Novena pagina

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13 de agosto de 2013

Los malos hábitos nunca cambian ¿cierto?

Hoy fue un día de lo más de pesado, me mandaron a la dirección, tuve una... situación con Brenath y bueno, casi me suspenden.

Todo comenzó en el almuerzo, estaba conversando animadamente con Brenda y Lylia ( la damisela en peligro que rescaté) cuando vino la puta mayor y su séquito a molestar. Se sentaron junto a nosotras y empezaron a insultarnos, Lylia agachó la cabeza casi como en una señal de sumisión que me molestó un poco, pero me dije a mi misma que prestarles atención era peor.

No pasó poco tiempo y Scott se les unió, todo el mundo sabía que era mi hermano mayor, pero como él nunca me defendía no tenían miedo de nada enfrente de él. Cuando íbamos de camino a la salida una de las ovejas de Carla hizo tropezar a Brenda y ella casi que se le tiró encima, a lo que otra me empujó a mi y yo la empujé de vuelta.

Parecía de esas peleas en las que la gente se hala los pelos, solo que nadie se estaba halando el cabello, sino que se estaban empujando y pateando a ver quien terminaba primero en el piso. Eso y el contestarle al director casi me cuenta mi estadía en el instituto.

Después de que salí de la dirección (muy enojada debo decir) me choque con Brenath en el pasillo. Nunca me había sentido de esta manera, cuando nuestros ojos se encontraron sentí como mi cara se calentaba y mi corazón latía más rápido.

Por alguna extraña razón, sentí mucha vergüenza, ahora que lo pienso; es ridículo que me haya sentido así, pero ni modo. Salí muy rápido de ahí mientras musitaba una disculpa camino a la sala de castigo.

Cuando llegué allí era la única persona y el profesor estaba dormido, así que decidí hacer algo de trigonometría para no aburrirme tanto. Iba por el problema quince cuando escuché que alguien más entró a la sala, no le tomé importancia y seguí en lo mio.

Era uno de los problemas más difíciles que yo haya hecho, estaba a punto de cerrar el cuaderno y tirarlo todo al piso cuando alguien me tocó el hombre, al principio pensé que sería uno de esos matones que molestan hasta por los codos, asi 'que comencé con mi repertorio de " no me jodas y yo no te joderé la existencia" cuando me di cuenta de que era Brenath.

Mi pena fue inmediata.

No pude siquiera pronunciar una disculpa entendible, solo salían balbuceos sin sentido de mi boca. Aunque la verdad me sentí muy bien cuando me ofreció su ayuda con el problema.

Juntamos las mesas y nos pusimos a trabajar mucho, juro que traté de concentrarme, pero no podía. Hubo un momento en el que me estaba explicando algo, nuestras cabezas estaban considerablemente cerca y yo tenía la cara ladeada del lado derecho (donde estaba él) de un momento a otro el levanto el rostro y nuestros labios quedaron a centímetros de distancia...

DIOS MIO

Fue una de las cosas más incomodas, no nos quedó más que estallar en carcajadas después de incomodo episodio, provocando que el profesor se despierte y nos mandara a esquinas separas.

Pero ahora que lo pienso... qué hace él aquí?

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