Dos corazones cambiando su destino

Capítulo 17

Elena

Se arrodilló frente a mí y me toma las manos, me mira directo a los ojos.

-Elena quiero tener el honor de ser el primer hombre en tu vida. Te prometo que te voy a cuidar mucho.

-Christian a mi también me gustaría que lo fueras, ¿pero estás seguro que lo quieres hacer con alguien que no tiene nada de experiencia?

Christian

Me pongo de pie, la tomó de la mano para levantarla y pegarla a mi cuerpo rodeándola con mis brazos.

-No me importa si no tienes experiencia porque te amo así como eres y no cambiaría nada de vos.

Se pone en puntas de pie para besarme, me toma la mano y me lleva con ella hasta su cuarto. Una vez dentro se para frente a la cama, noto que está inquieta por cómo tiembla su cuerpo. Levanta la vista y con voz temblorosa me habla.

-Quiero hacer el amor contigo, no me dejes pensar.

-Elena quiero que estés tranquila porque deseo mucho hacerte muy feliz.

Elena

No se si esta bien lo que estoy por hacer, pero realmente deseo entregarme a este increíble hombre. Me pone un poco nerviosa la situación y sin experiencia no se que hacer. Me toma por la cintura y me pega a su cuerpo.

-No temas Elena iré despacio. ¿Quieres que apague la luz?

-Si no te molesta me gustaría que hubiera menos luz.

-Hoy es tu noche y are todo lo que desees.

Christian

La habitación queda en penumbras. Vuelvo a su lado, deslizo mis manos hasta el final de su vestido y lo comienzo a subir, rozo su tersa piel y ella se tensa un poco.

-Por favor levanta los brazos.

Le saco el vestido y lo dejo a un costado. Tiene un conjunto de encaje negro que le queda increíble, posee un cuerpo hermoso. Me saco la ropa y me quedo en boxer. La tomó en brazos para apoyarla suavemente en la cama. La beso mientras acaricio su cuello hasta su pecho, corro las copas del corpiño y dejó sus senos al descubierto para rodearlos con mis manos, ella gime suavecito. Comienzo a dejar un camino de besos desde su oreja, pasando por el cuello hasta introducir un pezón en mi boca. Una mano la deslizó por su vientre hasta llegar a su entrepierna, la introduzco en su trusa para acariciar su clítoris. Lentamente trazo círculos sobre él, al introducir un dedo en su interior noto que se tensa un poco más. Cuando me doy cuenta que esta lista me saco el boxer para ponerme un condón, que había dejado en la mesita de luz. Me coloco sobre ella y la miro a los ojos.

-Elena estás segura qué quieres que siga.

-Si Christian, deseo ser tuya.

La penetró despacio, cuando lo hago ella se aferra a mis brazos. Me quedo un momento quieto para que ella se acostumbre y empiezo a moverme de a poco, nuestros cuerpos se unen en una danza de amor. Ella se acompasa con mis movimientos y la hago llegar al orgasmo con un gemido que sale del fondo de su garganta, eso hace que llegue al mío. Apoyo mi cabeza en su pecho y me quedo un instante para que nuestras respiraciones vayan relajándose.

-¿Cómo te sientes Elena?

-Mejor de lo que esperaba. Muchas gracias Christian por ser tan dulce conmigo.

Salgo de ella, me quito el condón (lo dejo en el piso para luego tirarlo), la acerco a mi y ella apoya su cabeza en mi pecho mientras le acaricio la espalda.

-No tienes nada que agradecer. Es muy fácil ser así contigo porque tú eres muy dulce y tierna.

-Por supuesto que lo tengo que hacer, porque eres la primera persona que me trata con tanto cariño. ¿Te puedo pedir algo?

-Pídeme lo que quieras Elena.

-¿Te quedarías a pasar la noche conmigo? Por supuesto si puedes hacerlo.

-Claro que me puedo quedar, me gusta mucho la idea de poder despertarme mañana a tu lado.

Por fin Elena sintió el amor de un hombre, uno que la trató con mucha dulzura. ¿Cómo tomarán todos la noticia de que son novios.