Hola Caballero B,
Aquí estoy otra vez, pensando en ti, pensando en todo, pensando en todo... Y me pregunto ¿De qué me sirve pensar tanto? Se me está quemando la cabeza y rompiendo el corazón.
No sabes cuánto tiempo esperé el día de tu cumpleaños para tener un pretexto y hablarte... Fue tan agradable que contestaras, mi corazón saltó de alegría como no tienes idea, lo sentí retumbar en mi pecho y mis oídos. De verdad espero que la hayas pasado bien y me habría gustado poder abrazarte aunque fuera un segundo.
Aún deseo verte, aún sueño con verte y no sé si soy yo quien se aferra a ese deseo o si ese deseo se aferra a mi con fuerza y no me deja escapar. A veces es cruel y a veces reconfortante, como si en un momento todo me indicara lo estúpida que soy por seguir aquí, contigo en el corazón mientras en tu corazón está otra y al segundo siguiente hasta el aire me dijera que está bien, que en algún momento todos nuestros caminos se volverán a encontrar y nos volveremos a ver, más maduros más libres y con las heridas cerradas.
Aquí estoy Caballero B, y no sé si está bien o mal, pero seguiré avanzando para cuando mi camino se cruce con el tuyo...
Es tan curioso todo esto, todo este sentimiento que no se va y créeme que lo he intentado, pensar en otra cosa, olvidar todos esos momentos que tal vez no fueron tan importantes y yo los idealizo y los repito en mi mente una y otra vez como si mi vida dependiera de eso, como si fueran el motivo por el que sigo respirando y cuando quiero dejarlos ir siento como se me va el aliento y el vacío se apodera de mí.
¿Por qué me es tan difícil olvidar si para tí fue tan sencillo? Supongo que no importa, tal vez deba esforzarme más, tal vez deba seguir esperando pero cuál es la decisión correcta es el dilema. Supongo que el tiempo es quien decide lo que se va y lo que se queda, quizá solo necesito más tiempo para que se acomode todo lo que tenga que estar en su lugar.
Aún así Caballero B, estás en mis pensamientos y en mi corazón.
Con cariño, Patty.
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Cartas Jamás enviadas
RomantizmNo sé si alguna vez leas estas cartas, pero son el testimonio de que este sentimiento alguna vez existió...