Estaba congelado, no de frío, porque el clima era bastante cálido, si no que me encontraba absorto e intimidado, parado en el mismo lugar donde aquel hombre me había dejado, pude ver la sombra de su cuerpo ir alejándose cada vez más, hasta desaparecer frente a mis ojos, un miedo irracional me cubría de pies a cabeza.
«¿Qué es lo que acaba de pasar?»
¿Por qué de todas las personas en este pequeño pueblo, tenía que molestarme a mí? Ante los ojos de Dios, el prójimo nunca será una molestia pero ¿Él llegaba a ser el prójimo? Lo poco que pude hablar con él, no tenía intención de cambiar, él estaba bien siendo un pecador y quería que yo me uniera ¿Cómo siquiera puedo lidiar con él?
Sentir el ruido de los autos sobre la tierra, hizo que saliera de mis pensamientos, no puedo hacer nada por él, por más que quiera, tengo el apoyo de Dios de mi parte para no hacer que aquella persona me haga caer en las redes del pecado.
Estaba pensando mucho la situación, yo sabía que detrás de mí, siempre iba a estar Dios y eso era suficiente para sentirme seguro y resguardado de todo mal, sin dar más cavilaciones fue como decidí, hacer mi camino a casa. Cuando llegué mi madre se acercó a mí.
-Hijo, estas muy pálido ¿Ha pasado algo?- Me dijo mientras colocaba una de sus manos en mi frente, para corroborar que no tuviera temperatura.
-No es nada madre, me siento bien- Le respondí quitando suavemente sus manos de mi rostro- Pero ¿Me dejarías ir a ver a Jungkook?
Le pregunté amablemente, necesitaba hablar con mi amigo, mi madre me miró por un momento y tuvo toda la intención de hablar pero fué interrumpida por la imponente voz de mi padre.
-No tienes permiso- Sentenció fuertemente haciéndonos a mi madre y a mí, saltar del susto.
-Pero padre...- Quise refutar a su palabra pero su mirada furiosa llego a parar sobre mí.
-¿Me estás contradiciendo?- Preguntó, esta vez suavemente.
-No, pero me he portado bien, deberías dejarme ir un momento...- Y no pude seguir ya que el repentinamente se puso de pie.
-¿¡Quién te crees que eres para desobedecer a tu padre!?- Sus pasos fuertes y demandantes se escuchaban venir hacia mi, efectivamente él estaba haciendo su camino hacia mí con una clara intención.
-¡No! Cariño, no lo hagas, él ya entendió- Dijo mi madre suplicante, interponiéndose entre los dos.
-¡Tú le debes respeto a tu esposo!- Le gritó a mi madre furioso, dándole un gran cachetazo que llegó a tirarla lejos, preso del pánico, traté de acercarme a socorrer a mi madre, pero me lo impidió, agarrándome fuertemente del brazo y llevándome con él.
Me tironeaba tan fuertemente que literal, ya estaba siendo arrastrado por la casa, cuando llegamos a mi habitación me lanzó fuertemente contra la cama.
-¡Sabes bien lo que le pasa a los que osan desobedecer la palabra de sus padres!- Dijo acercándose a la puerta- ¡Te has salvado por que tu madre recibió el golpe por ti pero a la próxima, tendré que castigarte ante los ojos de Dios!
Mi cara empapada en lágrimas de puro miedo, no tenía las agallas para contestarle, sólo quedarme en silencio, viendo como cerraba mi puerta con llave.
Conocía este castigo, no era nada comparado con los otros, él me dejaría encerrado hasta mañana, cuando tenga que irme a la escuela, no tendría comida ni agua, mucho menos baño, pero más que preocuparme por eso, era mi madre, ella había recibido un golpe brutal y todo por culpa de mi insolencia, cuando mi padre se enojaba, pasaba esto, debí haberlo previsto.
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Sinner || Yoonmin +18
Fanfiction《Fuiste la manzana, aquella que me llevó a disfrutar del dulce placer del pecado》