Tú eres Venom, yo soy Emy ( 6 )

7.5K 643 510
                                    

Me sentía observada, como si algo o alguien me estuviese viendo fijamente, por otra mi cuerpo se sentía caliente, no tardando en notar las gotas de sudor que se deslizaban  por mi frente y en parte eso fue lo que me hizo despertarme poco a poco, abriendo lentamente los ojos solo para toparme con una...¿cabeza negra con dos grandes y alargados ojos blancos?

Parpadeé varias veces procesando aquel bicho raro que estaba frente a mí, el cual mostró sus filosos y puntiagudos dientes, semejantes a los de un tiburón, lo cual me llevó a reaccionar como una persona normal agarrando lo primero que tuviera a la mano para aventárselo, en este caso el ventilador pero luego recordé que era pobre y que no podía romperlo por lo que terminé dándole un par de almohadazos como si esto le fuera a hacer daño.

_Eddie, trae el insecticida, hay un bicho feo en mi cuarto.

_¡Bicho!_replicó aquella cosa notablemente ofendida, cosa que no entiendo porque dicen que la verdad no duele_¿¡A quién le dices bicho!?

_Pensándolo mejor podemos venderlo, no todos los días te encuentras un bicho que habla_reflexioné con pose pensativa, levantándome como si nada de la cama para ir en busca de mi hermano pero no lo encontré, lo cual significaba que había ido a trabajar y para mi desgracia me encontraba sola en casa.

No fue hasta que esa cosa habló nuevamente cuando caí en cuenta de de que salía de mi cuerpo, más concretamente de mi estómago.

_No, no puede ser, esto lo vi en un documental_comenté entre estupefacta y nerviosa, tomando aquel bicho con la intención de despegarlo, esperando encontrar algo bizarro como sangre y un gran agujero que marcaría el fin de mi existencia pero no fue así, pues aquella masa negra solo se estiraba como un chicle.

_¿Qué intentas hacer, humana?

No cabe duda, es una de esas larvas que hay en África, de las que te comen por dentro. Sabía que no debía haber ido a ese continente tan peligroso, aunque ahora que lo pienso yo nunca he ido. 

Me tocó un vehículo con retraso.

Resonó en mi cabeza aquella voz ronca.

_¿Eh? ¿Dónde se metió ahora?_cuestioné volviendo en mí, alertándome al no ver aquella cosa en mi estómago.

_Puedo salir de cualquier parte de tu cuerpo_respondió con cierta burla, materializando su cabeza frente a mí nuevamente, pero esta vez brotaba desde mi espalda.

_¿Y tú qué rayos eres?_le interrogué en tono casi amenazante.

Creo que Eddie le echó unos polvos blancos al mejunje que me dio por medicina.

_No sé a lo que te refieres con polvos blancos pero abstente a la próxima de beber esa cosa.

_¿Disculpa? ¿Quién te crees que eres para venir a decirme lo que puedo beber o no?_repliqué algo indignada, cómo osaba esa bacteria decirme lo que puedo o no hacer.

_Ahora compartimos cuerpo así que tus decisiones son mis decisiones.

_¿C-compartir cuerpos?

_Ustedes no nos encontraron, nosotros los encontramos a ustedes_ explicó mostrando aquellos filosos dientes puntiagudos_ De ahora en adelante eres mi vehículo.

_¿Ja? ¿Acaso me viste cara de coche deportivo o qué?

_Digamos que para tu desgracia eres compatible conmigo.

Tú, eres mía |Venom|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora