4 de agosto de 2020

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Hola Caballero B,

Es curioso ver cómo entre más luz hay en tus días más oscuridad hay en los míos, supongo que es el equilibrio del universo, unos deben ser infelices para que otros sean felices, aún así espero estar equivocada y que mi luz vuelva a brillar como antes, como cuando estaba cerca de ti. Se que mi luz no depende de ti, pero es que te quiero, te quiero tanto que el dolor me hace apagarme.

Aunque estos días no han sido del todo malos, nunca puedo evitar recordarte, cuando escucho canciones que quiero que escuches y veas lo bellas que son, cuando veo una película que creo que te agradaría, cuando me pregunto dónde estarás y qué estarás haciendo... Aunque en este momento creo que debes estar dormido, teniendo un sueño en el que no estoy yo.

Trato de recuperarme, así que parezco una luciérnaga, me enciendo y me apagó, pero está luz intermitente está acabando conmigo. No quiero que mi luz se apague nunca más así que intento disfrutar lo más que pueda las pequeñas alegrías que el cielo me concede, como comprar tela para hacerme un vestido. Sabes me encanta confeccionar ropa, aunque realmente nunca lo he hecho en serio. En la mañana haré un vestido, y sabes; lo curioso es que me paso imaginando que me ves y lo luzco para ti. Que estupidez. Todo indica que nunca volveré a verte por más que lo desee. Es como si mientras más quiero verte más te alejas de mi.
Y aunque volviéramos a vernos no te interesarías en mi. Creo que es asunto muerto para tí. Entonces me repito una y otra vez que debo matar cada atisbo de esperanza aunque realmente no lo hago por mí, quiero matar la esperanza para dejarte en paz, porque pareces tan feliz y aunque me cueste mi propia felicidad sé que algún día podré lograrlo, algún día ya no voy a añorar el verte, ni el oírte, ni el abrazarte.

Es difícil, muy difícil dejar quererte, dejar de pensarte, así que conociéndome podrían pasar años en esta intermitencia de luminosidad, tal vez sea por siempre una luciérnaga.

¿Será que todos somos luciérnagas en algún momento de la vida?

¿Sabes que es interesante? Las luciérnagas vuelan, así que no estoy tan mal, no? Aún puedo volar y soñar y seguir adelante aunque me cueste un poquito. Supongo que todavía hay esperanza para mí.

También me extraño a mi misma, extraño a mi antigua yo, la que reía hasta que le dolía la panza, la que no dejaba de soñar con finales felices aunque en la vida real no lo estuviese pasando tan bien. Extraño no sentirme tan sola. Pero debo de aprender a disfrutarlo, ¿o no? Debo de ser feliz yo sola, en momentos lo soy y en otros momentos me acuerdo de tí...

Todavía puedo recordar tu voz, tus palabras, tus sonrisas, no puedo sacarte de mi cabeza. Hay una pared en un supermercado abandonado que dice tu apodo "B" y paso demasiado seguido por ahí y leo tu nombre y otra espina se clava en mi corazón.

Todo habla de ti, el viento, las nubes, la noche... Te escribí un poema, tal vez lo leíste pero no sabías que era para ti. Así que lo escribiré de nuevo.

"En mis oraciones"

Hoy le pediré a la luna ilumine tus sueños,
Y al viento que te lleve mi recuerdo.
Y le pediré a la noche que te dé silencio
Para no molestar a tus pensamientos.

Le pediré a Dios que bendiga tu noche,
tus días, tus nubes, tus arcoiris y tus soles.
Y le pediré a la lluvia que encuentres consuelo
Cada vez que caigas, cada vez que llores.

Le pediré al sol que ilumine tus caminos
aunque sean difíciles, aunque te equivoques.
Y voy a pedir a al universo entero,
que tengas más alegrías y menos temores.

Con cariño, Patty.

Cartas Jamás enviadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora