CINCO.

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Han pasado horas desde el encuentro con Yoongi en aquel callejón, el último que tendré con él, después de todo, parece que dejamos las cosas lo suficientemente claras. Todo ha sido normal hasta el momento, al llegar a casa, comimos como habitualmente lo hacemos, he hecho mis oraciones como corresponde y ahora mismo me encontraba en mi habitación, tratando de concentrarme en cualquier otra cosa que no sea él.

Pero... ¿Por qué debería estar pensando en él? La respuesta ni yo mismo la sé. En otras circunstancias podríamos haber sido amigos... Pero simplemente la vida no lo quiso así. Aquellos tristes pensamientos fueron repentinamente interrumpidos por el sonido de la madera de mi puerta siendo tocada para luego sentir el sonido de esta siendo abierta.

-Jimin... Hijo, Jungkook vino a visitarte- Mis ojos observaban como mi madre se adentraba a mi habitación acompañada de mi amigo. Era realmente raro que él me visitara, ya que tenía un poco de miedo hacia mi padre- Les traeré algo para que coman- Terminó por decir para luego salir y daejarnos solos.

Jungkook me dio una pequeña sonrisa la cual correspondí, a pesar de que era raro, me sentía bien que él esté aquí acompañándome, le hice un espacio al lado mio en mi cama y en un momento él estuvo sentado a mi lado.

-Que raro verte por aquí- Le dije en un acto sincero.

-Fue duro tener que ver a tu padre, pero realmente quería venir a verte- Respondió.

Sus ojos me escrutaban, tratando de encontrar el momento preciso para poder soltar todo lo que tenía dentro, con un poco de duda le pregunté.

-¿Sucede algo?- Él solo dejo escapar un suspiro pero no era un suspiro cansado, sino que era un suspiro que denotaba nervios, quizás hasta miedo.

-¿Por qué no me cuentas que ocurre contigo, Jimin?- Sus ojos seguían analizando cada parte de mi, esperando encontrar alguna pista en mi actuar.

-¿A mi? Pero si a mi no me pasa nada- Aquel ceño fruncido fue el indicador que no me había creído en lo absoluto.

-Jimin... No creas que me he olvidado de lo que me dijiste en la escuela... Dijiste cosas tan raras.

En aquel momento sentí la necesidad de hablar de eso, me sentía tan lleno que ya no sabía que hacer para aliviar en algo la culpa que sentía,
pero ¿Que sentiría mi amigo si tan solo le dijera lo que en realidad me ocurre?

-No es nada, sólo estaba diciendo cosas sin sentido, ya sabes, cuando tengo sueño, suelo decir cosas absurdas...- Mi mano derecha repasaba recelosamente mi cabello, arreglandolo incluso cuando ya estaba en perfecto estado, esto únicamente para que aquellos temblores de miedo pasarán desapercibidos.

-No puedo creerte... Estabas tan nervioso, que es imposible que sea algo absurdo- Replicó con duda.

De un momento a otro sentí la necesidad de moverme, él no tenía intenciones de creerme, se notaba en la forma en la que me hablaba.

-Por favor... Dime la verdad- Volvió a acotar, ahora en un tono de súplica. Queriendo aliviarle un poco, decidí rápidamente hablar.

-He cometido errores, Jungkook- Diré lo justo y necesario para hacerlo sentir mejor- Errores de los cuales no vale la pena hablar- Le recalqué, tomando de sus manos, tratando de con este simple gesto darle la seguridad de que no le estaba mintiendo.

-Creí que éramos amigos...- Lentamente bajó su mirada en señal de tristeza.

-Y lo somos, eres mi mejor amigo- Me apresuré en contestarle, tomé su mentón para que él pudiera ver mi rostro, le regalé una sonrisa, de las más sinceras que alguna vez le he dado a alguien- Eres la persona a quien más le agradezco el que esté conmigo.

Sinner || Yoonmin +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora