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Vuelve sobre sus pasos algo inquieto. Era un decisión un poco imprudente por su parte, pero tenia que estar seguro que gente inocente como Querk no estaban en peligro. La jungla se le hizo pesada según iban pasando las horas de camino. Cuando salió al fin, tuvo que recurrir a su guía Ogmios, un búho con el cual tenia un vinculo azul -Era una atadura celestial, que trataba de unir los sentidos con un animal. Solo podías hacer esto si el animal esta dispuesto a hacerlo y te elige como su guardián.-  El desierto era infinito tenia que recurrir a él. 

Cerró los puños y después con un soplo dejo salir de sus labios el polvo de Ogmios, aquellos granos que bailaban en medio del atardecer se juntaron y realizaron un poderoso y vigoroso búho de ojos bicolor. Cerró los ojos y se metió en la mente de Ogmios, controlando no solo su vuelo, si no también todos sus sentidos. Movió su brazo para que el animal emprendiera el vuelo.

 Movió su brazo para que el animal emprendiera el vuelo

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El ave surco el cielo en busca del hogar del pescadero. No vio nada extraño, solo arena, arena y mas arena. El hombre dijo que su dulce morada no estaba tan lejos de la jungla Ungla así que tampoco se alejo mucho de la zona. Se acercó un poco mas a la área terrestre y de pronto advirtió a la lejanía que un color se diferenciaba del anaranjado de la arena. Era rojo y lo único que poseía ese color era nada mas ni nada menos que la sangre. Junto sus dos manos para salir con éxito del cuerpo de su guía. Abrió los sin poder creer lo que había hallado y corrió en dirección norte. Cuando se acercó al rastro de sangre, un escalofrió recorrió su ser. Trago saliva mentalizándose y cauto siguió la evidencia de un hoomicidio.

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