Sueño

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Brillante y húmedo como un día de verano. Vestido veraniego blanco con flores amarillas de estampado, sonrisa amplia y risa cantarina. Cabello dorado bañado por ligeros y suaves rayos de sol haciendolo resplandecer.

Idílico, genuino, un sueño. 

Bailabamos la canción que siempre solías bailar y cantar, la letra genuina y el ritmo de las teclas envolvía el ambiente y yo acompañaba tu baile con ligeros movimientos de hombros y pasos desiguales, jamás fui buena en el baile, pero sentía el ritmo correr por mi cuerpo y sentía la calidez que embarga mi cuerpo cada vez que veo tu sonrisa. 

Es una canción que no puedo olvidar y su letra ahora tiene más significado para mí, era un sueño de los años 70. You never can tell. Una vida sencilla contigo a mi lado, la simplicidad de la letra dice más de lo que yo puedo expresar en mis palabras y deseos, mientras cantas con esa voz tan suave y estridente, mientras tomas mis brazos y me llevas contigo, llenando de luz la oscuridad en la que vivo. Tocabas un piano invisible y una guitarra que ni siquiera aparecía en la canción. 

…. 

El azotar de una ventana me despierta del sueño cálido que tenía, el frío cala en los huesos, el silbar del viento es estremecedor, es una tormenta de nieve, la madera cruje ante tal trato de la madre naturaleza, la agua nieve se filtra por las rendijas gastadas de las ventanas y el constante chirrido que produce genera la sensación que en cualquier momento pueden ser arrancados por el fuerte viento. 

El ardor de los labios me recuerda lo resecos y maltratados que están, las cicatrices y marcas que guardan mi espalda duelen debido al frío.

Mi cuerpo se ve realmente pálido y me dispongo a prender la chimenea, la bola de pelo que asoma sus orejas  apenas escucha ruido me recuerda mi nueva compañía, un cachorro de cruza de lobo. Es más grande de lo esperado. 

-Buenos días Kripto. 

Tuve un gran sueño hoy. 

Algún día conocerás a la chica de la que siempre te hablo. 

Sabes que no puedo volver, por el momento no, las cosas se están poniendo turbias por allá.

Sam no podrá venir esta vez. 

Hablar solo no es extraño, hablar con un perro tampoco lo es, lo extraño es que mi conversación tenga la voz de respuesta de Kara. 

-Debería arriesgarme y escribirle, tu que piensas Kripto? 

Crees que encontró la información y carta que le dejé y simplemente no le importó?

Tienes razón, no tendría sentido entoces su columna semanal. 

Hace más de un mes que no la escribe. Supongo que ya está sanando. 

Crees que me perdone por todo? 

Tengo miedo de que encuentre a alguien más, lo sé es egoísta. 

Sirvo la comida de Kripto y la mía, la tormenta no ha parado y me encuentro cavilando mis posibilidades. 

Ya no soy la misma de antes, me he vuelto más fuerte, pero no tanto para luchar contra ellos, son demasiado poderosos y esto no es una película de superhéroes.

No puedo entregar la información yo, porque igual terminaré encarcelada  con ellos, eso si no me dan la pena de muerte por crímenes contra la humanidad. 

No puedo decirle dónde estoy porque me encontrarán y de nada servirá esto. 

Pero han pasado cuatro malditos años y la luz al final del túnel no parece llegar. 

La paciencia es la mejor virtud. Eso decía mi madre o por lo menos eso creo, después de todo lo escribió más de una vez en el libro que solía leerme. Ahora Kara lo tiene, no pude traerlo conmigo. En la parte de atrás está el boceto de tu rostro, gracias a él no desapareciste de mi memoria. Pero no me preocupo, está en buenas manos. 

Repito esa oración mientras lavo mi cuerpo, el espejo refleja las heridas de mi espalda y mi semblante cambia,mis músculos se tensan y contraen, siento el odio en cada palabra, cada símbolo es un recordatorio de porque no debo caer en la desesperación e imprudencia, cada marca es un recordatorio de lo que me he liberado y cada una de ellas representas mi determinación, borrando el porque de cada una de ellas.

El doloroso recuerdo de cada una fue por una buena causa, cada enfrentamiento que sabía que perdería, pero no temí hacerlo. 

Los bordes desiguales son grotescos y vuelvo a repetir en mi mente una y otra vez hasta calmarme. 

La paciencia es la mejor virtud. Mis ojos reflejan odio y determinación. 

Salgo del cuarto de baño, buscando mi ropa y empezando a empacar, cuando la tormenta de nieve termine me marcharé, será un viaje de regreso largo y lento. 

Las orejas de kripto se levantan en Punta como presintiendo lo que se avecina, mueve la cola y me muestra sus afilados dientes. 

Para ser un cachorro ya es bastante feroz y un buen cazador, sus ojos brillan como el fuego. 

Las consecuencias podrían ser  catastróficas, pero me he cansado de esperar. 

Mi sueño vuelve a mi memoria, un baile suave, cálido verano, suspiro buscando relajar mi cuerpo, mientras saco del cajón mis cosas una hoja perfectamente doblada salta a la vista es una de las columnas de Kara, al abrirla son las palabras finales las que captan mi atención un óvalo azul las encierra. 

Por favor Lena, vuelve a mi.

Con amor K. D. 

Estoy volviendo a ti, por favor esperame cariño. 

Los Días Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora