Mio

898 66 35
                                    

Capitulo 12

...

Mio

...

Miss Fortune se dirigió hasta las cabinas, parándose en frente de la habitación de Sona.

Llamó a la puerta y esperó, pero no había ningún sonido del otro lado que indicara nada, trató de vuelta y obtuvo el mismo resultado.

Se anunció y desactivó el seguro, entrando.

La habitación estaba a oscuras, pero aun así se le hizo ver una figura siniestra al lado de la cama, aunque esta se había esfumado como humo el mismo instante que se sintió observada.

La capitana se quedo en su lugar, pensando si lo que había visto era real o no, hasta que cayó en cuenta que Sona parecía inquieta y agitada mientras dormía.

Se acercó, sentándose en la cama y tocando el hombro más próximo de la sanadita, la cual despertó de inmediato, sobresalta.

—Tranquila...— trató de calmarla mientras la veía sobresaltada— solo fue una pesadilla.

Sona parecía entender con el pasar de los segundos.

Miss Fortune le sonrió, viendo de nuevo los cabellos sin cubrir en la oscuridad de la habitación, causándole gracia como sus inusuales ojos brillaban en las penumbras.

La chica pareció ser consciente entonces de como el top con tirantes que llevaba no era lo suficientemente bueno cubriendo sus pechos e inmediatamente buscó ocultarse con las sabanas.

—Ah, es mi culpa— exclamó la pelirroja viendo por la habitación para darle privacidad a la chica— entre sin avisar y claro... estabas durmiendo... perdón.

Se puso de pie, pero Sona la detuvo tomando su muñeca. Regresó a verla y la encontró descubriéndose con timidez las frazadas. Ahora podía ver lo voluptuoso de sus pechos a través de la tela de su prenda.

—N-no, no, no, no vine para eso— se apresuró a decir cuando la idea cruzó por su cabeza al ver que la chica parecía ofrecerse— de verdad, so-solo tuve un terrible presentimiento hace unos momentos y creí... temía que no estuvieras bien.

Era extrañó para Miss Fortune, comúnmente hubiera comentando algo coqueto y gracioso con lo ocurrido, pero la chica terminaba poniéndola nerviosa. Mas allá de eso, ahora era muy consciente del poder que ejercía sobre ella y no quería malentendidos.

—¿Hay algo que deba saber? — preguntó sentándose de nuevo a su lado— Seguro hay mucho que deba saber, de hecho. Pero dime ¿Tú tienes alguna especie de conexión con tu dueño? ¿Ahora sentirse "cosas extrañas" cuando te pase algo? — preguntó, aunque poniéndole un poco de humor al asunto.

Sona parecía pensante y terminó por asentir.

—Genial...— comentó con el mismo humor, aunque sin estar convencida de que realmente le gustara la respuesta.

Escuchó como la sanadita bostezaba y la vio con los parpados algo cerrados. Le pareció que tenía una expresión adorable cuando estaba soñolienta.

—Vuelve a dormir— le recomendó— aun nos falta un buen tramó para llegar a Terra-2.

La chica obedeció, acomodándose de nuevo entras las frazadas, pero mirando con insistencia a la capitana.

Miss Fortune suspiró y se acomodó a su lado, no sin antes quejarse del tamaño de la cama individual.

Le daba tranquilidad estar ahora a su lado, acariciando sus cabellos y delineando con sus dedos el rostro de la chica mientras esta caía dormida.

Aun cuando ella misma sentía que también se entregaba al sueño, notaba que el sentimiento de inquietud y alerta no se iba del todo.

Decisiones, decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora