Caras nuevas vemos, intenciones no sabemos.

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Capítulo 2

...

Caras nuevas vemos, intenciones no sabemos.

...

—Planeta KF-21, llamado por sus habitantes Kugmufa. Sin señal de vida inteligente desde hace 73 años.

—¿Razón de extinción de su gente? — Preguntó Miss Fortune, mientras podía ver el planeta desde los ventanales de la cámara de mando.

—El oxígeno comenzó a escasear y sus suelos se volvieron infértil. La vida se hizo hostil, los pocos Kugmufasianos que sobrevivieron viven ahora en albergues o tierras lejanas, dispersos y sin intención de regreso.

—Bien... escanea la superficie, encuentra un buen lugar de aterrizaje, EXO.

—A la orden, capitán.

Miss Fortune dejó de contemplar la superficie del planeta y comenzó a asegurar su traje y armas, pero EXO volvió a anunciarse solo unos segundos después.

—Seguro esto será un buen entrenamiento para el día. Según mis fuentes una cacería con movimiento moderado puede llegar a quemar hasta 1300 calorías.

Miss Fortune sonrió de lado, llenando hasta el máximo el arma que sostenía en su mano.

...

—Apuesto a que mi cabeza destruye esa roca más rápido que la tuya— apostó Jinx, señalándole a Malphite la enorme piedra que obstaculizaba la entrada al pueblo.

Malphite gruñó con ganas, aceptando el reto. Se posicionó con ambas manos sobre la roca, pegando su cabeza a la superficie, Jinx lo imitó de inmediato, poniéndose a su lado.

Ambos alejaron su frente de la roca, preparándose

—Listos y en 3... 2... 1...

Comenzó la cuenta regresiva, pero apenas pudo decir "Ya" cuando la mano de Yasuo le agarró la frente desde atrás.

—¡Oye! — se quejó, viendo como Malphite había comenzado su competencia y destruía en segundos la roca— ¡Eso es trampa!

Yasuo solo miró hacia arriba, suspirando, para luego acercarse a Malphite y felicitarlo, poniendo su mano en el duro hombro.

—Dios, llevamos horas explorando este lugar— siguió quejándose Jinx— si no golpeo mi cabeza contra algo voy a ponerme a llorar.

Sona pasó al lado de Jinx, sonriéndole con calma, lo que hizo que la chica dejara por el momento sus berrinches y se encaminara con el resto del equipo.

—Por lo menos dime que estamos cerca— pidió luego de un tramo, a lo que la templario asintió—¡Bien!

Caminaron por el abandonado pueblo, todo lleno de tierra y plantas oscuras y desérticas. No había tenido contacto con vida inteligente, aunque si con algunos gusanos gigantes que desistieron de atacar cuando Jinx comenzó a dispararles apenas aparecieron.

Sona los guio hasta lo que parecía ser un antiguo templo, ahí, en el centro, arriba de un pedestal, el ídolo de ora brillaba como si el tiempo no hubiera pasado en él.

—¡Dios! ¡Si! ¡Finalmente! — exclamó Jinx, acercándose sin cuidado, ganándole a todo su grupo— ¿Cuánto crees que conseguiremos por él? ¡Uy! Es pesado... me pondré dientes de oro con esto, si señor.

Yasuo volvió a suspirar, pero ya con una sonrisa relajada en su rostro. Apretó unos botones en su consola de muñeca y luego llevo su índice a la radio en su casco.

—Ziggs, lo encontramos— comentó de inmediato, tratando de hacer contacto con su nave—¿Ziggs?

Esperó unos segundos, pero solo escuchaba una leve interferencia del otro lado.

Decisiones, decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora