El sonido del acelerador hizo que el adolescente saliera del trance en el que se encontraba, haciendo brincar del asiento del copiloto al chico, apretando con fuerza la mochila que descansaba sobre su regazo. Yoongi se mantuvo recto en su asiento viendo como su pecho iba y venía producto de su agitada respiración. Sin duda había sido una locura subir al auto de un desconocido, pero sus opciones en ese momento se habían limitado; era subirse al auto de ese desconocido o seguir teniendo problemas con Jackson y con todas las personas del establecimiento. Lo que le hacía pensar que subirse al auto de alguien a quien no conocía, era sin duda poner otro problema sobre su espalda.
¿Quien podría ser tan descuidado y tonto para hacer tal cosa? Exactamente, Min Yoongi.
Yoongi miró por el retrovisor. Habían pasado tantas cuadras que ni siquiera sabía en qué parte de Seúl se encontraba ¿había estado inconsciente? De ninguna manera. Sus pensamientos lo habían llevado tan lejos que se había olvidado del tiempo que transcurrió dentro del auto.
Miro con recelo sin girar ni un poco su cabeza para ver el velocímetro. Marcaba cerca de 80 kilómetros por hora, amenazando con seguir aumentando. Saltar del auto no era una opción muy válida, definitivamente no seguiría con vida si lo hacía. Quizás si esperaba que el auto se detuviera en una vía peatonal, o si tal vez se encontraran con un semáforo en rojo, él podría abrir rápidamente la puerta y salir corriendo, pero yoongi estaba usando muletas en ese momento, por lo que se le dificultaría considerablemente la idea de huir.
Suspiro fuertementa botando el aire por sus fosas nasales; sin duda estaba delirando. Había repasado infinidades de opciones para salir del coche si existía algún tipo de inconveniente con el chico que estaba sentado a su lado conduciendo. Se le pasó por la cabeza la idea de golpearlo con la mochila, con las muletas e incluso la idea de meter ambos dedos en los ojos del contrario para despistarlo y huir.- ¿Te gusta la música?- Menciona estirando su mano hasta la perilla del volumen dejándola en 15-, a las personas les suele aburrir la música clásica.
Ni siquiera sé había percatado que dentro del auto había música reproduciéndose.
- Los adolescentes son un poco extraños, ¿no crees?
¿Los adolescentes? ¿Qué edad tenía este extraño chico? ¿Estaba quizás en presencia de un adulto enfermo que le gusta la música clásica?
-mmm... - aclara su garganta haciendo que el cuerpo del muchacho se contraerá- ¿Quieres que cambie la música?
Y ahora ¿que debía responder? No sabía con exactitud si le gustaba la música clásica.
- Me... - llevo sus manos hasta su boca intentando aclarar su garganta, pues su voz había salido más como un pitido- No la cambies... no me molesta.
- Uf - suspira- por un momento pensé que eras mudo- dice con una sonrisa ladina.
Le hubiera gustado ser mudo para no hablar con ese chico.
- Hemos estado conduciendo un buen tiempo- menciona con una mano en el volante y la otra rascando su mentón- aún no me haz dicho donde quieres que te lleve.
- ¡oh! En cualquier lugar. Puedo tomar el metro o el autobús para regresar a mi casa.
- ¿Donde vives?- pregunta.
- pues... en...- ¿era seguro decirlo?- vivo en Incheon, en las afueras de la ciudad.
- Que casualidad - dice mirando al adolescente - justamente iba a Incheon a resolver unos problemas.
Era la primera vez que el muchacho veía detenidamente a la persona que tenía al lado. Definitivamente era un hombre despampanante. Tenía el cabello negro, una mirada profunda y una piel reluciente. Sin duda era un chico atractivo, aunque eso ultimo no era relevante.
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Duelo De Ángeles 《》MYG+PJM
Fanfiction"Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie. Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido...