Falling Apart

Cayendo

Casi tres años atrás

Así, cayendo. Cayendo irremediablemente. Como caer, caer, y caer un por abismo. Un abismo inacabable, profundo, lleno de vértigo, pasión, calor, a la vez desconocido y excitante. A veces incluso aterrador, pero siempre envolvente e ineludible. Correcto. Así se sentía para Hyukjae la situación en que estaba envuelto desde hace tiempo con el hermoso hombre castaño que lo estaba volviendo loco desde nada más conocerse.

Tan loco por él que, mirando en retrospectiva, quizás podría haberse cuestionado mucho más el caer por él, con él, en él. Todo aquel tiempo estuvo plagado de una tremenda dualidad, como si las sensaciones y situaciones tirasen constantemente de él en dos direcciones diferentes y opuestas. Engañar a su esposa se sintió horrible, pero hacer el amor con Donghae fue, desde la primera vez hasta siempre, el cielo, un cielo hasta entonces desconocido para él. Si bien había probado con hombres antes, no pasó de los besos y algunos apretones y mamadas culposas. Todo lo que descubrió del sexo gay junto a Donghae, un tipo de sexo tan prohibido y mal visto en Corea, para él se sintió correcto, soñado, perfecto, aquello que siempre deseó y nunca supo hasta entonces. Tener sentimientos profundos y románticos por otro hombre, se abrió ante él como un paraíso desconocido, pero a la vez como un hogar, un lugar donde quería estar. Enamorarse de Donghae había sido inevitable y no solo por el sexo, pasar el tiempo junto a él era maravilloso y sentía que estando con él sería capaz de todo. Dejar su hogar  para formar otro y comenzar a ser padre de su hijo en una configuración nueva, le hizo sentir muy culpable, pero aprendió a cargar con ello, intentando que Yisung no sufriera y que sintiese que él siempre estaba ahí presente. Y, aunque lamentó hacerle daño, dejar a JiEun por el castaño, se sintió correcto, no podía estar con quien ya no amaba.

Desde aquella primera vez en un motel cercano al Yongsan Park, efectivamente, ya no pudieron dejar de hacerlo cada vez que podían. Inventar excusas para ver a su amante se hizo habitual y más que eso una necesidad vital, realmente sentía que no podía respirar si pasaba demasiados días sin verle. Todo su ánimo decaía, extrañaba su sonrisa, su compañía, su aroma masculino, su risa grave, su charla despreocupada. Así fue como a poco andar, entendió que no podía seguir pensando que lo que sentía por el castaño era solo deseo carnal o atracción sexual, entendió que había desarrollado sentimientos muy fuertes y finalmente, que se había enamorado locamente. Además, cuando tiempo después supo que sus sentimientos eran correspondidos, que Donghae lo amaba de vuelta tanto como él, y se lo demostraba día a día, fue un sentimiento incomparable de plenitud y felicidad. Con el tiempo, aquello lo llevaría a una encrucijada que, por momentos pareció imposible de sortear. Sin embargo, cuando todo se hacía cuesta arriba, ahí estaba el castaño, con su carácter cariñoso, su buen humor, y su trato suave, para animarle y hacerle sentir completo. 

Así fue como, en el lapso de un año, pasó de ser un hombre casado y hetero para todo el mundo (aunque en privado mantuviese su identidad bisexual, pues desde su adolescencia supo que se sentía traído por mujeres y hombres) a tener un amante gay, luego a enamorarse de él, después a trasparentar la situación a su mujer, y consiguientemente divorciarse de ella y ver a su hijo como padre "puertas afuera" y a entablar una relación desenclosetada con un hombre ante la sociedad, asumiendo con ello su sexualidad abiertamente. Y haciendo frente a las consecuencias (no siempre positivas) que estas decisiones trajeron a su vida. Mirando atrás, es extraño que no se haya vuelto loco con tantos cambios y situaciones francamente pavorosas de enfrentar. Pero su meta estaba clara: ser feliz con la persona amada, y siendo feliz, ser el mejor padre que pudiera para su Yisung, aún con esas circunstancias especiales. Sacar felicidad de las pequeñas cosas del día a día se convirtió en su mantra y su forma de vivir. Y junto a Donghae, sentía que era capaz de cualquier cosa.