La guarida del pícaro

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Capítulo 18

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La guarida del pícaro

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"Detente"

Se sentía aturdida y enojada, no podía pensar con claridad, pero al ver la expresión de Sona toda esa ira se volcó hacia ella misma.

Leblanc era superior, siempre lo había sido. Sería mejor para Sona y ella lo estaba demostrando en ese mismo momento.

La sanadita se mantenía expectante cuando sintió que la presión en su muñeca comenzaba a bajar, el rostro del pelirroja pasó de estar contrariado y molesto a mostrarla exhausta y atormentada.

Extendió su mano libre para tocarle la mejilla con cuidado, tratando de buscar en su mirada de donde salía el dolor que estaba percibiendo, pero Miss Fortune solo se alejó de ella.

La vio adelantarse y desaparecer en el camino de vuelta a la ciudad, sin importarle las quejas de Jinx.

...

Miss Fortune trato de acomodarse nuevamente en el asiento de la nave. Había logrado cerrar por unos momentos los ojos y creía que ya casi podría dormir, pero nuevamente ese presentimiento extraño.

Creía ver sombras en los rincones, una sonrisa que casi podía distinguir, pero todo se esfumaba.

—¿EXO? — murmuró apenas, acomodándose la chaqueta que usaba de cobija.

—¿Si, Capitán?

—Registra la nave...

—A la orden, capitán— obedeció de inmediato, trayendo el resulto a los pocos segundos— nave a salvo, capitán... como las 6 ultimas veces que me pidió el reporte en las ultimas 7 horas... Recomiendo comprar una mascota guardián... quizás un perro, dice que ayudan no solo a detectar intrusos sino también a la psiquis de su dueño al darle una sensación de seguridad... aunque el defecar de varias criaturas quizás ocasione cierto oxido.

—Siento que nos acechan...

—¿Quiénes, capitán?

No contestó. Suspiró ampliamente y se sentó derecha en la silla.

Ya había pactado todo con los dueños del taller, solo quedaba esperar esos días. Inclusive tenia un lugar de alojamiento en Terra-2, pero volver a su nave le pareció lo más seguro.

Su intuición le decía que peligraba, pero también le decía que peligraba aun mas el equipo de Yasuo, más específicamente Sona.

Sentía que debía cuidarla, pero no sabia como acercarse a ella ahora.

Todo lo que hacía parecía mal...

"Pero por lo menos me detuve" se trató de consolar con el pensamiento.

—EXO, busca la entrada mas cercana de Los Picaros... mándame la ubicación de su guardián.

—Si, Capitán ¿Va a salir? Lleve abrigo, la madrugada que se avecina en un par de horas se pronostica fría y húmeda.

—Lo hare, gracias. Quédate en la nave y procura que se trabaje adecuadamente.

—Por supuesto, Capitán.

...

Sona pudo ver como el humo negro que salía de la cocina ya cubría casi todo el techo de la sala continua. Se preguntó si debía insistir en ayudar por mas que Jinx los hubiera apartado con un claro mensaje de "Lo tengo todo controlado, así es exactamente como dice la receta"

Decisiones, decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora