pasó su lengua por sus labios repetidas veces mientras levantaba las cejas, como si quisiera mostrarse sorprendido pero al final confesó: —Lo sé. —Escupió. —La medicina es para él. Yangmi parece estar muy preocupada por su abuelo, me gustaría ayudarla.

—Me sorprende lo rápido que ha cambiado tu parecer por ella. —Yoongi levantó los hombros. —Pero, si crees que ayudar a esta chica es más importante que alguna necesidad que tú tengas, no tengo problema. —Después de que Hyukan hablara, los tres ahí se quedaron callados.

Todos miraban a diferentes partes y pensaban en diferentes cosas, que al mismo tiempo eran iguales.
Apartir de que Yoongi comenzara a vivir ahí, hay mucha incertidumbre en este sobre qué es lo que pasa en el palacio y sobre como está su madre.

—Ella está bien. —Habló Hyukan antes de que Yoongi si quiera abriera los labios. —Jawang no se ha atrevido a lastimarla. Y sé que nunca lo hará. No debes preocuparte por eso.

—¿Que hay del consejo? ¿No se han opuesto a la decisión de mi hermano al tomar el trono?

Hyukan negó: —No parecen estar muy de acuerdo, pero él ha dicho que estás muerto. Entonces, no tienen otra opción. —El príncipe desterrado ya sabía sobre las falsas conclusiones que su hermano ha dado sobre su vida; y en cierta manera está de acuerdo con todo lo que ha dicho, pues pensando en que muchas personas piensan en él como muerto, poco tiene que preocuparse por evitar llamar la atención donde sea que esté.

La visita de Hyukan terminó tiempo después, Yoongi guardó todo lo que este trajo en un costal y esperando no perderse en su camino, salió hacia la casa de Yangmi para entregar esas.
El sol comenzaba a ocultarse, por lo que debía apresurarse a llegar antes de que el abuelo de la castaña comenzara a dormir.

Cuando llegó, ni siquiera tocó la puerta a causa de que Yangmi también estaba en la entrada; ella sonrió con sorpresa al mirar al pelinegro, y de inmediato dejó que pasara, aún si no sabía que pediría hacerlo.

—¿Tu abuelo está mejor? —Preguntó Yoongi mirando a la sonriente chica frente a él.

La sonrisa de Yangmi dejó de existir en sus labios para estos formar una mueca: —Sigue igual. —Respondió como tono triste. —Hoy pedí un pequeño préstamo para viajar a la capital y buscar medicina que le ayude. Solo espero que él esté bien mientras no estoy.

—Creo que ya no habrá necesidad de hacerlo. —Yangmin frunció el ceño al no entender a qué se refiere Yoongi. —Hyuk... Un amigo de mi tío, vive en la capital; creí que te ayudaría con tu abuelo si le pedía un poco de medicina.

La castaña de larga trenza abrió los ojos y labios al mirar como Yoongi abría el costal con el que cargaba contenía más de lo que necesitaba. Muchas de las hierbas dentro del costal podían no solo curar a su abuelo, sino que también podrían hacerlo con muchas personas en el pueblo.
Sin terminar de agradecerle a Yoongi, Yangmi corrió con su abuelo y pidiéndole beber un poco de medicina, se sentó a su lado. Yoongi, por otro lado, se quedó parado solo, sin saber si debía irse o quedarse.
Pero, creyó que tal vez la más joven de la casa, regresaría y le agradecería de nuevo, entonces se sentó a la orilla de la habitación a la que entró ella y esperó.