11. Forjando salidas.

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—¡Mierda, mierda, mierda!

¡¿En qué momento este lugar dejó de ser un lugar de investigación y se convirtió en un maldito zoológico?!

Corríamos de alguna otra de esas mutaciones gigantes y flacas que nos perseguían. Esta en especial era un fastidio. Tenía unos horribles tentáculos pálidos saliendo de su cuerpo, y lo peor, es que por más que intentáramos, no moría.

Nos encontrábamos en una especie de ascensor, en la estación de tren que recordaba ya no se encontraba el tren, así que tuvimos que movilizarnos rápidamente.

Ahora estábamos en esta plataforma con dos de esas cosas casi encima de nuestros talones. Mi pecho no paraba de moverse irregularmente debido a mi respiración acelerada. Una vuelta más a este lugar y me iba a desmayar.

—¡Se me están acabando las balas! — Gritó Leon mientras huía del monstruo.

—¡Yo ya ni tengo! —. Le dije, mostrando el cargador de mi arma completamente vacío.

Escuché que susurró una alguna maldición mientras disparaba las pocas balas que le quedaban. A mí solo me quedó tirarle mi pistola a uno de esos tipos.

Adelanto algo obvio: No ayudó en nada.

Paso a paso, Leon y yo quedamos con nuestras espaldas juntas, cada uno con una mutación frente a nosotros. El me dio un cuchillo que tenía guardado en el bolsillo. Ese se convirtió en mi única arma.

La espalda de Leon también se movía notablemente, no estaba temblando, pero era claro que estaba asustado. No dije nada, no quería empeorar la situación.

Justo cuando esos dos malditos estaban a punto de atacarnos, y no nos iba a quedar otra opción más que defendernos, una caja cayó en una esquina de la plataforma, causando un gran estruendo que me sacó un buen susto, pero que también distrajo a las bestias.

—¿De dónde ha salido eso? — Preguntó Leon mientras apuntaba a la caja con su mirada.

—No tengo la menor idea — hice una pausa, tenía una idea — ¡Pero más vale que lo valga!

Corrí hacia la caja, pero una mutación estaba justo delante, así que me tiré al piso y aterricé con mis rodillas. Gracias al impulso que gané me pude deslizar fácilmente por debajo del brazo del monstruo, este no me tocó ni un pelo.

Me acerqué a la misteriosa caja y la abrí. No sabía mucho de armas, pero podía adivinar que se trataba de un lanzagranadas, o algo así.

—¡Leon! — Le llamé

Tardó un par de segundos en mirarme, pues estaba ocupado encargándose de los otros dos tipos. Cuando finalmente se dio la vuelta, sus labios se separaron levemente y sus ojos brillaron. Supo que era nuestra salvación.

—¡No tengo la menor idea de cómo se usa esta cosa! — exclamé mientras sacaba el arma y la mostraba hacia Leon — ¡Es mejor que vengas!

El repitió lo que hice para llegar a la esquina y se agachó a mi lado derecho. Tomó el arma y la apuntó directamente hacia los dos tipos. Puso su brazo izquierdo frene a mí por unos segundos, empujándome hacia atrás. Luego, disparó.

El sonido se extendió por mi cabeza causando un pitido, una ola gigante de fuego calentó mi rostro y sentí las manos de Leon tomar las mías, que instintivamente se habían colocado alrededor de mi cabeza para protegerme.

Mientras recuperaba la audición, escuché el eco de la preocupada voz de Leon llamarme repetidamente.

—Estoy bien, estoy bien. — Logré susurrar.

Puse una mano sobre su pecho y me sostuve de él un par de segundos para reincorporarme, terminé sentada mientras trataba de no marearme. No pude ver muy bien su rostro, pero cuando subí la mirada vi que apartó levemente sus ojos y tenía una sonrisa.

—Eres muy dramático. — Dije, y entonces ambos soltamos un par de pequeñas risas.

—Y tu muy arriesgada.

Se levantó y me extendió su mano para ayudarme a levantar. Se la di y recién pude apreciar el exterior. La plataforma estaba vacía. Solo éramos él y yo ahí. Y unos cuantos trozos de esas mutaciones regadas por ahí, pero no necesitamos hablar de eso.

Me sentí muy aliviada de poder al fin haber acabado con esas cosas. Estaba empezando a sentirme más relajada cuando la alarma de autodestrucción comenzó a sonar otra vez, casi reventando mis oídos.

Quedan cinco minutos para la autodestrucción. Evacuar las instalaciones inmediatamente.

—¿Estás lista para correr? — Me preguntó el ojiazul, girando su cuerpo hacia mí.

—Siempre. — Solté en un suspiro, poniéndome en marcha otra vez.

Corrimos hacia la puerta más cercana, los alrededores estaban llenos de escombros y pequeñas llamas de fuego encima de estos. Era triste como un lugar lleno de gente ahora estaba reducido en mucho menos que cenizas.

Pudimos ver la plataforma y luego, al tren irse veloz a través de esta.

Mierda.

Sin perder un segundo, Leon tomó mi mano y corrimos hacia el tren. A la velocidad que iba, parecía que nunca lo podríamos alcanzar. Pero ¿haber corrido tanto y rendirme en este punto? Nunca.

Con las pocas fuerzas que me quedaban, y corriendo en lo que parecía ser ya algún modo automático, pues no sentía absolutamente nada de las rodillas para abajo. Estiré mis brazos y gracias a la ayuda de Leon que me empujó suavemente, logré agarrarme de un pasamanos y apenas pude pisar el suelo de la plataforma me estiré para tomar a Leon.

En el momento que nuestras manos se juntaron, lo impulsé hasta el tren, causando que ambos cayéramos inevitablemente de espaldas sobre el suelo, aquello no importaba.

Lo... ¿Logramos?

Leon soltó un suspiro cansado mientras giraba su cabeza hacia mi y sonreía.

—Somos un buen equipo. — Dijo casi en un suspiro y me mostró su puño.

Con una sonrisa en mi rostro choqué mi puño con el mío. Apoyé mi cabeza en el frío suelo. Mierda, descansar mi cuerpo en una estructura estable descargaba olas de relajación que solo hacían que no me quiera mover de ese lugar.

Nos quedamos en silencio por un buen tiempo. No hacía falta decir algo para que supiéramos que estábamos bien.

Luego escuché una puerta a mi lado izquierdo abrirse, mi cuerpo entero se puso en alerta de nuevo. Alzo mi torso del suelo y con mi mano logro estabilizarme.

Pero no era un zombie lo que me esperaba del otro lado.

—¡Violette! — Una niña rubiecita me llamó mientras corría hacia mí.

Sherry.

¿Sherry? 





nota de autora: 

hola hola, mis queridos lectores!! espero estén muy bien. 

hoy les traigo buenas nuevas, y es que AL FIN podré hacer actualizaciones más seguido (y no una vez al mes) y es que estoy casi oficialmente de vacaciones, y eso significa que tengo casi todo el día libre para escribir. 

Siento que dejé ciertamente olvidada esta historia, y lo lamento, pero es que el colegio consume demasiado tiempo y mucho más de lo normal en mi caso pues estoy apunto de avanzar a un nivel más ¿serio? y tengo que tener todos los estudios al día. No hablo de la universidad (aún) pero si es un nivel más exigente. 

en fin, espero les haya agradado mucho este cap, ya estoy trabajando en el siguiente y enserio espero poder acabar con la historia para el final de mis vacaciones o hasta agosto de este año. La corrección de esta historia se alargó mucho más de lo que me gustaría. 

en fin, muchas gracias por continuar aquí y por sus bellos comentarios, les amo mucho <3 ❤️

PD: espero les guste la nueva portada jejeje

La Noche En Raccoon City -Leon KennedyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora