~Capítulo 10~ Decisión

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Viernes

Los primeros rayos del sol se asomaban por la pequeña ventana de la habitación de Yoongi, impactando en su rostro. Era cálida y tenue por lo que no despertó al muchacho, por el contrario, hizo que el escaso calor que emitían reconfortara su cuerpo.
Jimin miraba desde una esquina a su protegido que batallaba con el frío, él sin duda podía reconfortar el cuerpo del chico, pero Jimin se sentía tan avergonzado y dolido que decidió quedarse ahí limitándose solo a mirarlo. Jimin también pasaba por momentos difíciles, en una batalla con sigo mismo que, al parecer, no tenía termino. La frustración de no poder ayudarlo hacia que todo le diera vuelta, habían tantas cosas que no encajaban en su cabeza que por más que intentara, no podía entender porqué era tan deficiente como Ángel guardián. Yoongi necesitaba a alguien que cuidara de él, que lo defendiera de los malignos, que reconfortara su inocente alma. Jimin no podía hacer absolutamente nada de lo anteriormente dicho, quizás, sería mejor que desistiera de ese trabajo y le diera a su protegido a alguien que si valiera la pena.

Ahora iría nuevamente al cielo para pedir su baja, pedir perdón por su actuar y rogar que encontrarán un Ángel capaz de proteger a Yoongi.
Taehyung había estado en lo cierto cuando mencionó que su protegido había tenido mala suerte al haber recibido a un ser tan deplorable, tan débil.
El Ángel con lágrimas en los ojos observó el cuerpo frágil del chico tendido en la cama. Con dificultar se levantó desde el suelo y camino lentamente hasta quedar a un lado de ella, ¿Estaría bien si lo abrazaba? Existía la posibilidad de dejar de ser su Ángel guardián cuando fuera al cielo, no había nada de malo con querer despedirse de la persona que estuvo junto a él 2 meses. No podía negar que Jimin había formado lazos con el muchacho, después de todo, él pasaba todo el tiempo a su lado, desde la mañana hasta llegar la noche. Ahora si su petición de dejar de ser su protector era aprobada no lo vería nunca más. No había nada de malo con querer abrazarlo y despedirse con anterioridad, ¿Cierto?.

Jimin apartó las lágrimas que iban callando por sus mejillas y se acercó son sigilo hasta la cara del chico para cerciorarse que aún estuviera durmiendo. Aún lo estaba, jimin agradeció por eso, pues podría proseguir con lo que quería. Con las yemas de sus dedos aún húmedas por sus lágrimas apartó el cabello de Yoongi para tener más acceso a su rostro y contemplar por última vez cada facción que éste tenía. Le gustaba mucho ver al muchacho dormir, ya que podía ver la paz que reflejaba, cosa que jamás pudo ver en su día a día. Un nudo se formó en su garganta impidiendo el paso de saliva, Jimin negó con la cabeza pues no deja de pensar que era débil, ahora estaba llorando por un humano, pero no era mala tener sentimientos por alguien tan frágil, no podía culparse.

Miro hacia la cama y noto que había un pequeño espacio en la cama cerca de la pared. Dudo un poco si ir hasta ahí o dejar pasar la oportunidad, no quedaba mucho tiempo entre ambos, así que corrió el riesgo y se acomodó a su lado quedando frente a frente.
Jimin miró por largos minutos a Yoongi, pudo sentir el escaso calor que el cuerpo de su protegido emanaba, así que lo trajo hasta él para darle un poco de su calor y reconfortar una última vez. Tomo el torso del chico y lo acerco hasta el suyo, depositando la cabeza de Yoongi en su pecho. Lo cubrió con sus grandes alas blancas envolviendolo por completo y así abrigarlo del frío invierno.
Yoongi soltó un gran suspiro en cuanto los brazos y las alas del Ángel lo envolvieron. Acomodo su cabeza justo entremedio del cuello de Jimin y aspiró con tranquilidad su aroma, ese aroma que se sentía reconfortante y que lo envolvió cuando tenía miedo. Era extraño.

Yoongi abrió poco a poco sus ojos intentado no ser descubierto ¿descubierto por quién? No había nadie ahí que lo sorprendiera ¿ o sí? Ni el lo sabía con exactitud, Yoongi sentía que había alguien ahí, pero sus ojos demostraban lo contrario. Solo podía ver la pared enmarañada llena de rayones y marcas de agua que había dejado la lluvia. En su cabeza no había duda, lo había vuelto a sentir, había vuelto a sentir el aroma y el cálido calor que lo envolvió aquella vez. También recuerda como hace unos cuantos meses alguien de la nada le retuvo la mano cuando éste no dejaba de propinar golpes en su cabeza. No podía encontrar una explicación lógica, quizás el verse tan solo e indefenso hizo que su cerebro creara una especie de amigo imaginario y por eso había comenzado a sentir cosas extraña. Definitivamente esa conjetura podría ser más lógica que cualquier otra cosa que pasara por su mente.

Duelo De Ángeles 《》MYG+PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora