Capítulo 15

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Colocó totalmente enojado y ansioso su ropa en la cama.

Hoy tenía que sacar a relucir su atractivo en su máxima expresión, hoy no más Hyuckie, solamente, Lee Donghyuck, era su momento de brillar.

Y vaya que lo iba a hacer.

El sentimiento de emoción era indescriptible, lo ponía ansioso pensar que al menos una vez en su vida, habría ido a una fiesta.

Esperaba no tener anécdotas absurdas para contar.

Ya después de bañarse hasta con el mejor champú, olor a "juventud", que tenía, se vistió con sus jeans ajustados, que le marcaban sus firmes y delgadas piernas, para finalmente ponerse una camiseta negra y sus botines del mismo color, con detalles plateados que lo hacían lucir algo más elegante.

Se sentía rudo, incluso como los chicos malos que leía en sus libros tristes de romance juvenil.

Colocó bálsamo labial en sus abultados belfos, remarcando el color rojizo de éstos, junto a un exquisito olor a cereza.

Su perfume dulce penetró a través de su piel. Aquél perfume que llevaba utilizando desde que lo descubrió, porque era tan asquerosamente dulce, que le parecía incluso encantador.

Sí, tenía una relación tóxica de amor-odio con su propio perfume. Él mismo a veces comenzaba a replantearse su razonamiento.

Despeinó algo sus cabellos húmedos, nuevamente rojizos, pues los había teñido unas horas atrás. Si iba a ir a una fiesta, que sea "la" fiesta. Ir con su cabello casi oxidado no era una buena opción.

Su mamá casi se desmaya cuando se enteró, la pobre mujer siempre quiso poder ver a su hijo divirtiéndose, como cualquier otro adolescente, menos Donghyuck y probablemente algunos otros, así que estaba feliz de verlo salir con más amigos.

—Cariño, te espera Johnny abajo — la mujer lo miró de pies a cabeza, entregándole una sonrisa cálida — Te ves precioso, Hyuckie.

—Gracias mamá, pero yo no soy "Hyuckie" — hizo comillas con sus dedos — Soy Lee Donghyuck — dijo de manera seductora y divertida, ganándose risas y un golpe en la cabeza por parte de la mayor.

—Ya quisieras — su madre se fue, explotando en risas mientras seguía repitiendo "Lee Donghyuck" escaleras abajo.

Finalmente, tomó su celular y billetera, guardándolos en el bolsillo interior de su pantalón.

No llevaba nada más, pues tampoco sabía que mierda llevar a una fiesta. Estaba yendo a la primera en toda su vida. Además, tampoco era cómo si tuviera que llevar demasiadas cosas, con lo básico estaba bien.

—Llegó el atractivo "Lee Donghyuck" — las risas siguieron, incluyendo las de su madre.

—Son muy graciosos, ¿saben?

—Lo sabemos, pequeño — el más alto llevó su mano hasta las rojizas hebras del menor, sacudiendo con cariño.

—Les deseo suerte chicos — la castaña se acercó divertida a Donghyuck, susurrándole en su oído — No vuelves si no estás borracho, ¿eh? — dijo en broma la joven mujer.

No se hacía problema si el menor tomaba un poco, porque iba con Johnny, así que suponía que todo estaría bien. El castaño era alguien responsable y cuidadoso, aún más cuando estaba Donghyuck involucrado.

—¡Mamá! — el moreno gritó agudo. ¿Qué clase de madre le da esos consejos a su hijo?

La mujer solo rió. Era obvio que no quería un hijo borracho. Mientras estuviera Johnny, todo bien. Sabía que si su hijo cometía alguna estupidez, el mayor lo retaría y traería a casa desde la oreja.

Casillero | Markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora