Ámbar

645 65 26
                                    

*El autor diciendo que ya no va haber notas de autor*

*El autor dos capítulos después*

Nota del autor: Quiero pensar que a ninguno le molesta que, luego de pasada las 24 horas de votación, yo pueda subir el nuevo capítulo en cualquier momento de mis 24 horas de tolerancia, lo que mayormente implica que actualice antes y no a la medianoche del día que toca actualizar... quiero pensar que ninguno se va a oponer... digo, quizás, supongo, espero.

...

Capítulo 3

...

Ámbar

...

Miss Fortune terminó extendiendo la mano y estrechando la que se le ofrecía, haciendo que Yasuo ablandara aún más sus facciones

—Borra esa sonrisa de tu rostro, capitán­— recomendó la pelirroja— solo me interesa bajar a Gangplank, apenas logremos hacernos con el ídolo, yo, si fuera tú, no me daría la espalda.

—No esperaba menos de un pirata.

—El enemigo de mi enemigo es mi amigo.

Yasuo tomó de nuevo la copa de su, ahora, aliada y la llenó.

—Ah...— exclamó la pelirroja, como si recordara algo— pero tengo una condición.

...

—¡No pueden estar hablando en serio!

Los gritos de Jinx eran ignorados por todos, mientras realizaban los últimos ajustes esa mañana.

La tiradora golpeaba su cuerpo de un lugar a otro, tratando de molestar a cualquiera de la tripulación, pero el chaleco de fuerza que llevaba, bien ajustado, impedía que realmente hiciera algo al respecto.

—¡¿Tendré que viajar todo el tiempo así?!— siguió quejándose, tratando de morder la gruesa tela—¡Capitán!

—Yo no soy el capitán en esta nave— se excuso con desdén Yasuo, mientras ponía atención a su novela, ya cómodo en un sillón de la sala.

—¡Malphite, amigo! ¡Libérame!

El aludido se encogió de hombros mientras ayudaba a Ziggs con unas cajas.

—¡Sona! ¡Por favor!

La chica parecía realmente preocupada por Jinx, pero todos entendían la medida, es más, les parecía de lo más razonable.

—Deja de llorar—le recomendó Miss Fortune, cuando pasaba por la misma sala— Ya eres un dolor de cabeza. No pienso dejar que pongas un solo dedo en mi nave.

—¡¿Y como voy a ir al baño?!

—Te aguantas.

—¡¿Qu-que me aguante?!

—Hay supositorios en la nave, si quieres puedo-

—¡Tu estas disfrutando esto!

—...No voy a mentirte.

...

La nave despegó con total normalidad, pero solo cuando ya estuvieron en el espacio, trazando coordenadas para el destino mas cercano, fue que Miss Fortune suspiro aliviada.

—Buen trabajo— felicitó al ingeniero de la otra tripulación.

—En realidad esperaba ver que todo explotara— comentó rápidamente Ziggs, mientras parecía luchar con una llave inglesa y un tablero de mando— Todo este bajo control, pero como ya comuniqué antes, la base y el lateral del cargamento inferior no resistirá un viaje cosmo-dinamico hasta otro sistema, debemos encontrar un repuesto y cinta... mucha cinta factor nuclear... preferentemente de color amarillo para que haga juego con el modelo de la nave.

Decisiones, decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora