Sinner || Yoonmin +18

PROLOGO.

Me sentía despierto, pero todo a mí alrededor era negro, en mis cinco sentidos pero rodeado de inmensa oscuridad, podía sentir como mi cuerpo era trasladado a algún lugar desconocido «¿Estoy soñando?» Era todo lo que podía pensar en este minuto, podía sentir los ruidos ensordecedores a mi alrededor que llegaban como flashes fugaces, gritos y sollozos interminables, oía mi nombre en medio de la penumbra, pidiendo a gritos que pudiera despertar.

Pronto fui envuelto en un miedo irracional que no me dejaba pensar con claridad «¿Es esto una pesadilla?» De la nada empecé a sentir frio y un dolor fugitivo recorrer mi espina. Buscando consuelo me dejé ir, con todas mis fuerzas dejé que la oscuridad me absorbiera, esperando poder despertar.

*

-Sus signos vitales son débiles...- Dijo aquella persona- ¿Está listo el pabellón?- Respondió apresuradamente la persona a su lado.

-Doctor, está perdiendo mucha sangre, si no nos damos prisa él no sobrevivirá.

Entre mi inconsciencia, podía oír vagamente a las personas a mi alrededor hablar, movimientos continuos se estaban haciendo presentes, quería despertar, quería gritar y decir que estaba aquí, que estaba bien, pero mis intentos eran en vano, quería abrir la boca y gritar, pero nada salía, atado de pies y manos, sin recordar nada.

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Meditando aquellas palabras, aquel doctor, rápidamente rogó por la vida de aquel paciente, el tiempo no estaba a su favor, contaba con cinco costillas rotas, una contusión craneal severa, sin contar la perdida excesiva de sangre, el pronóstico no era alentador.

*

El oxígeno a mi alrededor se disipó, un fuerte dolor en mi pecho surgió con intensidad, «Aire», aire era todo lo que necesitaba, pero era inútil, el aire no llegaba, sudor frio y temblores atemorizantes haciendo fulminar mi cuerpo era lo que ahora mismo estaba sintiendo «Dolor». Mis gritos pidiendo clemencia, pidiendo perdón, pidiendo una oportunidad «Terror» era lo que inundaba el ambiente, inundaba mi ser alertándome de que este era mi fin.

«Aquel inminente sonidito, aquel que avisaba que tu vida aquí en la tierra llegaba a su fin, estaba resonando, estaba llamando a mi alma, para irse a un lugar mejor»

-¡Doctor!- Exclamo alarmado el que parecía ser el enfermero- ¡Código azul!- Aquel enfermero, que era primerizo, preso del pánico pero con la intención de no dejar ir una vida, rápidamente empezó a aplicar el RCP correspondiente, para ganar tiempo.

-¡Vamos!- Agitadamente pedía con todo su corazón a aquel joven- ¡Eres tan joven y con una vida llena de sueños por cumplir!- El equipo especializado estaba llegando, abriéndose paso, para que el Doctor pudiera trabajar, dejó unas últimas palabras- ¡Se fuerte y sal de esta!

El doctor colocó ambos parches en el pecho del joven, para luego efectuar la primera descarga eléctrica, la cual falló completamente, seguida de la primera, llegó una segunda con el mismo resultado.

-¡Necesito que cuando termine con esta descarga, inicies el RCP; 30 compresiones torácicas y 2 insuflaciones!- Habló el Doctor al enfermero que anteriormente estaba tratando de reanimar al paciente.

-¡Entendido!- Dijo esperando la tercera descarga.

En ese ritmo empezó con su trabajo, era un doctor joven e inexperto, nunca había visto una vida dejar este mundo por ese motivo se puso como meta, salvar cada una de las que estén en sus manos, esa fue la razón para que diligentemente ayudase en la reanimación.

Dos descargas más fueron suficientes, el electrocardiógrafo, volvió a indicar signos vitales, suspiros retenidos fue lo que se escuchó en aquel pabellón, pudieron alargar la vida de aquella persona. Y así inició la operación, esperando que salga exitosa.