Baile

323 69 10
                                    

Hay una felicidad indescriptible en un baile, un baile puede significarlo todo o nada. 

No sabías bailar, pero tú bailabas conmigo, con torpeza, bailabas de una manera que lograba ponerme nerviosa, me gustaba verte bailar, me gustaba bailar contigo. 

Todos los días me pregunto qué estás haciendo. Seguirás bailando, habrás encontrado alguien con quien bailar. 

Te acercaste a mí cuerpo con lentitud, eran movimientos improvisados, creo que era la primera fiesta que asistías con mis amigos y familia. 

El ritmo de la música era sexual y lento y tus movimientos tenían el mismo ritmo, recuerdo que tu rostro estaba a centímetros del mío, recuerdo que nuestra respiración chocaba, recuerdo tu aroma amaderada y tu ropa ligera y holgada. Recuerdo tus manos largas rozando mis palmas, recuerdo los nervios comiendo mis entrañas y recuerdo tu sonrisa delicada y despreocupada. 

Recuerdos de añoranza, quisiera saber si lees mis notas, quisiera saber si aun me amas, quisiera poder retroceder el tiempo, quisiera haber podido probar tus labios, quisiera abrazarte una vez más. 

-Yo no bailo. 

No se bailar 

-Baila conmigo por favor.  No importa como bailes, solo diviértete. 

-Oh Kara, contigo todo es divertido.  Y créeme por ti soy capaz de bailar toda mi vida. 

-No tienes que hacer nada por mi. 

-Pero me gusta hacerlo. 

-Y yo no te lo impido 

Ven, bailemos. 

Bailabas sólo por mi, hacías demasiadas cosas por mi, después de tu partida me di cuenta que incluso me protegías de mil maneras diferentes. Eras el abrigo que nunca pedí, fuiste mi amiga, mi compañera, mi confidente, solo faltó ser tu pareja. Pero de cierta forma lo eras. 

-Puede haber tomado el autobús Lena, no tenías que pasar por mi. 

-Sabías que me asustan los rayos

-Cómo? 

-Sí, me asustan los rayos, son impresionantes y hermosos pero les temo. 

-No te gusta la lluvia entonces. 

-Me encanta, y me gusta pasar los días de lluvia con gente que amo. 

-Tu me amas? 

-Sí, te sorprende? 

La verdad es que no me sorprendía, yo también te amaba, pero tus palabras en ese entonces dolían como el hierro caliente, tu ya salías con él. Y yo tardé mucho en aceptar mis sentimientos, cuando lo hice era demasiado tarde. No quería que fueras por mi porque me dolía verte, me dolía ver lo que dejé ir, lo que ignore por muchos años. 

-Entonces pasarás la noche con Evan? 

-No, me gustaría pasarla contigo. 

-Por qué? 

-Hace tiempo que no nos vemos Kara, parece que te alejas de mi. 

Incluso escribir su nombre duele, y tenías razón me alejaba de ti, mi garganta tenía un nudo ese día, mi corazón palpitaba con nervios y mis manos sudaban como hacía tiempo no lo hacían, formular esa pregunta me costó la vida, tu respuesta fue la que me salvó de una muerte lenta. Esa noche bailamos, fue un baile íntimo, fue un baile lleno de sentimientos, fue un balance lento donde me abrazabas transmitiendome algo que aún estoy logrando entender. 

Evan era un señuelo cierto? No lo amabas, pienso que ese baile era una afirmación de tu amor por mi, como si pidieras que comprendiera algo que no decías, algo que guardabas en el fondo del corazón. 

Te levantaste y tomaste mi mano dejando caricias circulares, me jalaste hacia tu cuerpo y enredaste mis manos por tu cuello, sujetandote de mi cintura comenzaste el movimiento, ahora cuando llueve y hay truenos recuerdo ese baile, los rayos iluminaban nuestros cuerpos, no había luz, no había música, fue la peor tormenta del año y tu yo estuvimos bailando. 

Hacías girar mi cuerpo y estirabas tus manos dando vueltas como el viento, no sabías bailar, pero conmigo eso no te importaba, te divertías bailando. 

-Qué es tan divertido? 

-No te gusta bailar pero estás bailando. 

-Contigo todo es divertido cariño. 

-Cuando te cases dejarás de bailar conmigo? 

-Eso nunca va a pasar. 

…. 

Cada baile siempre te pertenecerá. 

-Incluso el del día de tu boda? 

-Sobretodo ese cariño. 

Debí notarlo, ese día me dijiste que no te casarías, me decías todo en un código que solo tú entendías y sabías, yo no tenía toda la Información yo no conocía todo tu plan. Ahora que te has ido y he dedicado mis días a recordar todo lo que hablamos y vivos me doy cuenta que siempre me lo decías. Lo que no me dijiste es a donde te marcharías.

Te extraño Lena, y espero algún día vuelvas o me hagas saber dónde encontrarte. 

Mi respuesta es si, ese día me dijiste que todos tus bailes me pertenecían incluso el del día de tu boda, que manera más romántica de pedir matrimonio, dejando todo en una adivinanza, un misterio, siempre fuiste un misterio, ahora entiendo tus palabras, mi respuesta siempre será si Lena. 

Con amor K. D. Te amo y extraño. 

Los Días Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora