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—Creo que esto no era parte del plan, ¿Verdad? —Preguntó Yangmi mirando que lo único que tienen de luz es una débil flama.

—No realmente. —Confesó Yoongi analizando la celda en la que ahora se encuentran ellos dos.
Jawang no se ha parecido frente a ellos después de que ordenara su encierro; si Yangmi no hubiera despertado antes, lo más seguro es que Yoongi se habría asfixiado por culpa del costal que tenía puesto en la cabeza.

Una vez más, parece que Jawang es más fuerte que Yoongi.

—Lamento haberte metido en todo esto, Yang. —Volvió a hablar el pelinegro.

La nombrada le sonrió al príncipe: —No te disculpes. —Respondió acariciando la paja en la que está sentada. —Creo que aún puedes ingeniar un plan donde puedas escapar. —La castaña fingió no haber hablado después de que un guardia haya pasado junto a su celda; al este irse de nuevo con su escandalosa armadura, ella intentó volver a hablar. —¿Gong? —Preguntó al ver que el otro solo miraba sus pies.

Yoongi estaba hundido en sus pensamientos, en sus posibles soluciones ante el problema y también en lo primero que hará si es que logra salir.
La idea de su amiga era la más atinada ante la situación, lo único que debían hacer era poner en marcha el plan para esta vez no fallar.

Si algo está ahora a favor de Yoongi, son todas esas veces en las que su padre le envío a vigilar aquellas celdas; todo con el motivo de conocer incluso la mala parte del que podía ser su reino.

Hay una hora específica de la mañana en la que toda esa pequeña prisión se encuentra vulnerable a causa del cambio de guardia, después de esa pequeña hora que es lo más parecida a segundos, todo regresa a la realidad. Por lo que, para tener éxito, Yoongi y Yangmi deben ser hábiles en todo lo que harán a la hora de escapar.

—¿Gong? —Volvió a hablar Yangmi.

—Ya te escuché. —Respondió el pelinegro. —Y tengo un plan.

—Nunca dejas de sorprenderme. —Dijo sorprendida la castaña por la rapidez en la que Yoongi ha organizado un plan. —Pero, adelante, te escucho.

Yoongi movió su cuerpo hasta donde Yangmi está, después de que la castaña hiciera un pequeño espacio para él, Yoongi con su dedo indice comenzó a dibujar entre la paja y la tierra: —Ahora no importa mucho el como salgamos, sino que haremos una vez estando afuera, ¿Si?

—Si. —Confirmó la otra con atención.

—Lo más seguro es que él mañana haga un gran desfile que comience desde la entrada del palacio...

—¿Un desfile? ¿Por qué lo haría? —Interrumpió Yangmi confundida.

El pelinegro hizo una mueca antes de contestar: —Es nuestro cumpleaños. El rey siempre tiene un desfile en su cumpleaños, Jawang no será la excepción.

—Que peculiar manera de pasar un cumpleaños. —Rió Yangmi dejando ya a Yoongi continuar con la explicación de su plan.

Las explicaciones en voz baja siguieron mientras ambos estaban atentos a qué no les escuchara ni una mosca, pero estos serían interrumpidos en un par de segundos. Los pies de Yangmi rápidamente y sin pensarlo borraron todos los dibujos que ayudaban a entender lo que debían hacer, en cuanto dos guardias aparecieron y abrieron la celda.

Tales hombres, con brusquedad, tomaron al príncipe e hicieron que saliera de la celda, dejando a Yangmi asustada y sola en la oscuridad.

—¡Sueltenme, idiotas! —Exclamaba Yoongi pero aquellos grande y fuertes guardias ignoraban sus palabras, todo con tal de llevarlo hasta el rey Jawang.

Desde el momento en el que Yoongi puso un pie en el palacio, esperó que su madre fuera a verle para saber cómo se encontraba, pero al él no verla detrás de las rejas, ni en los pasillos, sintió que su hermano fué capaz de hacerle algún daño a su progenitora.
Pero todos sus pensamientos dejaron de ser sobre su madre en cuanto el rostro de su hermano comenzó a estar frente a él.

Ya había olvidado el como se veía Jawang, porque aunque sean casi idénticos, el de cabellos rubios sigue teniendo aquella marca que le ha condenado.

—¿Que? ¿No vas a hablar? —Preguntó burlón Jawang desde el trono que su padre alguna vez usó. Yoongi no respondió provocando más burla en el rubio. —Tal vez deba traer a la chica para que así hables, ¿No crees?

—Ni siquiera la menciones. —Escupió Yoongi con molestia.

—¡Que bien, aún hablas! —Jawang sonrió grandemente mientras su gemelo no dejaba de mirarle con rabia. Se levantó de su trono y bajó con lentitud las pocas escaleras que hay, cuando llegó a dónde su hermano, tomó uno de sus oscuros mechones de cabello y lo pasó entre sus dedos. —Luces como cualquier campesino, Yoonie. Apuesto que jamás te viste así, tan miserable y sucio. —Un segundo después, auel mechón fué tirado con fuerza por Jawang haciendo que el cuerpo atado de Yoongi cayera al suelo. —Yo siempre te ví así. —Sonrió de lado sin siquiera bajar la mirada, después regresó a su asiento lleno de gloria.

Esperó a que Yoongi fuera levantado por los guardias y que interantara quitarse el cabello de la cara.

—Eres un imbécil. —Dijo Yoongi cuando terminó de incorporarse.

—¿Y tú no?

—Cállate. —Soltó el pelinegro.

—No, Yoongi, tú cállate. —Respondió Jawang después de regresar a estar frente a su hermano rápidamente, tirando de su cabello de nuevo, obligandolo a mirarlo. —No me importa de que manera lo haré, pero te prometo que pagarás por lo que me hiciste. No soportaste saber que esta maldita cicatriz te hiciera saber que obtendrías lo que mereces y por eso provocaste todo ese caos, para que madre te ayudara a escapar como el cobarde que eres. —Los gemelos se quedaron en silencio, mirándose el uno al otro, tratando de matarse con solo la mirada, sintiendo odio por el otro, y deseando que la muerte hubiera llegado a ellos aquella tarde en la que la profecía comenzó a cumplirse. —Mañana será la primera vez en la que salga públicamente como rey. —Habló Jawang de nuevo con calma, alejando el rostro de su hermano del suyo. —Después de eso, puede que mi primer trofeo sea tu cabeza y la de aquella chica. Planeo que muchos del pueblo tengan la oportunidad de mirar como hago justicia.

—¡Te voy a matar! —exclamó Yoongi escapando de las manos de los guardias. Jawang poca importancia le dió a la cercanía que su hermano creaba con él, y de nuevo caminó a su trono.

—Llevenselo. —Habló el rubio haciendo un simple movimiento con su mano.

Los guardias, apresurados y con más fuerza, tomaron a Yoongi y lo sacaron; los gritos de enojo del pelinegro no dejaron de escucharse hasta que salieron totalmente del palacio.
Cuando llegaron a la pequeña prisión del mismo, Yoongi fué arrojado de nuevo a la celda que comparte con Yangmi.

La castaña de inmediato se acercó a él, y desató las cuerdas que apresaban su torso: —¿Estás bien? —Preguntó ella preocupada.

Yoongi negó: —Debemos sacar del trono a ese maldito.

Si les interesa saber cómo se ve un corazón roto desde mis ojos, les invito a leer el nuevo shot de Song Request

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Si les interesa saber cómo se ve un corazón roto desde mis ojos, les invito a leer el nuevo shot de Song Request. Esta vez, Jungkook es el protagonista ahí. 💙

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Larga vida al ¿Impostor? | 𝐌.𝐘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora